Política

Cómo y porqué el TSE terminó por botar la compra del equipo tecnológico para el conteo de votos en la que parecía insistir

Sectores de la sociedad civil consideran que el Tribunal tomó la mejor decisión al desistir de este sistema biométrico que despertaba dudas del proceso electoral.

Organizaciones ven positivo que el TSE desista de la compra del sistema biométrico para las elecciones del 2023. Fotografía: Prensa Libre.

Organizaciones ven positivo que el TSE desista de la compra del sistema biométrico para las elecciones del 2023. Fotografía: Prensa Libre.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) lleva meses recibiendo críticas de sectores sociales quienes consideraban que se ponían en peligro la custodia de los votos con la compra de un sistema biométrico.

Ahora que el órgano electoral informó que va a desistir definitivamente de la compra para ser aplicada en las elecciones del 2023, estas organizaciones ven la decisión como una muestra de transparencia y de que el Tribunal quiere hacer las cosas bien.

Hasta antes de esto, el TSE había sido blanco de críticas por lo que se percibía como una insistencia con poca justificación para la compra de un equipo de esta envergadura, que podría poner en riesgo la transparencia del conteo de los votos y en consecuencia el proceso electoral.

Su historia

“Estamos viendo la incorporación de un aparato biométrico que pueda hacer toda la verificación de las personas que se presenten a votar”, explicó el 14 de julio de este año el magistrado Rafael Rojas, cuando aún era presidente del TSE.

Fue la primera vez que el sistema biométrico salió a luz, lo cual generó dudas ya que este proceso de conteo estadístico puede hacerse cotejando los propios datos del Registro Nacional de las Personas (Renap), apuntaron en aquella ocasión las organizaciones sociales.

“El desistir del sistema biométrico lo vemos de manera positiva, es algo que desde hace meses se dio la voz de alerta en Prensa Libre cuando se publicó ese primer evento y llamó mucho la atención. Nos preocupó porque  se modificaba nuestro modelo electoral”, refirió María de los Ángeles Fuentes, directora de Guatemala Visible.

El tema comenzó a ganar espacio en la opinión pública y en redes sociales, la implementación de un sistema biométrico para las elecciones del 2023 y sus potenciales riesgos de ser mal utilizado.

Las dudas crecían en la medida que se los eventos de licitación se abrieron paso de manera inadvertida, no hubo un anunció de parte de las autoridades electorales, que a criterio de diversos sectores habría sido la mejor acción para evitar sospechas y malas interpretaciones.

Para el pasado 23 de septiembre, el TSE había adjudicado en compras directas Q15.4 millones. Entre las adjudicaciones destacó la contratación de un servicio de diseño, desarrollo e implementación de una plataforma informática; la contratación de un servicio de monitoreo de redes sociales y seis licencias de para el uso de bases de datos.  oracle data base standard edition.

“Yo creo que el TSE tiene que comunicar los eventos de compras, publicitarlos”, refirió Raquel Zelaya, presidenta de la Asociación en Investigación y Estudios Sociales (Asies), quien saludó la reciente decisión electoral.

Pese a la ola de críticas y rechazo social que ya sostenía el TSE, los eventos de compra para eventos de tecnología siguieron su curso, pero detalles expuestos en notas periodísticas hizo que el órgano electoral tuviera que desistir.

El 27 de septiembre el TSE anunció dar marcha atrás a eventos de compra en tecnología que ascendían a Q600 millones y cuya empresa oferente era Smartmatic International Holding B.V.

La entidad mantenía como representante legal a Elizandro López Flores, exviceministro administrativo de Gobernación durante la administración de Alejandro Giammattei, lo que sumó más dudas al evento.

Pese a que el evento de compra quedó sin efecto, el tema permanecía en el ambiente a tal punto que varias organizaciones sociales, incluido el sector privado organizado, decidieron demostrar públicamente su rechazo a este evento de compra.

El pasado 7 de noviembre, en  la sede del TSE, diversos sectores pidieron al órgano electoral dejar atrás este evento de compra por los riesgos que supondría su implementación.

“Creo que esto es respuesta a la ciudadanía activa, el TSE ha atendido la petición ciudadana y está decidiendo dar un paso adelante para fortalecer el sistema actual. Dejan por un lado el experimento que querían mostrar”, declaró Pedro Cruz, presidente de Primero Guatemala.

El tema del sistema biométrico no había sido descartado por las autoridades.

Pero el 10 de diciembre el TSE sostuvo un encuentro con sectores sociales y privados, quiénes al exponerles nuevamente sus puntos de vista, llevaron a los magistrados electorales a desistir del evento de compra.

Irma Palencia, presidenta del TSE, informó este 12 de diciembre que la decisión de ya no comprar el sistema biométrico para las elecciones del 2023 es un hecho, y que este acuerdo será validado en la sesión de Pleno ordinaria de esta semana.

Pese a esta decisión que fue validada por organizaciones sociales, las mismas destacan que hay otros puntos a los que el TSE tiene que dar prioridad, si desea seguir dando muestras de transparencia y buena voluntad.

Publicidad y preparación

Señalan que cualquier evento de compra, por más mínimo que parezca, debe de ser publicitado según las entidades, ya que con esto se evitan malentendidos que puedan ensombrecer el futuro proceso de elecciones.

“Ellos (el TSE) tiene una urgencia para todo el software del proceso electoral y el que se necesita para la trasmisión de datos del día de la elección”, expuso Juan Carlos Zapata, director ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa).

Para este punto las entidades están en la buena voluntad de brindar acompañamiento al órgano electoral, pero no se trata solamente de un proceso informático, se requiere que el andamiaje electoral se conozca, según las apreciaciones de Fuentes.

“No me refiero únicamente al conteo de votos, sino a todo el sistema que utiliza el TSE. Esto viene desde que se abren los centros de votación, y lo que causa más inquietud es la trasmisión de votos, el conteo es manual, pero se transmiten y este sistema debe funcionar como un reloj suizo”, indicó.

Zelaya opina que el TSE debe preparar ya a los futuras Juntas Electorales, puesto que son ellos los encargados de la custodia de los votos.

“Se estima que serán cerca de 100 mil personas las involucradas. La convocatoria a elecciones es el 20 de enero, pero pueden empezar a invitar a quienes van a integrar las juntas por regiones”, refirió.

Se espera que la reunión ordinaria del Pleno de magistrados del TSE, donde quedará legalmente descartada la compra del sistema biométrico se desarrolle el este 14 de diciembre.

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