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Schyler Cunningham es el artista promotor de este proyecto, según el medio estadounidense CBS 19. Las imágenes muestran distintas etapas de la vida de María, y comienza desde que era niña, rodeada de árboles y vegetación.
“Decidimos ilustrar el tamaño de su familia y luego las verdes colinas, el sol, el amanecer y su pueblo”, indicó el artista, quien habló con la guatemalteca para conocer los momentos que quería que la gente conociera de ella.
En julio pasado, en una entrevista a Prensa Libre, María recordó que durante los años del conflicto armado interno en Guatemala, varios de sus parientes fueron ejecutados por el Ejército, según su testimonio. Ese “trago amargo” en su vida también se cuenta en el muro con la invasión de soldados a los pueblos y casas en llamas, y cruces en las tumbas de los fallecidos.
Cunningham no pintó solo el mural, pidió la colaboración de voluntarios que se sumaron a crear varias escenas, entre ellas, la llegada de la guatemalteca a Charlottesville y a su nuevo hogar en el santuario.
“María quería decir que: ‘En este mural, hay una causa de migración en la que indígenas en Guatemala han tenido más de 500 años de lucha'”, dijo Angeline Conn, a CBS 19.
La iglesia es su hogar
María cumple en octubre un año de estar refugiada en la iglesia entre pláticas, lectura, pintura y fabricación de algunos artículos para vender y hacerse de recursos, puesto que debe enviar dinero a su familia en Guatemala. Aunque los días a veces se tornan difíciles, tiene la convicción de que conseguirá el objetivo de quedarse en Estados Unidos, pues espera presentar su caso para recibir asilo.
“Uno no viene a este país para enriquecerse, sino porque piensa en su familia, en buscar las oportunidades que en Guatemala no hay. Estamos en las manos de Dios porque para él nada es imposible”, dijo a Prensa Libre.
El Servicio de Inmigración y control de Aduanas (ICE, en inglés) puso como fecha límite el 25 de septiembre próximo para que la guatemalteca abandone EE. UU.
Cunningham dijo a CBS 19 que con este mural espera representar la lucha, no solo de María, sino de miles de personas que se ven en la necesidad de dejar sus hogares y sus países para buscar una oportunidad de seguir viviendo.
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