El viceministro de Administración Financiera del Minfin, Kildare Enríquez, reconoció que ese es uno de los factores que incidieron en la baja ejecución.
“Más o menos el 75% del presupuesto está financiado de la recaudación tributaria, así que cuando existe una merma en esta variable seguramente tienen un impacto en el gasto”, explicó el funcionario.
También atribuyó el poco nivel de gasto a que las instituciones han tenido “más precaución” para ejecutar.
En cuanto a cuidar la calidad del Gasto para evitar que en los últimos dos meses del año se ejecute sin control, Enríquez indicó que desde inicios de año se emitieron los lineamientos de calidad de la ejecución y que estos se siguen implementando.
“En estos dos meses no esperamos que haya un repunte importante de la ejecución más que en los salarios, porque en el Ministerio de Educación se pagan todos los servicios en noviembre”, enfatizó.
En cuanto a “otros gastos innecesarios”, el funcionario precisó que la misma Ley del Presupuesto 2018 ordena a los ministerios a identificar los gastos superfluos para evitarlos.
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