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Legado
Joquín Orellana, de 87 años de edad, se presentó en junio del año pasado en Atenas, Grecia, donde estrenó la Sinfonía desde el Tercer Mundo, una obra de gran trascendencia para él y el arte guatemalteco.
“Creo que en mi labor artística se han proyectado elementos que significan guatemalidad: lo sacro, lo indígena y la magia del mundo centroamericano”, comentó el maestro.
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Anteriormente Prensa Libre contactó al maestro Orellana y le preguntó su opinión sobre recibir una pensión, y señaló que lo vía como un respaldo e intención de preservar ese legado musical.
“Es una buena respuesta al beneficio tan grande que a través de las obras se ha tenido una respuesta fidedigna de esa labor de enaltecimiento de los valores que significan Guatemala, respondió Orellana.
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