“Quiero escucharlos. Quiero saber de su trabajo”, les dijo a una docena de representantes de grupos de base de Guatemala durante una cita por videoconferencia.
Harris, a quien el presidente Joe Biden encomendó atender la creciente llegada de migrantes del Triángulo Norte centroamericano a la frontera entre Estados Unidos y México, dijo que el enfoque del gobierno estadounidense será “amplio” pero sobre todo “basado en el lugar”.
“Estamos construyendo una estrategia integral” para abordar los “factores agudos” que hacen que la gente “deje ahora mismo” su casa: la violencia, la corrupción, la pobreza, la falta de oportunidades económicas, el impacto del cambio climático, señaló.
“La razón por la que quería estar con ustedes y saber de ustedes”, agregó, “es que conocen a las personas que están detrás de las estadísticas (…) Creo que pueden ayudarme a identificar a las comunidades que más necesitan apoyo”, incluidas las mujeres, los afrodescendientes, los indígenas y las personas LGBTQ.
Harris dijo que espera poder reunirse en persona con estos líderes comunitarios en junio, cuando proyecta viajar a Guatemala.
Parte de mi visión “es reconocer que todos somos vecinos”, y debemos abordar este problema como vecinos, dijo la vicepresidenta al concluir.
El encuentro de este martes, organizado por la embajada estadounidense en la capital guatemalteca, tuvo lugar un día después de que Harris anunciara ayuda humanitaria adicional de Estados Unidos a Centroamérica por US$310 millones, durante una reunión virtual con el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei.
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“Nuestra asistencia humanitaria atenderá las necesidades inmediatas de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad”, dijo este martes el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, al informar sobre los fondos.
Del total, US$255 millones serán destinados a ayuda humanitaria: US$125 millones de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para asistencia alimentaria de emergencia, US$104 millones para la protección de refugiados y solicitantes de asilo, y US$26 millones del Departamento de Defensa para brindar servicios esenciales de salud y educación a Guatemala, Honduras y El Salvador.
Además, se destinarán US$55 millones para paliar la inseguridad alimentaria en la región. El Departamento de Agricultura dará US$25 millones para fortalecer el sector agrícola guatemalteco y otros US$30 millones para ampliar de inmediato el acceso a comidas diarias y alfabetización para niños en Guatemala y Honduras.
El Triángulo Norte centroamericano, que integran Guatemala, Honduras y El Salvador, fue azotado por dos devastadores huracanes en noviembre y sufre el impacto de la pandemia de covid-19 y de una prolongada sequía.