Hace 33 años, el candidato presidencial del Partido Humanista incursionó directamente en la política partidaria. Pasó por la diplomacia nacional e internacional, y ahora fecunda la idea de dirigir al país desde el Organismo Ejecutivo.
Sobre su pasado, la sombra más intensa es un caso de adopciones ilegales en su entonces recién estrenada profesión: abogacía y notariado. Ahora, el candidato insiste en que fue un ataque político por sus ideas en oposición al régimen militar de Romeo Lucas García, un suceso que no le impidió asumir altos cargos en las Naciones Unidas décadas después.
Hace cuatro años, Mulet fue invitado a competir por la Presidencia por el partido Todos; sin embargo, aunque en ese entonces manifestó su interés en unirse a esa agrupación política fundada por Roberto Alejos Cámbara y ahora dirigida por el diputado Felipe Alejos, optó por una plataforma propia y comenzó la organización que ahora lo postula para la máxima magistratura: el Partido Humanista.
Alrededor de Mulet no hay nadie. No hay círculos políticos, “porque eso hace daño”, explica el candidato, quien, durante una entrevista a Prensa Libre, insiste en que sí hay equipos técnicos en el Partido Humanista, pero nadie es cercano a él.
En las últimas dos décadas, Mulet ha hecho su carrera fuera del país, en puestos oficiales, como diplomático en los gobiernos de Ramiro de León Carpio y Alfonso Portillo Cabrera, y luego ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
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Pero la cercanía de Mulet con Portillo no se limita al trabajo diplomático en su gobierno. El candidato del Partido Humanista visitó al expresidente en la cárcel federal de Denver, Colorado, EE. UU., cuando cumplía condena.
En una entrevista del 2015, Mulet reconoció que atendió una invitación de Portillo, de quien dijo “se rodeó de personas equivocadas”.
Equipo de trabajo
La ausencia de Mulet del país por su carrera profesional borra rastros en la última generación política, por lo que para entender sus alianzas estratégicas para llegar a la presidencia se revisa algunos nombres que resaltan como candidatos a diputados, que a su vez Mulet reconoce como personas cercanas a él, o al menos, conocidas desde hace mucho tiempo.
Uno de los nombres que destaca alrededor de Mulet y su propuesta es Rodolfo Dougherty Liekens, quien encabezó el equipo que diseñó el plan de gobierno del Partido Humanista.
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Dougherty es hermano de Julio Dougherty Liekens, que hasta este año presidió el Tribunal de Honor del Colegio de Abogados y Notarios.
Rodolfo Dougherty fue diputado al Parlamento Centroamericano y en el 2015 fue candidato a la Vicepresidencia por el Partido Republicano Institucional, junto a Fernando Pérez, el último diputado electo por el FRG, en el 2011, antes de la desaparición definitiva del partido en el 2013.
Al único que en esta coyuntura electoral Edmond Mulet reconoce como cercano y, hasta ahora, al que escucharía en el Ejecutivo, es a su compañero de fórmula, José Pérez Marroquín.
Pérez Marroquín tiene experiencia diplomática: fue vicecanciller en el gobierno de Alfonso Portillo, mientras Mulet se desempeñaba como embajador de Guatemala ante la Unión Europea, el Reino de Bélgica y el Ducado de Luxemburgo.
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El vicepresidenciable volvió al Ejecutivo durante la administración de la Unidad Nacional de la Esperanza y llegó a ser el secretario privado del vicepresidente Rafael Espada. Para la administración de Otto Pérez Molina, ofreció asesorías en la Comisión Presidencial de Derechos Humanos (Copredeh).
Estratega parlamentario
Uno de los hombres más cercanos a Mulet, al menos en esta etapa política, es el actual secretario general del Partido Humanista: Rudio Lecsan Mérida, quien encabeza la nómina del Listado Nacional para el Congreso de la República y de alcanzar un escaño sería quien lidere la bancada Humanista.
Lecsan Mérida es reconocido por el propio Mulet como un amigo y fundador también del Partido Humanista.
Sin embargo, Lecsan Mérida no es un desconocido en la política nacional: fue diputado al Congreso en 1994 por la Unión Democrática y en el 2000 por el Frente Republicano Guatemalteco (FRG). En el 2011 también intentó llegar al Congreso, siempre nominado por el FRG, pero no lo consiguió.
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Lecsan Mérida dirigió la Policía Nacional Civil durante el gobierno de Alfonso Portillo Cabrera y, antes, asesoró a la Comisión de Derechos Humanos del Congreso, cuando la bancada de Efraín Ríos Montt controlaba con una aplanadora legislativa el Parlamento.
Con esos antecedentes, Lecsan no es novato en la política y Mulet lo reconoce, al mismo tiempo que reconoce la necesidad de tener “gente con experiencia” que pueda trabajar en el Congreso, en un eventual gobierno del Partido Humanista.
El FRG del 2000-2004 estaba fragmentado. Dos corrientes convivían en el seno del partido: una controlada por Efraín Ríos Montt y el brazo ultraderechista que él representaba y otra corriente afín al entonces presidente Alfonso Portillo, que lo acompañaba en la administración desde el Ejecutivo.
Mulet justifica la afiliación política de Lecsan Mérida al FRG y su participación en ese gobierno como una aspiración de servicio; sin embargo, al darse cuenta de la corrupción institucional, decidió renunciar a la dirección de la Policía.
No obstante, Lecsán Mérida siguió cercano al FRG hasta el 2011, cuando fracasó en un nuevo intento de llegar al Congreso con esa bancada, que para entonces se había desgastado políticamente y en esas elecciones solo logró un escaño, el de Luis Fernando Pérez.
En el Partido Humanista, Lecsan Mérida tendría la misión, según el propio Mulet, de dirigir las negociaciones y cabildeos políticos necesarios con la actual legislatura después de ganar la presidencia, con el objeto de obtener el presupuesto necesario para el próximo año.
¿Cerca de González?
Otro candidato al Congreso de la República por el Partido Humanista con nexos a actores cuestionados es Ronald Virgilio Bollat Sandoval, hermano de Luis Bollat Sandoval, director del grupo Albavisión, el emporio de la televisión abierta, frecuencias radiales y cadena de cines en el país, propiedad del magnate mexicano Ángel González, cuya esposa Alba Lorenzana es prófuga, vinculada, en el caso de financiamiento electoral ilícito, al Partido Patriota en la campaña del 2012.
Otro Bollat, Alejandro Bollat Herrera, sobrino del candidato de Humanista e hijo del director de Albavisión, también busca un puesto de elección popular, propuesto como candidato a la alcaldía de Guatemala por el oficialista Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación).
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Albavisión no financia al Partido Humanista ni recibe ningún otro apoyo, asegura Mulet al cuestionarle la inclusión en sus filas de un Bollat.
Para Mulet, que un Bollat Sandoval esté entre las filas de candidatos nominados a un escaño en el Legislativo no obedece a ningún interés empresarial. En cambio, el candidato del Partido Humanista asegura que Ronald Virgilio ha sido “conocido de toda la vida” y, asegura, el vínculo familiar del candidato a diputado hasta ahora no le ha valido al Partido Humanista para tener un trato preferencial en los medios controlados por Albavisión.
Sin embargo, un informe publicado en abril por Mirador Electoral, realizado por Asociación Desarrollo, Organización, Servicios y Estudios Socioculturales (DOSES), da cuenta que Mulet es el tercer candidato que más infomerciales -noticias con más contenido propagandístico que periodístico— ha recibido en los canales de televisión abierta propiedad del consorcio Albavisión, que dirige Ángel González a través de Luis Bollat Sandoval.
¿Víctima o victimario?
El nombre Edmond Mulet inevitablemente está vinculado a una acusación que el candidato explica complacientemente sin importar la insistencia con la que se le menciona: una trama de adopciones ilegales que él operaba desde Guatemala en la década de los 80.
El jueves 26 de noviembre de 1981, Prensa Libre titulaba: “La captura es un show político, afirma Mulet”.
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Un día antes, el joven abogado había sido detenido y señalado de dirigir en Guatemala una estructura de trata de menores y Mulet habría facilitado la adopción de niños a familias en Canadá.
Mulet era joven, pero ya inclinado a la política. Apoyaba al Partido Nacional Renovador (PNR) y se declaraba opositor del gobierno de Romeo Lucas García.
El PNR y la Democracia Cristiana Guatemalteca se habían unido en una coalición presidencial que impulsaba la candidatura de Alejandro Maldonado Aguirre, y fue por la intermediación de ellos que Mulet recuperó su libertad al día siguiente.
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Casi cuatro décadas después, Mulet insiste en que los cargos que se le imputaban tenían un trasfondo político y, asegura, solo lamenta “no haber podido salvar a más niños”, calificando esos procesos por los que fue cuestionado como actos de buena intención para poder dar mejor vida a los niños.
Mulet se guarda otra carta bajo la manga al ser cuestionado sobre su pasado: haber sido subsecretario adjunto de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Para poder trabajar en la ONU hay un proceso de investigación exhaustivo, y si hubiera habido algo malo en mi trayectoria nunca me hubieran contratado”, responde, al tiempo que asegura no ocultar nada en sus intenciones políticas.
*Nota del editor: La versión original fue modificada y se le agregó el último informe de Mirador Electoral, donde se detalla la cantidad de infomerciales que ha recibido Edmond Mulet desde el 1 de enero al 30 de abril del 2019. El informe lo distribuye mensualmente Mirador Electoral, tomando como base el monitoreo de contenidos en los principales espacios noticiosos del país.
