El año pasado la UE documentó a 533 mil 395 personas expulsadas de su territorio, a diferencia de las 227 mil 38 que deportó EE. UU. en el mismo período.
Las estadísticas de Eurostat, que agrupa a 28 países de los cuales Grecia es el que más personas ha expulsado, seguida de Alemania, Reino Unido, Francia, España, Suecia y Polonia.
La cifra creció significativamente por la llegada de indocumentados desde Medio Oriente. En el 2013 fueron al menos 171 mil personas y en el 2012 reportaron 206 mil migrantes.
Un informe del Banco Mundial sobre migraciones revela que las deportaciones han aumentado en todo el mundo.
La cantidad de personas que abandonaron sus países de origen el 2015 fue de 244 millones, un 41 por ciento más que a principios de siglo.
Estados Unidos queda por debajo de la UE con 227 mil 38 personas retornadas y ocho mil 375 que salieron de forma voluntaria. La cifra disminuyó respecto al año anterior, cuando sumaron 315 mil 943.
La mayoría de quienes salieron de ese país eran de México, Guatemala, El Salvador, Honduras y República Dominicana.
Las acciones incrementaron desde la administración de Barack Obama en el 2009 y suman no menos de dos millones y medio de indocumentados. Se espera que en el gobierno de Donald Trump la tendencia tenga un súbito aumento.
Otro lugar señalado por el Banco Mundial es Arabia Saudí, donde han expulsado a 250 mil indocumentados los últimos dos años. Esas deportaciones se suman a las salidas voluntarias de hasta un millón de extranjeros que residían en ese país, luego de las advertencias de ser retirados.
En África, la República del Congo deportó a no menos de 80 mil personas que llegaron de manera irregular, bajo el argumento de luchar contra el crimen en ese país.
En Sudáfrica y Botsuana el mismo procedimiento suma 105 mil personas desde el 2011, principalmente ciudadanos de Zimbabue que han huido de la pobreza en su territorio.
En otros países, como Israel, las autoridades han tomados medidas ante la masiva llegada de africanos. Desde el 2013 el Gobierno ha cerrado el paso a unas 60 mil personas por año.
Las disposiciones desde mayo del año pasado han sido darles US$3 mil 500 en efectivo —unos Q27 mil 330— y un boleto de ida a su país o un tercer destino, para que dejen de forma voluntaria Israel. Además plantearon la construcción de un muro de acero en la frontera con Egipto.
Viajes siguen
Registro de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), revelan que en el mundo hay mil millones de personas migrantes, es decir uno de cada siete habitantes del planeta.
Las mujeres representan el 48 por ciento de las migrantes, quienes tuvieron como destino principalmente Estados Unidos, fueron 51.2%, mientras que a Europa el 52.4% y Asia 42%.
El 72% de las personas que se fue a otro país está en edad de trabajar. La media internacionales es de 39 años. El 15% de los 244 millones de migrantes tiene menos de 20 años.
El 51% de las personas que dejaron su ciudad natal el año pasado prefirieron 14 países, siendo Estados Unidos el primer destino, seguido de India, Alemania, la Federación Rusa, Arabia Saudita, Reino Unido y Emiratos Árabes Unidos. También Canadá, Francia, Australia, España, México, China y Bangladesh.
Mueren en fronteras
Quienes viajan por por tierra a Norteamérica o hacia Europa por mar, enfrentan el mayor riesgo de morir en el trayecto.
De acuerdo al estudio Viajes Fatales: Seguimiento de vidas perdidas durante la migración de la OIM, no menos de cinco mil 350 migrantes perdieron la vida en todo el mundo a lo largo del año 2015. Cifra que aumentó a diferencia del 2014 cuando fueron cuatro mil 77 personas.
El número de muertes hace que la región del Mediterráneo sea la más mortífera, y luego el sudeste de Asia, sobre todo la Bahía de Bengala, el Mar de Andaman, Malasia y Tailandia, en donde hubo al menos 800 decesos.
Mientras que en México y a lo largo de su frontera con EE. UU. se contabilizaron al menos 330 muertes el año pasado.
Sin embargo, la cifra de muertes podría ser mayor, porque en el mar muchos cuerpos no son recuperados y en el desierto no siempre son hallados o identificados.
Los registros muestran que desde principios de siglo han perdido la vida 22 mil personas intentando llegar a Europa, y desde 1998 no menos de seis mil intentando el sueño americano.