Algo similar ocurre con la oferta de ayuda de EE. UU. para el Plan para la Prosperidad del Triángulo Norte de Centroamérica, que demanda un plan de acción con metas verificables e informes periódicos.
Descenso
Datos de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplán) revelan que la cooperación internacional ha decrecido en forma notable en los últimos años.
En el 2012, la ayuda fue de Q550.74 millones, y en el 2013 bajó a Q424.54 millones, lo que representó un 22.91% menos.
En el 2014 se recibieron Q335.85 millones, una baja de 20.89% en relación con el año anterior.
Si se compara entre 2012 y 2014, la ayuda cayó 39.02% en ese período.
Asimismo, los requisitos, condiciones y procesos para recibir los aportes son más exigentes.
Según la jefa de la mencionada secretaría, Ekaterina Parrilla, “tanto los países cooperantes como los receptores de cooperación se han visto obligados a diseñar de manera más específica a qué vienen los recursos, para qué los necesitamos y cómo serán ejecutados”.
La funcionaria considera que “no es un tema de endurecimiento de criterios”, sino más bien tiene que ver con responsabilidad, ya que “los recursos son menores y hay que generar programas donde se garantice que la ejecución será eficiente”.
visión crítica
Óscar Vásquez, presidente de Acción Ciudadana, considera que “Guatemala no supo aprovechar la cooperación. Hubo mucho despilfarro, no se gastaron de forma transparente todos los recursos y por eso se han incrementado las evaluaciones sobre beneficio, eficacia y transparencia”.
Agregó: “Esto también pudo haber provocado que se reduzcan las donaciones, ya que no hay muchas garantías de que el dinero se utilice de forma eficiente y transparente”.
Jorge Wong, politólogo de la Universidad de San Carlos, señaló que “la corrupción es una opción viable” para pensar en una baja de los aportes internacionales”. Agregó que “los cooperantes ya saben que los países de la región son poco eficientes en la ejecución del gasto”.
“La idea es: damos poco, pero enseñen bien dónde lo gastan. Es una política de apretarse el cinturón y piden que quienes reciben también lo hagan”, dijo.
Motivos
Karin Slowing, exjefa de Segeplán, indicó que desde la firma de los acuerdos de paz, en 1996, la cooperación internacional ha dado un enorme apoyo, por lo que para entender la reducción se requiere ver dos ángulos: global y local.
Explicó que después de casi 20 años la agenda de intereses de los países cooperantes se ha modificado. “Hay una creciente preocupación de concentrar los recursos en las áreas del planeta que más la necesitan, en particular África y parte de Asia, y más interés en la efectividad de esa ayuda. Ya no es solo dar, sino saber si los recursos tienen un impacto positivo”, afirmó.
Slowing agregó que “hay una creciente exigencia de que países como Guatemala, de renta media, paguen por su propio desarrollo a partir de fortalecer los fiscos nacionales con un sistema impositivo más justo y progresivo”.