Arévalo dio a conocer esta semana que se trabaja en un diseño para designar a los gobernadores. En los últimos dos mandatos se convocó a la sociedad civil para que proponga a sus candidatos y después sea el mandatario quien los escoja.
“Más allá de plantearnos la designación de gobernadores, lo que estamos haciendo es el diseño para un cambio en el funcionamiento de las gobernaciones y en la creación de gobiernos de espacio local”, afirmó, al agregar que en los próximos días se conocerá la propuesta trabajada para la elección de estos cargos.
Importancia
Analistas refieren que en el pasado esos puestos se han utilizado para el pago de favores de campaña electoral o por el apoyo que dan diputados al Ejecutivo en el Congreso.
La importancia de la figura recae en la participación dentro de la comunicación con entidades estatales, el departamento al que pertenecen, las organizaciones de vecinos y el sector privado.
La normativa legal establece que el gobernador coadyuva al buen funcionamiento del aparato estatal por medio de la coordinación de las diferentes instituciones públicas que lo requieran.
Decisión política
“Va a ser importante que la identificación o la selección de estos cuadros políticos, desde el inicio, gocen de legitimidad”, dijo el analista político Ricardo Barreno.
Resaltó que en los Consejos de Desarrollo el gobernador se vuelve un líder, por lo que también es preciso que tenga conocimiento sobre la realidad de su región. Quien opte a este cargo debe tener las cualidades necesarias para satisfacer las necesidades de los vecinos de su departamento.
“Las discusiones que se llevan a cabo en estos espacios —los Consejos— son participativas, pero también técnicas y parten de la solución de problemas en infraestructura y sociales o en identificación de oportunidades para la inversión”, añadió Barreno.
El analista hizo ver que es una decisión política que toma cada gobierno, y sugirió que Arévalo debe identificar los cuadros que se le presentarán y que considere en ellos su liderazgo.
Barreno explicó que cuando no se alcanzan acuerdos entre las partes “se vuelven administraciones muy atrofiadas para la inversión, y en esos mecanismos es donde comienzan a involucrarse muchos intereses paralelos, negativos”.
Reto local
Por la naturaleza del cargo, es de suma relevancia el nivel de apoyo que tiene el Ejecutivo en los departamentos. Movimiento Semilla, que llevó a Arévalo a la presidencia, solo obtuvo una alcaldía y algunas concejalías, así como la representación de diputados en cuatro departamentos.
Esto, a criterio de los analistas consultados, es un riesgo que debe enfrentar el gobierno central, aunque con los consensos alcanzados en el Congreso para la elección de la Junta Directiva el apoyo local puede crecer.
“El desafío del gobierno, en este momento, es ensanchar su cintura política a nivel municipal”, agregó Barreno.
Luis Miguel Reyes, analista de la fundación Libertad y Desarrollo, considera que la bancada oficialista pudo haber cedido algunas gobernaciones. “El esfuerzo que se hará para designar gobernadores tendrá que ver también con lo que se haya hecho o se haya prometido a los diputados distritales”, comentó.
Reyes pone en valor que en la primera elección de la Junta Directiva celebrada el 14 de enero se obtuvieron 92 votos y en la repetición, por orden de la Corte de Constitucionalidad, la planilla formulada por el oficialismo recibió un mayor apoyo.
A su juicio, la razón podría ser el interés de los diputados distritales en llevar proyectos a sus territorios. “Hoy se ve natural que muchos de los diputados, en particular los distritales, gravitaran hacia el poder que tiene el Ejecutivo para poder incidir en cosas que les interesan”, detalló.
Asimismo, tiene peso en la base electoral, pues con los fondos que se destinan para atender las problemáticas de las comunidades mantienen ese favoritismo político de la ciudadanía.
¿Cuál es su función?
Entre las atribuciones establecidas en la Ley del Organismo Ejecutivo, el gobernador es el que preside el Consejo Departamental de Desarrollo Urbano y Rural, vela por la ejecución del presupuesto asignado a su departamento, impulsa el cumplimiento de las políticas y acciones generales y sectoriales del gobierno central, canaliza a las autoridades correspondientes los requerimientos de la población, y nombra o remueve funcionarios y empleados de la gobernación departamental que dirige, entre otros puntos.
Los gobernadores departamentales dependen de la Presidencia de la República con la mediación del Ministerio de Gobernación. Tanto los titulares como los suplentes gozan de las mismas inmunidades que un ministro de Estado.
Para su funcionamiento recibirán recursos del Presupuesto General del Estado. Además, estos no pueden ejecutar programas o proyectos de inversión ni prestar servicios públicos.
El mandatario es quien nombra, pero también, llegado el caso, el que puede destituir a un gobernador. La competencia de estos se circunscribe a cualquiera de los 22 departamentos en que son nombrados para el cargo.