Migrantes en aquel país manifiestan estar preocupados por el poco avance que ha habido en ese sentido, y temen que si no ocurre algo extraordinario en los próximos tres meses los resultados serán igual de pobres que en el 2019 cuando por primera vez los guatemaltecos en el extranjero pudieron votar.
En esa elección, en la primera y segunda vuelta, votaron mil 255 personas, lo cual fue considerado un fracaso por grupos de migrantes.
Para esta ocasión, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha hecho algunos esfuerzos por promover el empadronamiento, pero han tenido poca respuesta, a pesar de que entre 2021 y 2022 se han movilizado delegaciones a EE. UU. y se han gastado millones en viáticos y en el traslado de las comitivas.
Un informe de la Oficina de Acceso a la Información Pública del TSE precisó que el año pasado se erogaron Q2 millones 795 mil para que trabajadores o magistrados viajaran a promover el empadronamiento en el extranjero.
El personal, explicó la Oficina, viajó específicamente para dar seguimiento a los mecanismos de cooperación que permitan obtener apoyo de asociaciones de guatemaltecos para la divulgación de campañas, coordinar la ejecución de capacitaciones, así como acompañar las jornadas de empadronamiento.
Aunque no ofreció los datos de 2022 por ser información “parcial”, en el Sistema de Contabilidad Integrada (Sicoin) aparece que, en los renglones presupuestarios de viáticos en el exterior y transporte de personas, el programa donde se incluye la inscripción y actualización de ciudadanos ha gastado este año Q243 mil.
Presa de DPI
El principal problema para mejorar la participación electoral en EE. UU. es el DPI. Este documento no es de utilidad en ese país por lo cual tramitarlo no es una prioridad para el guatemalteco.
Aquellos que ya lo tienen porque se lo llevaron al migrar deben de actualizar sus datos, algo que tampoco lo ven urgente. Movilizarse a una jornada de actualización y empadronamiento representaría gastos, ausentarse del trabajo y los que aún tienen un estatus migratorio irregular, exponerse a ser detenido.
Y miles de los DPI que ya ha emitido el Renap no los ha entregado. En total han impreso 411 mil 219 de estos documentos a los guatemaltecos que viven en EE. UU., pero a la fecha 65 mil 824 permanecen en los consulados sin ser recogidos por los solicitantes, incluso desde hace tres años.
El Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex) explicó que en estos casos no se ha podido localizar al solicitante porque cambió de número telefónico y dirección, y que regularmente lanzan avisos a la comunidad guatemalteca para que se acerquen por su documento.
El envío del DPI a EE. UU. le cuesta al migrante US$15, pero si desea que se le envía a su casa debe pagar US$45.
Voluntad
Los migrantes comentan que las autoridades no aprendieron la lección que dejó el proceso electoral del 2019 y lamentan que no hay armonía entre instituciones, como el Renap, el Minex y el TSE, para facilitar el DPI y el empadronamiento.
Cuestionan el por qué a los más de 400 mil a quienes ya se les emitió el documento no se les ha inscrito automáticamente en el padrón electoral o por qué no se ofrece el DPI a todo guatemalteco que se acerca a un consulado a hacer cualquier gestión.
Ben Monterroso, fundador del movimiento Voto del Guatemalteco en el Exterior (Voguare), expuso que la comunidad migrante ha expuesto a las autoridades que se requieren tres acciones fundamentales para mejorar la participación: acceso al DPI, información a los connacionales y la ampliación de los lugares donde se podrá ejercer el voto.
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Sin embargo, en ninguno de esos aspectos ha habido avances significativos, expuso. Las autoridades parecen receptivas a las sugerencias de los migrantes y que entienden las necesidades “pero no se ven los cambios”, señaló el líder migrante.
Los consulados aún no resuelven lo tardado de las citas, no motivan a los migrantes a involucrarse en el proceso electoral y no promueven acercamientos con la comunidad. Entonces, la situación preocupa más que en 2019 porque ahora los migrantes “nos hemos acercado a estas instituciones para darles ideas pero hasta la fecha no se ve nada claro”, añadió Monterroso.
Walter Batres, fundador de la Red Migrante Guatemalteca, manifestó que en los consulados debería haber de forma permanente una delegación que facilite el empadronamiento y coincidió en que han hecho propuestas al TSE, por ejemplo, de que capaciten a los connacionales en EE. UU. para que puedan empadronar a las personas, aseguró que estarían dispuestos a hacerlos sin cobrar.
Los migrantes capacitados, dijo, acudirían a iglesias, campos de futbol o supermercados para captar la mayor cantidad de guatemaltecos. Pero las comitivas del TSE “vienen, trabajan solo unas horas y gastan miles en pasajes y hoteles sin obtener beneficios”, criticó.
Batres comentó que han propuesto otras alternativas como lo hacen en otros países, como el voto electrónico o por correo; si embargo, lamentó que el TSE no se moderniza y quiere hacerlo “muy a la antigua” y forzar a que el votante llegue a una embajada o consulado y deposite la boleta en una urna lo cual “es muy difícil y costoso”.
“Es un desastre”, cuestionó el líder migrante, al referirse a los cerca de siete mil guatemaltecos que se han empadronado o actualizado datos, en relación con los casi cuatro millones que calcula, ya radican en EE. UU.
Acciones
El magistrado titular Gabriel Aguilera aseguró que el TSE se esfuerza para “lograr un empadronamiento masivo de los migrantes”, quienes tienen tres posibilidades para hacerlo: a través de la página de internet, cuando llegan las comitivas del Tribunal y al momento que solicitan su DPI, esta última recién se empieza a implementar.
Según Aguilera, actualmente se hacen análisis legales para autorizar otro documento válido para empadronarse aparte del DPI, asimismo se evalúa la posibilidad de aceptar el pasaporte para votar. De ser factible, el pleno de magistrados aprobaría el acuerdo lo antes posible, dijo.
De igual forma negó que haya un divorcio entre las instituciones y manifestó que ha habido un “excelente apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores” puesto que los consulados difunden cuándo serán las jornadas de empadronamiento.
El magistrado descartó que los más de 400 mil migrantes que solicitaron su DPI en EE. UU. y que ya lo tienen sean empadronados sin su consentimiento puesto que la ley dice que este proceso debe ser voluntario y en relación con permitir que migrantes sean quienes empadronen, afirmó que no es posible puesto que el padrón es algo “sumamente delicado” y no se puede dar acceso a alguien que no sea trabajador de TSE.
Aguilera añadió que se han enviado tutoriales y se ha capacitado a líderes migrantes para que enseñen a utilizar la plataforma web de empadronamiento a los compatriotas, pero no se han obtenido los resultados deseados, pese a que ellos la solicitaron.
Añadió que en estos meses fortalecerán la divulgación de las jornadas de empadronamiento con campañas de publicidad y que cada semana viajan a EE. UU. para registrar personas de dos a tres comitivas.
A finales de año esperan empadronar a unos 20 mil guatemaltecos, lo cual ve positivo en relación con los empadronados en el proceso pasado, aseveró.
El Departamento de Atención al Migrante y Servicios en el Extranjero del Renap respondió que en el segundo semestre de este año se ampliará la prestación del servicio en más consulados. Además, destacó que desde abril pasado se han llevado a cabo “jornadas móviles” junto con los consulados en EE. UU.
“De conformidad a lo estipulado en el Convenio de Cooperación Interinstitucional para la Documentación de los guatemaltecos en el extranjero se han implementado mecanismos más ágiles y rápidos para la impresión y entrega de los DPI”, aseguró.
El Minex, por su parte, destacó que colaboran cuando lo requiere el TSE, y han apoyado en las jornadas de empadronamiento y han propiciado acercamientos con la comunidad migrante, así como con misiones diplomáticas de países que tienen experiencia en estos procesos electorales.
Intención de no apoyar
Pero los migrantes entrevistados aseguran que no ven resultados y temen que pueda haber una intencionalidad de no dejarlos participar puesto que pueden tratarse de un segmento numeroso y probablemente mejor informado a la hora de votar.
“Si el migrante pudiera votar en masa puede poner presidentes y eso no le conviene a nadie de la élite política dominante en Guatemala”, reflexionó Batres.
Monterroso, que lleva 30 años de incentivar la participación de la comunidad hispana en la política estadounidense, asegura que si se le dan las facilidades e información suficiente a los migrantes muchos votarían.
Dijo que, prueba de ello, es que aproximadamente el 60% de los latinos se han involucrado en política de cara a las elecciones de medio término de este año en EE. UU. Si se extrapola ese promedio en relación con el número de connacionales que se estiman viven allá, podrían votar un millón 800 guatemaltecos.
“En 2019 trataron de culpar a los migrantes, que no tuvimos interés, pero eso es una farsa. Los políticos no quieren que más personas participen porque quieren controlar los resultados y entre menos participen más fácil es”, señaló Monterroso.