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Según el experto, el tema de los migrantes va a ser abordado con mayor equilibrio y mesura por parte del gobierno por el contrapeso que harán los demócratas. “Ya se comenzó a ver esa tendencia, pues durante los últimos días se ha dicho que el muro ya no será de concreto. Le empezaron a bajar los estándares, lo cual es frustrante para Trump, porque fue su tema de campaña”.
Wong advierte que, a partir de ahora, los republicanos deberán consensuar con los demócratas las leyes a aprobar, porque se debe contar con el apoyo de las dos cámaras.” Esta oportunidad de veto le proporciona poder y un papel contestatario a los demócratas, quienes se han mostrado un tanto más abiertos a discutir el tema migratorio”.
Sin embargo, la fuerza del discurso antiinmigrante saturado de amenazas de Trump se podría mantener debido a que aún no ha logrado cumplir con sus promesas de campaña y buscará mantenerlos en agenda de cara a las elecciones del 2020.
“Pero si no lo logró cuando tenía las dos Cámaras a su disposición, menos lo va a lograr ahora”, dijo Wong.
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Agenda en impase
Fritz Tomas, doctor en Economía de la Universidad Francisco Marroquín, considera que a partir de hoy se registrará una correlación de fuerzas entre los dos grandes partidos de EE. UU, lo cual provocará un impase, pues a ambas organizaciones no les va a permitir impulsar su agenda, “porque si bien los demócratas dominan la Cámara Baja, todo lo que pretendan aprobar lo debe hacer con el apoyo del Senado, que es republicano”.
El experto en Economía considera que al menos dos asuntos van a mantener ocupados durante los primeros meses a ambas organizaciones. El primero tiene que ver con el presupuesto y los US$ 5 mil 6 millones que ha pedido Trump para el muro, y el segundo será el trabajo que harán los demócratas “interpelando” al presidente, con lo cual tendrán un tanto controlado al mandatario.
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“No veo que haya grandes cambios. Pudiera ser que surgiera un programa un poco más agresivo de lo que se está planteando ahorita de varios miles de millones de dólares para los países del Triángulo Norte, pero eso no haría mayor diferencia, porque estos fondos de ayuda serían absorbidos por los organismos internacionales y las ONG. Mas allá de eso veo difícil que haya cosas en el tema migratorio, porque todo tendrá como base la medición de fuerzas”, explica Thomas.
Diferentes perspectivas
De acuerdo con Marcel Arévalo, experto en migración de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) la carrera por las elecciones del 2020 va a agudizar las contradicciones entre ambos partidos, por la diferencia de perspectivas que tienen del fenómeno migratorio. “Allí se pronunciarán en asuntos como los derechos humanos, la separación de las familias y los niños. En este aspecto, me parece que los demócratas van a presionar para que se respeten las normativas, la Constitución y los derechos que amparan al ser humano”.
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Arévalo considera que van a ser fundamentales los comités y subcomités de Relaciones Exteriores de la Cámara Baja, así como otras comisiones que tendrán a su cargo los demócratas y que tienen incidencia en los temas migratorios. “La administración de Trump va a ver más presionada para respetar los derechos humanos”.
El excanciller Fernando Carrera considera que la política migratoria no va a cambiar en grandes proporciones, lo único que podría haber de nuevo es algún tipo de legislación impulsada por los demócratas, para ganar algunos adeptos de cara a las elecciones. “El muro no se lo van a dar a Trump, quizá solo unas millas de manera simbólica”, sentencia.
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