El incremento en el presupuesto se materializó con el decreto 21-2022 denominado Ley para Fortalecer el Mantenimiento y Construcción de Infraestructura Estratégica. En un inicio se contemplaron más de cien obras en distintas rutas nacionales y caminos rurales, entre las cuales figuran recapeos menores y mayores, diseños y construcciones, señalizaciones viales y rehabilitación de la red pavimentada.
Su aprobación suscitó cuestionamientos de tanques de pensamiento por la presunta sobrevaloración de algunas obras y la falta de planificación y respaldo técnico para ejecutarlas. “El Icefi advierte que, en promedio, de aprobarse la iniciativa de ley 6043, la construcción de cada uno de estos 480 metros de tramos viales nuevos costaría Q 480,700.0. El peligro de obras sobrevaluadas también se corre en las tareas de mantenimiento, ya que, por ejemplo, la señalización de los 1,608 kilómetros de carreteras propuestos costaría Q 122.0 millones, es decir, un costo de señalización promedio de Q 75,893 por kilómetro”, advirtió el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) en su momento.
No obstante, la ley se aprobó el 15 de marzo y le fueron asignados los Q3 mil 191 millones al Civ, aunque tres meses después se le restaron Q400 millones para destinarlos al fondo de emergencia del Estado.
Actualmente, la cartera de comunicaciones cuenta con Q2 mil 791 millones distribuidos en la Dirección General de Caminos (DGC), Unidad Ejecutora de Conservación Vial (Covial), Unidad de Construcción de Edificios del Estado (UCEE) y Fondo Social de Solidaridad (FSS).
De estas la que más presupuesto tiene es Covial, con Q1 mil 648 millones de los cuales ha ejecutado el 38 por ciento. Le sigue la DGC, con Q1 mil millones y un porcentaje de ejecución de apenas el 5 por ciento. Mientras que la UCEE tiene Q73.5 millones, con 14 por ciento de ejecución y el FSS no ha ejecutado nada de los Q16.7 millones que tiene.
Prensa Libre se intentó comunicar con las autoridades del Civ por medio de la oficina de comunicación para consultar los motivos de la baja ejecución presupuestaria, sin embargo, al cierre de esta nota no hubo respuestas.
Falta de planificación
Geidy de Matta, analista política independiente, considera que si los recursos fueron trasladados al Civ y no se ejecutaron, esto evidencia una mala planificación de parte del ministerio.
“Debe haber una coherencia entre la planificación y la ejecución presupuestaria. Si hay espacio pero no hay ejecución, quiere decir que no se planificó.
“Es fundamental reactivar la inversión en infraestructura y crear nuevos kilómetros de carretera. Se está destinando el presupuesto a mantener lo mismo, solo que ahora con el impacto de desastres naturales que vienen a hacer más evidente la necesidad de rehabilitar la red vial. Eso implica priorizar y reestructurar lo que se deterioró”, dijo de Matta.
Explica que, si bien hay factores que pueden dificultar la ejecución, como la judicialización de algunos proyectos de carretera que se están investigando, el Estado debe hacer un esfuerzo por ejecutar. “Esos fondos deben ejecutarse porque si se plantearon a nivel de presupuesto, es porque hubo un soporte técnico”, comentó.
Pedro Prado, consultor en economía de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), considera que el bajo nivel de ejecución presupuestaria evidencia la necesidad de mejorar la gestión administrativa del Civ. Esto debe hacerse de manera urgente por el bienestar de la economía.
“Haber ejecutado solo el 25 por ciento de esos recursos es muy negativo para el bienestar de la sociedad en general y el crecimiento económico del país. En materia de competitividad, sabemos que la infraestructura es determinante. También en indicadores sociales. El tema de seguridad alimentaria y nutricional, por ejemplo, tiene mucho que ver mucho porque se refiere acceso físico de alimentos y si a eso sumamos el fenómeno inflacionario, la situación se hace más crítica”, dice Prado.
El entrevistado explica que es necesario que las políticas vayan coordinadas para mejorar la movilización de personas y bienes.
“Es una necesidad latente mejorar las carreteras del país, si queremos hablar de mejor turismo, que fue una de las actividades más golpeadas por la pandemia, y para Guatemala representa un gran potencial, tenemos que contar con buenas carreteras”, agrega.
Algunos proyectos que están pendiente de ejecutarse son los servicios de supervisión técnica, administrativa y abmiental del diseño y construcción del puente vehicular Belice II, el diseño y construcción de un paso a desnivel en Ciudad Satélite y construcción de un puente vehicular en la ruta CA-9 Norte, en San Antonio La Paz, El Progreso, entre otros.