Trabajadores del parque relataron que durante los 29 años en los que Corroncho ha permanecido en el lugar, ha sido alimentado cuidadosamente, por lo que perdió su habilidad para cazar; sin embargo, hubo un incidente que alertó al personal para ser precavidos con el animal.
En el 2006, un empleado del parque se distrajo y sumergió una mano en una de las lagunas donde habita el animal y fue mordido, por lo que el trabajador sufrió heridas de consideración.
Peleas
Las historias que se cuentan de Corroncho fascinan a los visitantes del parque, pues a pesar de vivir en un entorno cerca de humanos, ha tenido enfrentamientos en los cuales ha resultado herido.
Una de las peleas más recordadas por los empleados es la ocurrida en 1999, cuando una serpiente se enrolló en la trompa de Corroncho durante unas tres horas, hasta que finalmente pudo liberarse.
En otra pelea, la hembra de cocodrilo perdió el ojo izquierdo, cuando se enfrentó a otro animal de su misma especie que permanecía en una de las lagunas del parque.
Alimentación
El director del parque añadió que observar a Corroncho y llamarlo para alimentarlo es algo sorprendente, pues asegura que reconoce su voz y la de otro trabajador, cuando le llevan partes de pollo, como alas, pierna, cuadril y pechuga.
“Amo a este cocodrilo y él nos ama a todos”, aseguró Asturias.
Gobernante del inframundo
Ivo Romero Zetina, arqueólogo de Petén, manifestó que para la cultura Maya, el cocodrilo era un gobernante en el inframundo acuático, y el depredador más importante de las aguas.
Aseguró que según creencias de esa civilización, cuando un animal de ese tipo habita un manto acuífero, este nunca se secará.
Añadió que debido a que los cocodrilos buscan agua para vivir, significan fertilidad y nacimiento, pues el agua es fundamental para la fertilidad de la Tierra.