Migrantes

“Salimos hace mucho tiempo de nuestro país porque está en crisis”, migrantes venezolano, nicaragüenses y hondureños ingresan por la frontera Sur en pequeñas caravanas

La Casa del Migrante de Esquipulas atendió en los últimos días a 80 personas diariamente originarios de distintos países de Suramérica y Centroamérica.

Una persona hondureña le pide a la policía que le deje continuar con su camino, kilómetros después de haber cruzado la frontera con Honduras. (Foto Prensa Libre: Elmer Vargas)

Una persona hondureña le pide a la policía que le deje continuar con su camino, kilómetros después de haber cruzado la frontera con Honduras. (Foto Prensa Libre: Elmer Vargas)

Tras el aviso que autoridades de migración dieron sobre la posible llegada de una caravana migrante, la fuerza pública y el Ejército desplegó en las fronteras con Honduras a cientos de efectivos para evitar el paso a territorio guatemalteco.

Mientras esto sucedía, decenas de personas originarias de países como Venezuela, Haití, Cuba, Perú, Nicaragua y Honduras trataban de caminar hacia el norte sin ser interceptados por la policía.

En Esquipulas, un equipo de Guatevisión y Prensa Libre observó como la Policía Nacional Civil ejecutaba operativos de inspección, mientras un migrante originario de Honduras le pedía insistentemente que lo dejara continuar.

 

Así como él, hay cientos de personas que diariamente se enfrentan a estas barreras fronterizas que les impide su llegar a su destino: Estados Unidos.

Algunos, incluso denuncian que son extorsionados por la policía, mientras que la institución indica que en estos operativos hay personal de la Inspectoría General verificando el actuar de los agentes.

“Nos dicen que si no tenemos plata para pagarles nos regresan a la frontera con Honduras”, dice Karla, una mujer venezolana que pide a las autoridades que los dejen seguir caminando.

Otra mujer identificada como Karla y originaria del mismo país, contó que salió de Venezuela estando embarazada y que ahora su hija tiene 2 años. “Salimos hace mucho tiempo de nuestro país porque está en crisis y ganábamos tres dólares mensuales, primero migré a Ecuador pero tuvo que seguir”, contó.

Ana Judith Ramírez, coordinadora de la Casa del Migrante de San José, Esquipulas, indicó que el flujo de personas que cruzan la frontera ha aumentado en lo que va de este nuevo año. Durante los primeros quince días del año han asistido a alrededor de 80 personas al día.

Personal de la Casa del Migrante de San José, Esquipulas, atienden a un niño migrante. (Foto Prensa Libre: Elmer Vargas)

Por otro lado, un médico que labora en el lugar agregó que muchas de las atenciones que brindan es problemas de piel al estar expuestos al sol durante largas horas, además de esguinces en los tobillos provocados por saltos hechos para brincarse cercas y ampollas provocadas por las largas caminatas.

Además, agregó que están evaluando a muchos pacientes por problemas respiratorios.

Por el día, el director general del Instituto General de Migración, Stuard Rodríguez, indicó que se encuentran coordinando con los gobernadores de Chiquimula e Izabal para promover retornos asistidos de forma “humanitaria”.

“Estamos agradecidos con los gobernadores de Chiquimula e Izabal por apoyarnos en la coordinación. Estamos regresando gente, todo en orden, humanitariamente y les decimos que no lo hagan (cruzar las fronteras), de esta manera porque es muy complicado”, agregó.

Aunque Rodríguez indicó que todo se encontraba en orden, por la noche el ambiente se tensó y hubo enfrentamientos entre las autoridades y las personas migrantes.

El Ejército desplegó a decenas de soldados en la frontera para evitar el paso de migrantes. (Foto Prensa Libre: Elmer Vargas)