El ciclo básico lo cursó en el Instituto Adolfo V. Hall, en la capital. Allí se graduó de subteniente de reserva, y según recuerdan los vecinos de Flores, cada año llegaba a celebrar la Navidad y Año Nuevo y volvía a salir con sus antiguos amigos. Los vecinos de Flores dejaron de saber de Manuel Antonio cuando se graduó de básicos y viajó a Londres, aseguran, para estudiar inglés; luego vivió en Estados Unidos. Concluyó su formación académica en la capital, para ese entonces “ya era difícil verlo”, cuentan.
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En 2008, cuando llegó al Congreso como diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza, en Flores construyó su casa, en la calle 15 de Septiembre en la isla de Flores. A partir de ahí, verlo en público fue menos frecuente, sin embargo, los últimos días el tema principal en el área sigue siendo la captura de Manuel Baldizón, aunque muy pocos se atreven a discutir algún detalle en público.
Guatemala
Así recuerdan a Manuel Baldizón en la isla de Flores
La detención de Manuel Baldizón en Estados Unidos, ha sido tema de conversación en todo el país, principalmente en la isla de Flores, Petén, donde nació y creció y aún es recordado como “el muchacho tranquilo”.
En tres lustros, el político originario de Petén ha adoptado una serie de cambios para posicionarse ante la sociedad. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)
Manuel Antonio, a pesar de nacer en medio de una familia acaudalada, siempre fue humilde, al menos así lo recuerdan los pobladores de Flores que lo vieron crecer y convertirse en el personaje político y prolífero empresario.
Manuel Antonio “a nadie le faltó el respeto, siempre fue educado y servicial, era una alegría cuando venía a pasear. Nunca supe que haya discriminado a nadie y en ningún momento comentó que le gustaría ser diputado o presidente”, recuerda un vecino en la isla de Flores.
Otros vecinos, ahora adultos mayores, también recuerdan a Manuel Antonio Baldizón cuando, junto a su padre, Salvador, llegaba al lago a pescar. Otros recuerdan una ocasión en que tomó un micrófono en el parque de Flores y cantó Chévere-Chévere, popular canción, en ese entonces, de Jose Luis Rodríguez el Puma.
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Manuel Antonio cursó su primaria en la escuela J. Miguel Castellanos Pacheco, la misma escuela donde aprendieron a leer y escribir el resto de compañeros de su generación y, aunque de clases económicas distintas, todos jugaban y compartían el recreo. Integró la banda escolar y le gustaba tocar el redoblante, recuerdan otros compañeros de infancia, quienes aseguran tenía buena voz y, entre bromas, lo animaban a formar un grupo musical y él fuera el cantante.
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