Política

Suecia ha dado a Guatemala US$115.2 millones en cooperación; sin embargo, las relaciones bilaterales se empeoran

Guatemala es uno de los cuatro países de Latinoamérica donde Suecia tiene programas de ayuda enfocados a fortalecer la democracia y el Estado de Derecho, empoderar a los pueblos indígenas y la lucha contra la desnutrición y pobreza.

Suecia ha apoyado programas para el cultivo de peces en Chiquimula. (Foto: FAO/Programa de cooperación Sueca)

Suecia ha apoyado programas para el cultivo de peces en Chiquimula. (Foto: FAO/Programa de cooperación Sueca)

En cinco años (2016-2020) el Reino de Suecia invertirá en Guatemala US$115.2 millones, unos Q889 millones; es decir, más o menos el equivalente al presupuesto de los ministerios de Ambiente y Cultura y Deportes juntos para el presente año.

Pese a la millonaria ayuda, las relaciones entre los dos países parecen haberse deteriorado en los últimos dos años, al punto que el pasado 11 de septiembre la canciller Sandra Jovel, aduciendo limitaciones presupuestarias, anunció el cierre de la Embajada de Guatemala en el país escandinavo.

Hoy en día unos cerca de mil guatemaltecos están radicados en Suecia, según cálculos de la Cancillería, y aunque cerca de 300 firmaron una petición para que se reconsidere el cierre de la embajada al calificar esa decisión como un “grave error”, las autoridades no respondieron, por lo cual para hacer gestiones ahora deberán trasladarse hasta Belín, Alemania, a más de mil kilómetros de Estocolmo.

Programas de ayuda

De acuerdo con la Estrategia de cooperación 2016-2020, el objetivo de la asistencia sueca es apoyar la implementación de los Acuerdos de Paz firmados en 1996 y contribuir así “al fortalecimiento de la democracia, el respeto a los derechos humanos, la consolidación de la paz, la reducción de la violencia y la pobreza”.

La cooperación se divide en tres áreas que son:

  • Seguridad humana y libertad contra la violencia.
  • Fortalecimiento de la democracia y la igualdad de género, y mayor respeto por los derechos humanos.
  • Mejoras en las oportunidades y herramientas para permitir que las personas pobres mejoren sus condiciones de vida.

En cuanto a los planes específicos, la estrategia menciona proyectos encaminados a la lucha contra la corrupción y la impunidad, reducción del acceso a armas. La reconciliación posterior al conflicto armado, y prevención de la violencia de genero.

Un grupo de guatemaltecos y suecos durante una protesta anticorrupción. (Foto: Hemeroteca PL)

 

También se incluye el fortalecimiento de las instituciones democráticas para alcanzar más participación en los procesos políticos, así como programas para fomentar el respeto de los derechos humanos enfocado en los pueblos indígenas, mujeres y menores de edad, más acceso a salud reproductiva y sexual, y fortalecer el derecho del acceso a la tierra.

En cuanto a programas de apoyo directo a los guatemaltecos, la Estrategia menciona proyectos vinculados a la seguridad alimentaria sostenible y adaptación al cambio climático, uso adecuado de los recursos naturales y mejorar las oportunidades de empleo productivo.

Hasta el 1 de octubre

El pasado 11 de septiembre el Gobierno anunció el cierre de la Embajada de Guatemala en Suecia.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de aquel país informó que su gobierno ya fue notificado de esa decisión y que el cierre será a partir del 1 de octubre, la causa oficial es por “razones presupuestarias”.

Sin embargo, lo cierto es que la Cancillería solicitó Q20 millones 637 mil más para las embajadas y misiones que el país tiene en todo el mundo para el próximo año, y de aprobarse el proyecto de presupuesto, en el 2020 recibirán Q226.2 millones.

En el 2017 los guatemaltecos en Suecia también protagonizaron una manifestación. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

 

Jovel dio a conocer días después de anunciar el cierre que esta decisión obedece a una “reorganización de prioridades del servicio exterior” y aseguró que la clausura de la sede diplomática en el país nórdico no afectará las relaciones bilaterales entre ambos países.

Decisión inexplicable

El exvicecanciller Luis Padilla, quien durante 25 años fue embajador de Guatemala en varios países y en las Naciones Unidas, afirmó que apelar a cuestiones presupuestarias para cerrar la embajada en Suecia “no tiene lógica”, toda vez que se han abierto otras sedes diplomáticas en países como Australia y Sudáfrica que tienen menos relaciones diplomáticas o económicas con el país y además, no son cooperantes.

Para Padilla no existe otra explicación más de que la medida del Gobierno de Guatemala obedece a la cooperación que Suecia dio a oenegés y a la sociedad civil, pero sobre todo a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).

Y en efecto Suecia fue detrás de EE. UU. el segundo mayor cooperante de la misión antimafias de las Naciones Unidas que culminó su mandato el pasado 3 de septiembre por decisión del presidente Jimmy Morales.

Según reportes de prensa, hasta el año pasado el país escandinavo había aportado US$36 millones para el funcionamiento de la Comisión cuya finalización se concretó luego de que las relaciones entre ambos actores se deterioraran después de la acusación que la Cicig hiciera en contra de familiares del presidente Jimmy Morales.

El embajador de Suecia, Anders Kompass, durante la donación de US$9 millones para la Cicig en enero del 2018, actividad en al cual el Gobierno asegura que habló mal de los guatemaltecos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

De acuerdo con Padilla, el cierre de la sede diplomática “es lamentable porque en los países escandinavos hay una buena cantidad de gente guatemalteca, y esta embajada también atendía a los guatemaltecos en Finlandia, Noruega y Dinamarca”.

Además, al ser Suecia miembro de la Unión Europa, Padilla no duda en que esa acción tenga algún efecto en el resto de los países de ese bloque.

“Cuando Guatemala cierra su embajada en un país miembro de la Unión Europea, el resto de los países, obviamente, se resiente. Indudablemente eso es así cuando se toma una decisión poco amistosa”, apuntó Padilla; quien, no obstante, descarta que esas naciones tengan en planes reconsiderar su cooperación.

Y en efecto, el Ministerio de Exteriores sueco respondió: “Suecia tiene una relación larga y extensa con Guatemala, una relación que mantendremos”.

Viejas rencillas

 

La clausura de la Embajada se suma al requerimiento del Gobierno de Guatemala a Suecia en mayo del 2018 para que relevara al embajador Anders Kompass por una supuesta injerencia extranjera del diplomático que, según la Cancillería, se refirió al país de una forma inapropiada.

Guatemala sostenía que Kompass había “ofendido” al país porque interpretó que el diplomático calificó de corrupta a toda la sociedad. El gobierno, incluso, amenazó con declararlo non grato y expulsarlo después de que Suecia calificara la petición de “desafortunada”.

Durante un acto público el embajador sueco refirió: “Es cierto que (decir que) la cultura es mala no es muy lejos de decir que la gente es mala y no creo que sea correcto. Ni tan poco un buen incentivo para alcanzar los cambios. Por eso es más correcto decir que el problema son las instituciones públicas y disfuncionales y no la gente”.

Oficialmente Kompass aún es el embajador de Suecia en Guatemala ya que no fue relevado ni expulsado del país puesto que la Corte de Constitucionalidad resolvió que el Ejecutivo debía buscar una solución amigable en torno al caso.

Fue llamado a consulta el pasado 19 de febrero.

Seremos afectados

 

Y quienes principalmente pagarán las consecuencias del deterioro de relaciones entre ambos países son los guatemaltecos que radica en Suecia puesto que por hacer un requerimiento tan sencillo como solicitar un certificado de nacimiento, inscripción de niños o tramitar un pasaporte, deberán invertir tiempo y dinero para viajar hasta Berlín, Alemania.

Luis Morales, tiene seis años de radicar en el país nórdico. Viajó por motivos familiares y se quedó a trabajar y estudiar. Afirma que la comunidad chapina está “molesta” por “la descortesía y falta de respeto” que representa el cierre de la embajada porque “Suecia ha sido muy buena con Guatemala”.

Asegura que un boleto para viajar a Alemania cuesta alrededor de Q2 mil. Recordó que los afectados serán no solo los guatemaltecos en Suecia, sino también en Finlandia, Noruega, Dinamarca y Letonia.

Agregó que aparte de migrantes que han viajado por cuestiones de estudio o familiares, en Suecia también hay muchos indocumentados que han viajado por trabajo, por lo cual a ellos se les dificultará más viajar a Alemania para tramitar un pasaporte.

Morales lamentó que no han recibido ninguna comunicación de las autoridades después que el 18 de septiembre entregaron una carta a la ministra consejera de la Embajada, Patricia Lavagnino, donde pedían a la canciller no cerrar la embajada.

“En la carta, los guatemaltecos aseguran que “Suecia ha sido un país que ha ofrecido su solidaridad a Guatemala”, además aseguran que “el cierre de nuestra embajada en Estocolmo dejaría a Guatemala con la imagen internacional de ser un país que resuelve conflictos diplomáticos, no de acuerdo con los estándares establecidos que rigen las relaciones internacionales”.

Además de considerar que la decisión del gobierno guatemalteco un “berrinche”, los firmantes dicen que “Guatemala necesita fortalecerse como país en desarrollo y dejar de actuar como tercermundista. Necesitamos promover nuestra cultura, establecer relaciones con países que nos amplíen la perspectiva, que con sus sistemas nos sirvan de ejemplo”, puntualizaron.

Contenido relacionado

Cancillería resta importancia al llamado a consulta de embajador Kompass

Anders Kompass, a un paso de ser expulsado de Guatemala, dice Cancillería

Nueve muertos en accidente de pequeño avión en Suecia

 

ESCRITO POR:

ARCHIVADO EN: