“Una de las cosas que el vicepresidente particularmente enfatizará es asegurarse de que los líderes (…) entiendan las condiciones asociadas a un paquete de ayuda por US$750 millones diseñado por la Casa Blanca y aprobado en el Congreso”, dijo el funcionario, que prefirió mantenerse en el anonimato.
“Es un monto importante de dinero pero viene con unas importantes condiciones”, añadió la fuente gubernamental.
Biden representará al presidente Barack Obama en la ceremonia de investidura del nuevo mandatario de Guatemala, Jimmy Morales.
Durante la visita relámpago de pocas horas, el vicepresidente estadounidense, encargado por Obama para impulsar las relaciones de Washington con América Latina, sostendrá una reunión bilateral con Morales y otro encuentro con éste y los mandatarios de El Salvador y Honduras.
El mensaje de Biden a los mandatarios centroamericanos será: “Estamos aquí para ayudarlos pero éste es un viaje que tenemos que hacer juntos”, agregó el funcionario.
Biden ayudó a diseñar con los tres países centroamericanos un plan de ayuda por valor de US$1 mil millones, pero el Congreso aprobó US$750 millones bajo un estricto esquema de condiciones.
Una cuarta parte del dinero será retenida por el Congreso hasta que el secretario de Estado, John Kerry, certifique y comunique a los legisladores que los países dan “pasos efectivos” para combatir la migración irregular hacia Estados Unidos, explicó el funcionario.
Condiciones
Adicionalmente, dijo que la entrega del 50 por ciento del aporte a los países estará condicionada a los esfuerzos de los gobiernos centroamericanos para combatir la corrupción y mejorar el sistema judicial y policial.
Según el funcionario, la lucha anticorrupción será la principal expectativa de Washington en el gobierno de Morales, un comediante sin experiencia política que asumirá la presidencia tras la caída del exmandatario Otto Pérez Molina, acusado de sobornos.
Una oleada de niños centroamericanos que cruzaron clandestinamente a Estados Unidos sin acompañantes en 2014 provocó una crisis que impulsó a la Casa Blanca a coordinar esfuerzos para reducir la violencia y pobreza en esos países que empujan a los migrantes a huir.
Aunque Washington lleva a cabo programas de refugio para migrantes centroamericanos, las autoridades siguen realizando deportaciones de inmigrantes que agotaron las instancias de pedido de asilo o tienen antecedentes criminales.
El secretario de Estado, John Kerry, anunció este miércoles un plan para expandir “las oportunidades de asentamiento” de refugiados.