Así lo confirmó el magistrado Rafael Rojas, vocal primero del TSE, quien explicó que se excluyó a quienes tuvieron problemas para liquidar los fondos entregados en la elección del 2019.
Además, la Ley Electoral y de Partidos Políticos (Lepp) dice en su artículo 174 inciso “d”, referente a las calidades de las Juntas Electorales, que sus integrantes no pueden desempeñar cargo alguno en organizaciones políticas.
Pero, en algunos departamentos, como Quiché y Huehuetenango, se ha alertado de que existe peligro de que los integrantes de algunas juntas tengan vínculos con el oficialismo.
Las advertencias de posibles integrantes del oficialismo en algunas Juntas Electorales Departamentales también han llegado hasta la organización Primero Guatemala, quien destaca que es necesario que se respete la ley.
Pedro Cruz, presidente de la organización, refirió que los magistrados deben de respetar la LEPP y no permitir que personas afiliadas integren estos órganos que son vitales para el futuro proceso democrático.
“Es importante que quienes sepan que los miembros de las Juntas Electorales Departamentales puedan alertar al TSE, todavía estamos a tiempo”, advirtió.
También hizo un llamado a la población que de llegar a saber de ciertos vínculos de estas Juntas Electorales con algún partido político, es necesario comunicarlo al TSE para solventar el hecho.
Esta situación no ajena de este evento electoral, la exmagistrada María Eugenia Mijangos refrió que cuando lideraron el TSE también fueron advertidos de como partidos políticos “filtraban” a personas dentro de Juntas Electorales.
“Esto era sumamente delicado porque aunque no estuvieran afiliados tenían nexos con algún partido político”, Mijangos recordó que de los casos que se enteraron fue posible retirar a estas personas y sustituirlas.
“Esto tampoco es fácil de detectar, son vicios”, pero la exfuncionaria destaca que a pesar de esto el sistema electoral es sólido, agregando que entidades internacionales están en constante observación de las elecciones de Guatemala, por ver la forma en que los ciudadanos forman un actor activo para el resguardo del voto.
Mijangos refirió que cada magistrado tiene a su cargo la integración de juntas en determinada cantidad de departamentos, aplicando filtros de selección e investigación que ha tomado está magistratura.
Pese a las advertencias sociales y a los mismos antecedentes que refieren exautoridades electorales, el actual TSE considera que es prácticamente imposible que esto ocurra por el proceso de selección previo.
Depuración
La Lepp explica que los magistrados del TSE, tanto titulares como suplentes, seleccionarán a los guatemaltecos que trabajen de forma voluntaria en el rol de las Juntas Electorales Departamentales.
Ellos deben de prácticamente coordinar en cada departamento el proceso de votación, incluso entre sus atribuciones está el otorgar el cargo a las corporaciones municipales electas.
Si bien los integrantes de las Juntas Electorales Departamentales no reciben un salario, el TSE puede proporcionarles viáticos y gastos de representación que deben de ser liquidados, al finalizar el proceso.
Pero problemas con la liquidación de fondos hizo que el TSE cambiará a algunos integrantes de Juntas Electorales, según lo explicado por Rojas.
Además de esos antecedentes, el TSE también verificó que ninguno de los ciudadanos que se acercó como voluntario para integrar una Junta Electoral Departamental, tuviera relación con algún partido político.
“No pueden ser miembros las personas que tengan alguna afiliación o participación directa con alguna agrupación política, también vimos en la Inspección General del TSE que no tuvieran procedimientos de investigación, y era en cuanto a personas que no liquidaron oportunamente los recursos en el evento del 2019”, señaló el magistrado.
Pero, a pesar de que la ley es clara, hubo algunas personas que a pesar de estar afiliada a organizaciones políticas intentaron formar una Junta Electoral, “porque lo habían hecho”, recordó Rojas.
El magistrado tuvo a su cargo el proceso de elección de integrantes de la Junta Electoral Departamental de Huehuetenango, uno de los que ha reportado algunas inconformidades, pero Rojas asegura que es difícil que algún afiliado al oficialismo evadiera el control.
“De Huehuetenango le puedo decir que nosotros constatamos que no estuvieran afiliados con alguna organización política, nosotros podríamos volver a revisar, pero no creo que un dato así se nos pasara por alto”, subrayó.
Dijo estar casi seguro de que el filtro del Registro de Ciudadanos no falló.
El departamento de Quiché estuvo a cargo de la magistrada Blanca Alfaro quien no respondió llamadas telefónicas; no obstante, Rojas indicó que el método de investigación y elección que se aplicó a Huehuetenango se replicó en el resto de los departamentos porque era una metodología ya acordada por el pleno.
Asimismo, agregó que es importante que, quienes tienen dudas, alerten de acerca de forma detallada a qué tipo de vínculos políticos se refieren, ya que bien podría tratarse de una cercanía o amistad con un candidato oficial.
Aparte de los problemas de liquidación y vinculación a partidos políticos, el TSE este año decidió hacer un balance entre personas que tienen amplia experiencia en participar en estas juntas y nuevos ciudadanos.
Las Juntas Electorales Departamentales, aunque ya fueron juramentadas pueden tener cambios, necesitan estar integradas en totalidad al menos tres meses antes de las elecciones, por lo que Rojas afirma es viable hacer modificaciones si se confirma alguna denuncia.
Renovación acelerada
Los magistrados del TSE tienen la responsabilidad de seleccionar a los integrantes de las Juntas Electorales Departamentales, por lo que el proceso de elección debe de ser lo más objetivo posible.
Así lo considera Salvador Biguria, expresidente de Junta Electoral Departamental, quien estima vital ir incluyendo a la población en estos procesos.
Destacó que estos órganos, sin quitar la responsabilidad a los magistrados, “son la columna vertebral del proceso”, porque se encargan de etapas clave del proceso.
Él estima ha participado en al menos siete procesos de elecciones, teniendo varios roles como voluntarios, entre estos ser presidente de una Junta Electoral Departamental.
Pesé a su experiencia, en el 2019 ya no fue convocado por el TSE, situación similar a este año, y aunque el ente electoral cuenta con una base de datos de personas con experiencia, Biguria indica que el TSE ha ido renovando y mezclando a nuevos voluntarios con personas con experiencia.
“Mi percepción es que tal vez ha habido una renovación acelerada, es importante renovar, pero más de las personas desde lo individual hay que hacer un balance del equipo”, ya que las Juntas son grupos de personas que hacen un trabajo en común, refirió el experto.
Ante los posibles rumores de infiltrados afines a un partido en algunas Juntas Electorales Departamentales, el experto considera que por ser entidades descentralizadas es difícil que incidan o incline el proceso.
“Realmente es difícil incidir porque debajo de estas 23 Juntas están las más de 300 Juntas Municipales, abajo están las Juntas Receptoras de Votos, el liderazgo es importante, pero tendrían que manipular a toda esta pirámide de voluntarios”, refirió.
Sistema robusto
Las Juntas Electorales Departamentales juegan un rol protagónico y sólido del proceso electoral, incluso mayor al de los propios magistrados del TSE, así lo ven guatemaltecos que han participado como voluntarios en estas instancias y en han asumido Juntas Electorales Departamentales y en otros roles del proceso democrático.
“Participé en cinco procesos de elecciones generales y en dos consultas populares, esto es como el 60% de la historia democrática de Guatemala después de 1985”, recordó Michael Ascoli, expresidente de Junta Electoral Departamental de Guatemala.
El último proceso en que participo fue a inicios del 2000. Considera que la Lepp es lo suficientemente sólida en lo relacionado a las Juntas Electorales por lo que no se podría inclinar desde estos órganos el resultado electoral.
“Este sistema no ha fallado, no debe de fallar. Los que aceptan este cargo que dura seis meses —están— para defender y velar por la democracia de Guatemala. Este es el órgano más importante del proceso electoral”, comentó.
Estas denuncias suelen ser frecuentes en cada proceso electoral, señaló Ascoli, quien afirma que de ser confirmadas se tiene que tomar medidas.
“En el tiempo que yo serví nunca hubo evidencia de que alguna Junta tuviera inclinación política, de que hay rumores siempre los hay”, expuso.
En una forma similar opinó Jorge Eskenasy, Presidente de Guatemala Visible y exintegrante de una Junta Electoral, quien manifestó que el sistema guatemalteco le permite a la población ser un “guardián” del voto.
“Las Juntas Electorales tienen que ser independientes, tienen la gran responsabilidad de velar porque la voluntad de los ciudadanos en las urnas se lleve hasta la conclusión de la elección, esa es su función, cuidar el voto de los ciudadanos”, explicó.
Incluso, considera imposible que una persona incida desde dentro de una Junta Electoral para favorecer a un candidato o un partido.
“Nuestro sistema electoral es bastante robusto, es difícil meterse con el voto porque son los ciudadanos quienes cuidan el voto durante el evento y hay observaciones; no es como que yo en una Junta Electoral tenga facilidad de intervenir con algún interés particular, nuestro sistema electoral es bastante robusto”, concluyó.
Departamentos y magistrados
Irma Elizabeth Palencia Orellana:
-Guatemala
-Petén
-Alta Verapaz
-Baja Verapaz
-Distrito Central
Ranulfo Rafael Rojas Cetina:
-Quetzaltenango
-Sololá
-Huehuetenango
-Totonicapán
-San Marcos
Blanca Odilia Alfaro Guerra:
-Escuintla
-Sacatepéquez
-Suchitepéquez
-Quiché
-Chimaltenango
-Retalhuleu
Gabriel Vladimir Aguilera Bolaños:
-El Progreso
-Jalapa
-Jutiapa
-Santa Rosa
Mynor Custodio Franco Flores:
-Chiquimula
-Zacapa
-Izabal