Los congresistas se mostraron sorprendidos con lo que calificaron de “un cambio de discurso del presidente electo, Jimmy Morales”, ya que pasó de criticar al Congreso a decir que tendría un acercamiento con este organismo.
“Esa posición hace pensar que Morales ya tiene alianzas con diputados, no bancadas, sino que lo están haciendo a lo individual”, indicó Amílcar Pop, jefe de Winaq.
Primer reto
El primer reto que deberá afrontar Morales es la aprobación de su primer presupuesto de ingresos y gastos sin contar con una bancada que lo apoye en las negociaciones.
Ayer por la mañana, el presidente de la Comisión de Finanzas del Congreso, Leonardo Camey, le solicitó a Morales, por medio de un comunicado, que nombre al ministro del Tesoro y al equipo que participará en la discusión del Presupuesto.
En conferencia de prensa, el presidente electo dijo que “sus operadores” en el Congreso serán José Carlos Castañeda, exmilitante del partido Acción de Desarrollo Nacional, y Juan Ramón Lam, director del Instituto Nacional de Estadística durante la gestión de la UNE.
Sin bancada
Morales tendrá el reto en el 2016 de hacer gobierno con una bancada electa de 11 diputados, sin “tránsfugas”, como lo prometió en sus discursos —prevén alianzas entre bloques, como los disidentes de Líder y del PP—.
El mandatario electo ha rechazado el transfuguismo y en sus últimas declaraciones sus respuestas fueron escuetas.
Además, se sabe que Javier Hernández, único legislador con experiencia de FCN-Nación, podría quedarse en el Ejecutivo.
Mientras, la UNE pelearía la presidencia de la Directiva del Congreso, lo que le complicaría más la labor al presidente electo.