Guatemala

La Navidad que dura dos meses

Celebración chapina va del 7 de diciembre al 2 de febrero

Parecerá extraño a cualquiera, pero la Navidad en Guatemala no dura sólo un día, pues los festejos se extienden por casi dos meses, con actividades religiosas y fiestas.

Celso Lara, historiador y folclorista que ha efectuado investigaciones sobre el tema, señala que el ambiente navideño inicia el 7 de diciembre, con la ?quema del diablo?, y termina el 2 de febrero de cada año, con la festividad de la Virgen de Candelaria.

Según explica, en el año hay dos grandes fechas para los guatemaltecos, la Navidad y la Semana Santa. La primera, cuando se celebra el nacimiento de Jesús, y la segunda, el ritual de la pasión, muerte y resurrección del Señor.

El inicio

El 7 de diciembre, a las 6 de la tarde, da inicio la temporada navideña. En ese momento, simbólicamente se quema al diablo, representado por la basura y otros deshechos incinerados por los guatemaltecos en las calles. El significado de este acto es la eliminación de lo negativo, para darle paso a la Navidad.

Horas más tarde, cuando ya se ha consumido el fuego, en varias parroquias sale la procesión de la Virgen de Concepción, cuyo día principal es el 8 de diciembre y tiene una gran relación con la pureza.

Cuatro días después, el 12 de diciembre, viene otra fecha capital para la feligresía católica: la celebración de la Virgen de Guadalupe. Es la ocasión de vestir a los niños con indumentaria indígena de Guatemala y de otros lugares del mundo, en recuerdo del mexicano Juan Diego, a quien se le apareció la Virgen en el cerro de Tepeyac.

En esa misma semana comienzan a prepararse todos los artículos que se utilizarán en las posadas, una representación del peregrinaje que hicieron José y María antes del nacimiento de Jesús. Esta actividad se inicia el 16 de diciembre, aunque algunas comunidades la comienzan antes para ampliar el recorrido.

Chinchines, pitos, caparazones de tortuga y faroles son el distintivo de los caminantes que cada noche salen a la calle e ingresan en una nueva vivienda, donde son recibidos con cánticos, rezos, ponche y viandas.

La posada concluye el 24 de diciembre, después de ocho días de simbólico peregrinaje de la Sagrada Familia entre las poblaciones de Nazareth y Belén.

Se acerca el gran día

En estos días se elabora el nacimiento, el cual, según Lara, es considerado uno de los más vistosos de América Latina por la cantidad de serrines de colores, figuras de barro y elementos naturales que se utilizan.

Finalmente, llega la gran noche del 24 de diciembre, recibida con tamales colorados y negros, chocolate, uvas, manzanas y nueces.

Los regalos, los abrazos, la visitas de la familia y hasta la nostalgia por quienes ya no están salen a relucir en la Nochebuena, cuando se participa en celebraciones religiosas, entre las que destaca la ?misa de gallo?, que antes se hacía a las 12 de la noche.

Del 25 de diciembre al 6 de enero se reza la novena al Niño Dios. En tanto, el 28 de diciembre se celebra el día de los santos inocentes, donde se juegan bromas de todo tipo.

Ya en enero, el 6 se lleva a cabo el ?día de reyes?. Durante este mes se efectúa la llamada ?entrega del niño?, en referencia a la devolución de la imagen que fue sustraída del nacimiento entre el 24 y 25 de diciembre por los amigos interesados en realizar una fiesta posnavideña.

En este lapso también se incluye la conmemoración del Cristo de Esquipulas, el 15 de enero, y luego la temporada concluye el 2 de febrero, día de la Virgen de Candelaria.

Hasta esa fecha se deshace el nacimiento. La leyenda dice que la noche del dos de febrero la Virgen sale de las iglesias para visitar todas las casas donde hay un nacimiento.

Según Lara, muchas tradiciones guatemaltecas se han perdido por influencia extranjera, particularmente por la norteamericana.

Celso Lara

?La Navidad no es comprar regalos, ni es mercantilismo; la fecha es ternura, para recordar el nacimiento del hijo de Dios, quien trajo paz al mundo, y las tradiciones chapinas?.

Color, sabor y sonido

Durante la época navideña aparecen elementos distintivos que le dan un toque especial.

Faroles, chinchines, caparazones de tortuga y pitos complementan las posadas.

Limas, manzanillas, hojas de pacaya y pino, le dan olor a la Navidad.

Molletes, chocolate, ponche de frutas y buñuelos, así como los tamales colorados y negros, aportan el sabor.

Cánticos al Niño-Dios sensibilizan a los chapines, agobiados por el trajín diario.

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