El embajador de Guatemala en Belice, Estuardo Roldán, informó que solo está pendiente la publicación de la enmienda en la Gaceta, para que entre en vigencia en ese país.
La cadena de televisión 7 News Belize reportó hace unos días que senadores intercambiaron argumentos en favor y en contra del retiro de las restricciones.
Durante la discusión, hubo quienes dijeron que Guatemala presionaba y que no debería haber prisa, y otros aseguraron que no hay razón para posponer la aprobación ni el referendo, si se supone que todos quieren que de la solución final se encargue la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya.
En 2008 se negoció un acuerdo para que ambos países resolvieran en forma definitiva el histórico diferendo marítimo, territorial e insular, a través de una resolución en la CIJ, previo consultas populares en ambos países.
Sin embargo, durante las negociaciones, Belice endureció en silencio los requisitos para que un referendo en su país sea válido.
El Congreso y senado establecieron que para que una consulta popular sea válida debe participar un 60 por ciento del electorado, y que una de las respuestas tenga el 51 por ciento de los votos favorables, lo cual fue cuestionado por Guatemala durante años, porque, en general, a referendos asiste menos del 50 por ciento de las personas aptas para votar.
Ahora, la consulta en aquel país será válida con mayoría simple, es decir, la mitad más uno de los que asistan a votar.
Guatemala ya está lista para efectuar este año la consulta popular, y las dos partes tendrán que comenzar una campaña de información acerca del porqué de los referendos.
Después de un 2016 bastante tenso entre ambos países, tanto por la muerte de un menor como por recorridos en el limítrofe río Sarstún, autoridades beliceñas aseguran que se mantiene la calma, y que las relaciones entre los Ejércitos de ambos países “están bien”.