Política

Críticas políticas y técnicas al nuevo préstamo de US$500 millones que se aprueba en el Congreso

Expertos señalan que no es prudente para el país adquirir una nueva deuda por 500 millones de dólares como pretende la Presidencia y sus aliados.

Para la sesión de este miércoles 20 de abril la Junta Directiva no levantó la sesión pese a no tener quorum, esperaron varios minutos para alcanzar la cantidad necesaria para que el préstamo fuera aprobado en su segundo debate. Fotografía: Congreso.

Para la sesión de este miércoles 20 de abril la Junta Directiva no levantó la sesión pese a no tener quorum, esperaron varios minutos para alcanzar la cantidad necesaria para que el préstamo fuera aprobado en su segundo debate. Fotografía: Congreso.

La alianza oficialista del Congreso tiene el poder para aprobar leyes en cuestión de horas. Lo confirmaron con el presupuesto del 2021, con los subsidios en combustibles y con otras iniciativas expres.

Tras dos semanas de descanso por Semana Santa, la primera por desinfecciones en edificios del Legislativo y la segunda por el asueto, los diputados parecen ir a toda prisa con la aprobación de decretos.

Sus esfuerzos están centrados ahora en la iniciativa 6050, que presentó el Organismo Ejecutivo el 17 de marzo, para finales ya tenía dictamen favorable y esta semana tuvo sus primeras dos lecturas.

Se trata del “Préstamo para Políticas de Desarrollo de Respuesta y Recuperación ante la Crisis en Guatemala”, que sería suscrito con el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF).

Aunque Guatemala hizo la solicitud del préstamo en 2020, cuando el país enfrentó la parte más aguda de la pandemia, el Ejecutivo decidió presentar la iniciativa de ley en marzo de 2022, un año antes de las elecciones generales del 2023.

El visto bueno del BIRF tiene fecha de vencimiento. Si Guatemala no aprueba el préstamo antes del próximo 25 de noviembre se perderá el acceso a los 500 millones de dólares que pretende el Gobierno, según explica el dictamen.

La forma en que opera la alianza oficialista dentro del Congreso ya es conocida, cuando una iniciativa les interesa su primera y segunda lectura se programan de manera consecutiva, dejando el tercer debate y redacción final para la semana siguiente.

Expertos en economía y transparencia estiman que el proyecto no es lo mejor, que sería prudente desistir de él ya que además de no tener sustento técnico existe demasiada desconfianza en las actuales autoridades.

Como una piñata

Si existe la necesidad de recursos es prudente buscar otras alternativas antes de pensar en una nueva deuda, eso según la visión de Fritz Tomas, economista.

Él asegura que podrían hablarse de una contención de gasto, priorizar recursos y evitar adquirir una deuda que a futuro comprometerá a la nación, aunque explica porque en ocasiones los Gobiernos optan por más préstamos.

“En el Gobierno preguntar si quieren más crédito es como preguntar a una piñata si quieren más dulces. El entusiasmo por más deuda, es decir el entusiasmo por más dulces, está en proporción que tan cerca se este de la piñata”, explicó.

Su recomendación es no apostar por otro préstamo aunque está consiente que está visión rara vez se entiende en el esquema de Gobierno, “en el ámbito político no operan los mismos incentivos, si usted adquiere un crédito esto va a mermar sus gastos en el futuro, pero los funcionarios ya no van a estar en el cargo cuando se tenga que pagar esta deuda”.

Tomas agregó: “Fiscalmente no parece muy aconsejable aumentar la deuda. Yo no percibo que en esta coyuntura haya demasiada confianza por la manera en que se van a utilizar esos fondos, por ejemplo con la ampliación de los Q3 mil millones…si es de cuestionarse la ejecución efectiva y eficiente”.

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¿Fondos de campaña?

Para Edie Cux, director de Acción Ciudadana (AC), la premura por aprobar este préstamo se debe más a un tiempo político que a una autentica crisis nacional.

“El Congreso al parecer lo único que está privilegiando son los compromisos, campañas políticas del 2023, por eso no solamente pretenden aprobar un nuevo préstamo con 500 millones de dólares, sino también tienen los Q3 mil millones de ampliación para el Ministerio de Comunicaciones”, señaló.

El diputado Samuel Pérez, de Movimiento Semilla, tiene la misma percepción por la prioridad que le dan a la iniciativa, “este proyecto curiosamente está avanzando muy rápido en el Pleno, no vemos que tenga ningún objetivo claro. Pareciera que es para financiar con deuda la campaña electoral de los aliados al oficialismo; además no tiene  ninguna justificación adquirir deuda cuando hay saldos de caja”.

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Rechazan más deuda

En la pasada reunión de Jefes de Bloque el diputado Óscar Chinchilla, jefe de la bancada de Compromiso Renovación y Orden (Creo), fue una de las voces que estuvo a favor con que el proyecto fuera incluido esta semana.

Pero no todos los diputados de la bancada opinan de esa manera, el congresista Rodolfo Neutze afirmó como legislador y Secretario General de Creo, que no apoya la iniciativa.

Incluso destacó que existen más proyectos que pueden a ayudar a la economía, específicamente al sector turismo que ha sido de los más afectados por la pandemia, pero que son iniciativas que no caminan.

“Este es un juego de garrote y zanahoria; nos dieron la zanahoria de que van a invertir en infraestructura pero ahora nos viene el garrotazo que es endeudar más al país. Si había una recaudación mejor eso era para financiar el presupuesto, no para gastarlo y luego pedir prestado”, indicó.

El denominado Grupo Parlamentario de Oposición (GPO) tampoco está a favor, el diputado Orlando Blanco señaló que existen fondos de caja y que es prudente usarlos antes de tomar otra deuda.

“El Estado ahorita tiene más de Q21 mil millones en caja, entonces para que comprometernos con más préstamos. Esta es una maniobra, en este Gobierno hemos adquirido más de Q50 mil millones de endeudamiento”, precisó.

Defiende el préstamo

Ante la instancia de Jefes de Bloque el pasado lunes 18 de abril, Álvaro González Ricci, ministro de Finanzas, defendió el nuevo préstamo explicando que no implica tener más deuda.

“Que podamos utilizar los recursos provenientes de este préstamo en lugar de la emisión de bonos del tesoro. Aquí hay que aclarar que no es subir la deuda del país, es simplemente no emitir bonos del tesoro”, señaló el funcionario.

Ricci fue cuestionado por Álvaro Arzú Escobar, jefe de bloque de Partido Unionista, debido a que existe una buena proyección para la recaudación, lo que implicaría no tener que arriesgarse con un nuevo préstamo.

Pero el ministro de Finanzas explicó lo siguiente: “Hasta el 31 de diciembre de este año vamos a saber cómo cerramos la recaudación, ahorita la tendencia es que podamos cerrar con Q4 mil millones más si todo sigue como hasta el momento (…) raspar la olla para quedarnos en cero nos quedaríamos sin recursos para responder ante cualquier eventualidad”.

El préstamo de 500 millones de dólares es equivalente a poco más de Q3 mil millones, misma cantidad que el Congreso añadió al Ministerio de Comunicaciones hace algunas semanas.

Debido a esa ampliación y a los demás subsidios aprobados recientemente por el Legislativo, según Finanzas el saldo de caja actualmente asciende a únicamente Q1 mil 880 millones.

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