Según Méndez, Cuevas ha despilfarrado recursos, puesto que se hizo de un vehículo último modelo que le habría costado a la Cancillería US$40 mil —unos Q311 mil—, cuando ya había uno modelo 2013 a su servicio.
También señala a Cuevas de haber contratado a allegados en el consulado sin ningún criterio.
“El peor cónsul”
Consultados migrantes en EE. UU., coincidieron en que desde la llegada de Cuevas los servicios han empeorado. Además, se quejan de que cuando efectúan algún trámite son remitidos a una oficina cuyo propietario, Carlos Calderón, podría ser afín a Cuevas y en donde se cobran precios muy elevados. Por ejemplo, exigen US$150 —unos Q1 mil 167— por una certificación del Registro Nacional de las Personas.
“En 30 años, es el peor cónsul que hemos tenido. Nos mandaron a un neófito; nunca nos habían mandado a alguien tan incompetente”, afirmó Méndez, por teléfono.
Francisco Cuevas ha figurado en la política desde que se retiró del periodismo.
A finales del 2009, durante la administración de Álvaro Colom, Cuevas fue nombrado viceministro de Apoyo Comunitario del Ministerio de Gobernación.
Tardó solo cinco meses en el puesto. A su salida denunció la existencia de un grupo paralelo vinculado con muertes extrajudiciales.
En enero del 2012, fue nombrado secretario de Comunicación Social de Otto Pérez Molina.
Durante su gestión se creó una oficina de monitoreo, utilizada para espiar a opositores del Gobierno.
En el Congreso se le señaló de haber elevado los gastos de publicidad gubernamental y de dudosas contrataciones de asesorías que oscilaban entre Q5 mil y Q30 mil, o de diagnósticos de hasta Q108 mil.
Según Guatecompras, durante la gestión de Cuevas se gastaron Q442 millones en publicidad estatal.
El 7 de noviembre pasado, renunció a la Secretaría por problemas de salud. Tres meses después, fue nombrado cónsul en Los Ángeles.
En su gestión abundaron las críticas por su supuesta inexperiencia en política exterior.
Wálter Batres, otro líder migrante de Los Ángeles, afirmó que desde la llegada de Cuevas se han multiplicado las manifestaciones y señalamientos contra el funcionario, y que este “no ha querido escuchar”.
“Es una situación vergonzosa, y como un típico político guatemalteco no le cala nada. Le han puesto rótulos, y lo traten como lo traten, parece como que no le molesta”, agregó.
Yessenia Nájera, quien reside en Los Ángeles desde hace 16 años, aseguró que la atención en el consulado empeoró con la llegada de Cuevas, y se lamentó de que el funcionario no atienda a los migrantes de manera digna.
Maltrato verbal, amenazas y cobros altos para efectuar los trámites son parte de las quejas de Nájera, quien asegura que son varios los guatemaltecos que piden al Gobierno la destitución de Cuevas. “Desde que él llegó, el consulado es de lo peor. Deberían asignar a alguien que sepa sobre el trabajo y que tenga amor hacia sus hermanos migrantes”, agregó.
Cuevas se defiende
Consultado Cuevas, rechazó los señalamientos y, por el contrario, afirmó que desde su llegada los servicios han mejorado e incluso se atribuyó la disminución de las deportaciones de connacionales desde EE. UU., que a su juicio obedece a la asistencia humanitaria y legal que se presta a los migrantes.
El funcionario atribuyó las denuncias a una “campaña de desprestigio” que inició Batres, quien sería amigo de Méndez, por una supuesta denuncia de acoso sexual a la que le dio trámite en la sede del consulado, algo que rechazó de manera tajante el líder migrante.
Cuevas añadió que no tiene ningún amigo o familiar que trabaje en el consulado, y aunque reconoció que alquila un vehículo nuevo para el servicio de la sede, fue porque “el anterior —modelo 2013— no estaba en buenas condiciones”.
También se desvinculó de promover entre los migrantes la oficina jurídica de Roberto Calderón, al decir: “No trabaja con nosotros y no tiene oficina en el consulado”.
Calderón también negó tener algún vínculo o negocio con el actual cónsul. “Yo soy partidario de que lo quiten —a Cuevas—. Si tiene que enfrentar algún proceso, que lo enfrente. No somos amigos, no tengo ninguna relación laboral con él”, indicó Calderón, quien también preside una organización de migrantes guatemaltecos en ese país.
Según Calderón, no solo él cuenta con oficinas que ofrecen trámites a guatemaltecos en el mismo edificio donde funciona el Consulado de Guatemala en Los Ángeles, por lo cual no le extrañaría que esas diferencias hayan originado las denuncias.
En cuanto al elevado precio de los servicios que ofrecen se justificó diciendo que el mismo Gobierno los cobra más caros de lo que se ofrecen en Guatemala.
Solo hasta octubre
En medio de las quejas y denuncias contra Cuevas, ayer, el secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Alejandro Palmieri, informó a Prensa Libre que este dejará el consulado de Los Ángeles a partir del 30 de este mes, pues se le aceptó la renuncia que presentó cuando el expresidente Otto Pérez Molina dejó el cargo.
Palmieri dijo desconocer si la salida del funcionario se debe a las denuncias de irregularidades en esa sede consular. No obstante, expuso que “Cuevas se identifica con la anterior administración”.
“Es seguro que habían varias quejas de su labor. Sea como haya sido, ya no estará después del 30”, manifestó Palmieri.
No está claro cuándo se dió por aceptada la renuncia pero Palmieri explicó que permanecerá hasta el 30, porque es costumbre en el círculo diplomático dar plazo para que se terminen los contratos de arrendamiento y planear la mudanza.
El vocero añadió que cuando Cuevas deje el consulado, la Contraloría revisará su gestión en esa dependencia.
Migrantes aseguran que la intención del cónsul es quedarse el tiempo que sea posible en Estados Unidos para pedir algún tipo de asilo, lo cual fue desmentido por Cuevas.