Guatemala

ONU: Violencia creciente en Latinoamérica debe combatirse con acuerdos nacionales

La violencia intrafamiliar y entre jóvenes son flagelos crecientes en América Latina que deben combatirse con acuerdos nacionales en cada país, dijo Heraldo Muñoz, subsecretario general de la ONU, advirtiendo que las políticas que se basan solo en imponer más mano dura no funcionan.

Alrededor de 22 homicidios cada 100 mil habitantes se registran en Latinoamérica. (Foto Prensa Libre: Archivo)

Alrededor de 22 homicidios cada 100 mil habitantes se registran en Latinoamérica. (Foto Prensa Libre: Archivo)

MONTEVIDEO – En una entrevista en Montevideo, donde participó el jueves de un seminario sobre el rol del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Muñoz adelantó conclusiones de un informe sobre seguridad ciudadana que presentará el 12 de noviembre el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

“Tenemos mucha evidencia sobre violencia callejera, sobre violencia intrafamiliar que afecta principalmente a las mujeres. (Sobre) la dimensión de la violencia escondida, la violencia sexual, los femicidios que han ido en aumento en la región en general”, comentó Muñoz, también director para América Latina y el Caribe del PNUD.

En el informe sobre seguridad ciudadana “decimos que no solo nuestra región en la última década ha tenido un incremento en los homicidios, pese a que en algunos países se han estabilizado; mirando hacia una década atrás hay un aumento de homicidios, pero también en los últimos 25 años casi se ha triplicado la cantidad de robos”, señaló.

Muñoz remarcó que América Latina no solo es la región más desigual del mundo sino la más insegura medida por asesinatos, con alrededor de 22 homicidios cada 100 mil habitantes, cuando la media mundial está en 6 o 7 asesinatos cada 100 mil.

El funcionario indicó de todas formas que hay diferencias entre la situación de cada país de la región y cree que el estudio será útil a los gobiernos a la hora de orientar sus políticas sobre seguridad ciudadana.

Jóvenes: víctimas y victimarios

“Los jóvenes son las principales víctimas de los homicidios pero también son los principales victimarios. Alrededor del 90 por ciento de las víctimas de asesinatos son jóvenes, pero también más del 85 por ciento son los victimarios”, resaltó Muñoz.

En una región donde se estima que la mitad de la población es joven, el informe brindará “mucha evidencia que puede ser útil para las autoridades” de los distintos gobiernos a la hora de velar por ese sector, señaló.

Muñoz cargó las tintas sobre la situación económica de América Latina, que pese a haber registrado un crecimiento económico en los últimos años ha protagonizado “un crecimiento de baja calidad, ya que no ha beneficiado a todos por igual, ha sido un crecimiento basado en el consumo que ha dejado a muchos atrás”.

“Hay una dimensión del fenómeno del crecimiento que está vinculada a lo que nosotros le llamamos delito aspiracional. Es decir, hay individuos que ven que hay un mayor consumo, pero a ellos no les llega esa oportunidad, por tanto los robos de celulares, ropa deportiva” son moneda corriente en sociedades donde “la naturaleza del crecimiento probablemente esté estimulando este tipo de delito”, señaló.

Sin recetas únicas

Lejos de considerar que el PNUD tiene una solución mágica a los problemas de inseguridad de la región, el subsecretario de las Naciones Unidas aseguró que “no hay una forma única, no hay una bala de plata para los problemas de seguridad”.

Lo que sí es seguro es que el debate sobre seguridad debe estar fuera de la controversia política, según la visión de Muñoz, que adelantó que en el informe se recomendará que “cada país debe avanzar en un acuerdo nacional por la seguridad ciudadana, como política de Estado”.

“Lo que sí sabemos es que una política simplemente de mayor mano dura no funciona. En este estudio presentamos casos de políticas de mano dura que no han dado resultado”, remarcó.

Más bien, las acciones deberán contemplar políticas de corto y mediano plazo, como mejorar la información sobre delitos o una mayor capacitación policial, y otras medidas “que demorarán más tiempo como la reforma de la policía, de la justicia e incluso de más largo aliento todavía, que es ir inculcando a través de los medios de comunicación una cultura de paz”.

En ese camino, la utilización masiva de las redes sociales “puede ayudar a tener una actitud más realista frente a los delitos, ante una percepción del crimen que en muchos países no corresponde a la realidad, y además crear instrumentos de reacción y prevención del crimen”, concluyó.

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