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Hay que recordar que la mayoría de la población acudirá a las urnas en junio próximo, al igual que en las otras ocasiones, sin una noción clara del trabajo que este organismo centroamericano realiza. De hecho, la boleta correspondiente al Parlacen es la que recibe la mayor cantidad de votos nulos o en blanco. Para las elecciones de este año, el único partido de los 27 inscritos que ha indicado que no postulará para el organismo centroamericano es el Humanista.
Según las Memorias Electorales del Tribunal Supremo Electoral (TSE), en el 2015 el voto nulo fue de 7.6 por ciento y el “en blanco” fue de 8.3 por ciento, de cinco millones, 237 mil, 633 emitidos; mientras que en el 2011 fue de 9.31 por ciento y 7.5 por ciento de cinco millones, 50 mil, 909 emitidos, respectivamente.
Gabriela Ayerdi, coordinadora de proyectos de Acción Ciudadana, explica que el objetivo de la creación del Parlacen era buscar la integración de los países centroamericanos en temas económicos, sociales y migratorios, entre otros, pero que “debido a sus pobres resultados se debería analizar si es viable su existencia”.
Para su funcionamiento, el Congreso de la República aprobó en noviembre del 2018 US$1.7 millones (unos Q13 millones, al tipo de cambio del 1 de marzo), cifra que también deben aportar anualmente cada uno de los estados miembros como lo son: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Panamá y Puerto Rico, lo que genera un presupuesto global de US$10.2 millones (Q76.5 millones).
Además, fuentes de la vicepresidencia de la República indicaron que por concepto de alquiler el Estado guatemalteco paga Q48 mil mensuales.
“Refugio de políticos”
José Carlos Sanabria, analista político de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), al ser consultado indicó que, “lamentablemente, este organismo no ha cumplido con la función para la que fue creado y se convirtió en un espacio para el compadrazgo, el clientelismo y el favoritismo de los partidos políticos, lo cual se manifiesta cuando se designan las planillas de sus candidatos”.
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Sanabria añade que la población tiene la percepción de que este organismo es un espacio en donde “muchos políticos buscan refugio para aprovechar que su actividad se mantiene bastante alejada de la dinámica nacional. Los actores que generan opinión no le dan seguimiento al trabajo que efectúan, situación que es aprovechada para premiar a algunas figuras políticas”.
Entre los parlamentarios guatemaltecos cuestionados que ocupan una curul en este organismo —y que buscarán continuar por otro período— se encuentra Gilmar Othmar Sánchez, de FCN-Nación, quien es sindicado por el Ministerio Público (MP) y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) por la simulación de un evento de alimentación de 564 personas en el Registro de la Propiedad en el 2013. Actualmente, se encuentra sin inmunidad.
En ese caso también están implicados Samuel Morales, quien pretende ganar una curul del Congreso de la República por el municipio de Guatemala, apoyado por FCN-Nación, y José Manuel Morales Marroquín, hermano e hijo del presidente Jimmy Morales, respectivamente. En el caso también se encuentran involucradas otras 22 personas.
Otro caso sonado es el del expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, quien es señalado en casos de corrupción. Uno de ellos es la supuesta malversación de US$47 millones durante su gestión. Actualmente se encuentra en confinamiento en la prisión Federal de Miami, Estados Unidos, ya que es requerido por la justicia de su país.
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Diputados “caros”
En cuanto a la remuneración, según diputados de ese organismo consultados por Prensa Libre, el salario mensual oscila entre US$4 mil (Q30 mil) y US$ 4 mil 500 (Q33 mil 750), formado por US$1 mil 200 de sueldo base (Q9 mil) más US$3 mil 200 (Q24 mil) para gastos de representación, lo cual depende de la cantidad de sesiones a las que asistan. Las plenarias se llevan a cabo en la Ciudad de Guatemala (una semana) y las de comisiones (una semana) que se efectúan en las subsedes de cada uno de los países que integran el ente.
Para conocer los datos oficiales del Paralcen se solicitó una entrevista y se envió un cuestionario a la Presidencia de este organismo desde el 12 de febrero pasado, a través de la oficina de Comunicación Social. Sin embargo, a la fecha de la publicación de este artículo no se ha recibido respuesta.
Al respecto el exvicepresidente de Guatemala, Alfonso Fuentes Soria, quien después de dejar el cargo, junto con el exmandatario Alejandro Maldonado Aguirre pasó a ocupar una curul en ese organismo, en el 2016, dice que, aproximadamente, los diputados ganan unos US$4 mil, y confirma que reciben US$1 mil 200 de sueldo base, lo cual depende de la cantidad de sesiones a las que asistan.
Por su parte el también parlamentario centroamericano Pablo Ceto, quien llegó postulado por la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca y el partido Winaq, dice que el monto asciende a US$4 mil 400.
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Según Fuentes Soria, cuando no asisten a las reuniones mensuales que se celebran en la sede central ubicada en la zona 5 de la Ciudad de Guatemala o a las que efectúan en las sedes locales de cada uno de los países, se les hacen descuentos en los gastos de representación.
Indicó que el trabajo mensual de los diputados del Parlacen se divide en sesiones de una semana que efectúan en las subsedes de sus países y en las plenarias que se llevan a cabo en la Ciudad de Guatemala, para lo cual deben viajar y pagar su estadía con los gastos de representación.
Estos son los diputados electos por Guatemala para el período 2016-2021:
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No es vinculante
Desde su constitución en 1991, el Parlacen fue creado como un espacio para lograr la integración regional, sin embargo, sus resoluciones no son vinculantes, es decir, que ningún país está obligado a cumplir las recomendaciones que emite.
De acuerdo con Fuentes Soria, lo que dificulta que el trabajo que realiza el ente sea aplicado en los países de la región es que no se ha logrado equiparar en las leyes de cada nación. “Se han hecho esfuerzos, pero no se ha logrado que esas recomendaciones sean vinculantes, con carácter obligatorio”.
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