En caso que un congresista sea separado formalmente de su bancada quedaría bajo la figura de independiente, que no es más que ser un diputado de menor categoría porque no tienen la facultad para integrar la Junta Directiva, presidir alguna de las comisiones de trabajo o incluso ejercer el rol de fiscalización, ya que tampoco tienen el respaldo para citar a funcionarios.
Pero aunque la novena legislatura tenga legalmente solo a dos independientes, en la práctica es distinto y muchos diputados han encontrado la manera perfecta para evadir la prohibición del transfuguismo, actuando de forma libre y sin perder las condiciones de un diputado de bloque.
La estrategia es simple: Ignorar los lineamientos y las bases del partido. Pero para que esta táctica sea efectiva se requiere, directa o indirectamente, la colaboración de la Junta Directiva del Congreso para no resolver las solicitudes de expulsión que algunos bloques ya presentaron.
Uno de los casos más emblemáticos desde el inicio de esta legislatura fue la fragmentación del bloque UNE, cuya fracción a fin al jefe de bancada, Carlos Barreda, señaló a otros de traición, incluido el diputado Santiago Nájera. En total son 11 los diputados que la UNE ya considera fuera de su bancada, seis expulsados y cinco separados.
Para el caso de Nájera por ser uno de los actuales secretarios de la Junta Directiva y reelecto para el periodo 2021 – 2022, con la decisión del partido pierde las facultades legales para ocupar el puesto, y según Barreda no existiría forma para impedir que el puesto sea ocupado por el diputado Julio Ixcamey, a quien el bloque verde eligió para el cargo.
“A mi juicio a ellos no les compete aceptarla o no aceptarla, porque no es competencia de la Junta Directiva, es un proceso interno del partido, nosotros lo que estamos haciendo es informándoles”, refirió Barreda. El equipo legal de la UNE explicó que si las autoridades del Congreso no notifican la decisión del partido podrían incurrir en retención de información e incumplimiento de deberes
También existe otra disputa a lo interno del bloque Bien, Fidel Reyes Lee fue aceptado como jefe de bloque por la Junta Directiva, mientras que otro grupo de diputados afirmó que quien ganó ese puesto fue la diputada Evelyn Morataya.
Según una fuente de la Comisión Permanente el diputado Reyes Lee solicitó separar a tres diputados de esta bancada, pero la petición no ha sido resuelta; otro caso pendiente de solución fue el del bloque Winaq quien pidió separar de la bancada al diputado Aldo Dávila.
Un año sin comisión
La falta de una postura de la Junta Directiva por el caso del bloque Bien ocasionó que no operara en todo el año la comisión de legislación y puntos constitucionales, cuya presidencia había sido designada al partido en cuestión.
Evelyn Morataya, integrante del bloque Bien y quien había sido electa jefa de bloque, dijo que han encontrado muchas limitaciones porque no se les toma en cuenta dentro de la bancada y esto dificulta el trabajo de fiscalización.
“Nos dejaron sin comisión, no nos permiten hacer comisiones, incluso en algunas comisiones donde quisimos estar, como en la de Asuntos Electorales, no nos quisieron recibir, tampoco en Finanzas, nos han limitado nuestro trabajo durante todo el año, hemos estado prácticamente al margen, castigados, la Junta Directiva nos trata como diputados independientes”, explicó.
La razón de esto, según Morataya, se debe porque no demuestran apoyo a la Junta Directiva, “como nosotros no votamos por ellos, el 14 de enero ni para la reelección, nos han tenido castigados a los diputados que no somos parte de la alianza y se decantaron por nombrar de una forma arbitraria y autoritaria al señor Fidel Reyes Lee como jefe de bloque”, concluyó.
Retraso intencional
La ley orgánica del Congreso no establece un plazo para que la Junta Directiva resuelva las solicitudes de expulsión, lo que deja un vacío legal a discreción de la Junta Directiva, que se encuentra dominada por la alianza oficialista.
“Yo lo que sospecho, que es opinión propiamente, es que ellos no quieren entrar a conocer estos temas porque entiendo que hay varias peticiones que están con la misma situación, entonces es algo que están como dejando pasar, como que todavía no quieren tocar estos temas que son bien fuertes para ellos también”, señaló Sonia Gutiérrez, jefa de bloque de Winaq.
Quien tiene esta sospecha más clara es Phillip Chicola, analista político de Fundación Libertad y Desarrollo, quien estima que resolver estas peticiones significa debilitar la propia alianza.
“Si se conociera la solicitud de separarlos y efectivamente se les separara de la bancada el diputado Santiago Najera no podría integrar la Junta Directiva del Congreso porque las reformas del 2016 estipulan que ahora los cargos son por bloque y no personales, obviamente eso hace trastabillar la alianza que dio origen a la Junta Directiva actual, yo creo que si hay un esfuerzo político, de parte de la Junta Directiva actual, para bloquear esa solicitud”, explicó.
Sin doble intención
Aunque las peticiones no son recientes no han sido resueltas por la Directiva durante el periodo ordinario, pero esto no se debe a una mala intención, según el diputado Armando Castillo, quien ocupa una vicepresidencia del Congreso y actualmente integra la Comisión Permanente.
“Son problemas internos de los partidos, muchas veces hay diferencias entre lo que quiere un Comité Ejecutivo de partido y lo que quiere una bancada, esa es una primera diferencia, luego diputados que tienen diferencias en su propia bancada o con su partido. Nosotros lo que hemos tratado, no es que tengamos un retraso mal intencionado, hemos tratado que los partidos resuelvan sus diferencias porque son temas internos, nosotros mal haríamos al meternos”, fundamentó para el caso del bloque Bien.
Al ser consultado por el caso de la UNE y Winaq afirmó que no ha visto esos temas en las agendas de la Junta Directiva, pero que de estar los expedientes serían temas que tendrían que conocer a la brevedad.
Por su parte Francisco Quezada, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien) ve positivo que el Congreso no haya resuelto las solicitudes de expulsión, por considerar que la prohibición del transfuguismo está mal redactada llegando a violar incluso derechos Constitucionales.
“Los diputados naturalmente se van a resistir por este costo que tiene y esto es bueno porque al final los partidos si van a expulsar a un diputado tienen que tener razones justificadas, razones que se haya atentado contra la ley y normas de ética del partido, hoy en día expulsar a un diputado simplemente porque no voto disciplinadamente, porque no les gustó un comentario o porque no empata ideológicamente con la bancada no va a ser una razón fácil para hacerlo a un lado”, señaló.
Ni buenos ni malos
Para Marcio Palacios, analista independiente, la crisis política actual solamente está poniendo en evidencia como los bloques de derecha e izquierda perdieron el rumbo por igual, ya que ninguno de los bandos responde a las necesidades sociales.
“Aquí quisiera subrayar que tanto alineados como no alineados son cómplices de un sistema, no es que quienes denuncian que se salgan sean los buenos, hay des legitimidad con todos, los partidos políticos ya no responden a su objetivo de mediar entre la sociedad y el Estado, de proponer soluciones, aquí los partidos ya entran a un choque de intereses tremendo”, refirió.
Así mismo Palacios resaltó que algunos abusan de la coyuntura para comenzar a perfil para un próximo periodo eleccionario, “es pura campaña política, salen a los medios, tienen voz, este es el espacio idóneo y lo están aprovechando para que la gente diga todavía hay algunos buenos, votemos por ellos en las próximas elecciones, esto también es parte del trasfondo”.
Cada bloque recibe un fondo de Q1 mil quetzales mensuales por cada diputado que tengan en su bancada, además aquellos que ocupan un puesto de la directiva obtienen beneficios económicos adicionales, por lo que pelear por no ser diputado independiente puede ser algo que supere un simple estatus.