La caminata la efectué en compañía de unas 40 personas, entre personal del Inguat, guías de turistas de la comunidad Carmelita, arrieros y cocineras. Fueron cinco días y cuatro noches inolvidables. En el recorrido se conoce asentamientos y estructuras del período Preclásico.
La aventura incluye caminatas de seis a ocho horas por día, comienza en la zona urbana de Carmelita, ubicada a cien kilómetros de Ciudad Flores, Petén y a 40 de El Mirador.
El primer día partimos a las 6 horas, caminamos 16 kilómetros hasta llegar al sitio arqueológico de El Tintal, a eso de las 14 horas. En el lugar apreciamos la pirámide Henequén, que tiene una altura de 47 metros.
El Mirador se encuentra al norte de San Andrés, a unos 140 km de Ciudad Flores.
Se puede llegar vía terrestre y aérea.
El Circuito Mirador lo conforman las ciudades Nakbé, La Florida y El Tintal.
Es cuatro veces más grande que Tikal y se cree que cuenta con más de cuatro mil pirámides.
Luego recorrimos dos horas más. Hicimos varias paradas para descansar y alimentarnos. La expedición se hace a través de un sendero sobre una topografía plana, lo que requiere que el turista esté preparado con calzado y vestuario adecuado y abundante agua.
El segundo día fueron 23 kilómetros. La travesía empezó a las 6 horas desde el campamento de El Tintal, un sitio arqueológico formado por más de 850 edificios, entre ellos el Patrón Triádico, que tiene un campo para juego de pelota, la Calzada Jade y La Acrópolis. Se pasa cerca de varias trincheras y el sitio de La Muerta, hasta llegar al crepúsculo.
El tercer día recorrimos unos ocho kilómetros en el área arqueológica de El Mirador. Visitamos la pirámide El Tigre, el Templo Garra de Jaguar, la Gran Acrópolis, el friso de los Gemelos del Popol Vuh y La Danta.
Tour opcional
El cuarto día fuimos a Nakbé, un tour opcional que representa otros 16 kilómetros desde El Mirador. El trayecto es agotador y al final de cada jornada dormíamos en hamacas en medio del bosque con champas de nailon, donde los monos aulladores fueron nuestro despertador, pues estos anunciaban el amanecer.
El retorno fue similar. En Carmelita nos bañamos y comimos algo. El viaje terminó con un abrazo y un apretón de manos con los compañeros de aventura, sin faltar la foto de grupo que quedó guardada en el libro de historias de expediciones que tiene como registro el Comité de Turismo de Carmelita”.
Proponen instalar un tren hacia El Mirador, Petén. Entérese cuánto costaría. @prensa_librehttps://t.co/iVYdfr4uy3 pic.twitter.com/xT0AK2o7VK
— Mundo Económico (@Economia_pl) March 25, 2016