Guatemala

Embajador Luis Arreaga: La lucha contra la corrupción es algo que debe continuar

Consolidar un esquema de justicia transicional y reconciliación sin impunidad podría ser una salida y oportunidad para que el país salga adelante, de acuerdo con Luis Arreaga, embajador de Estados Unidos en Guatemala, quien fue entrevistado por <em>Prensa Libre</em>.

El diplomático cree que la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) y el comisionado Iván Velásquez han hecho un buen trabajo, y que el Ejército debe enfocarse más en la protección de fronteras y no en tareas de seguridad ciudadana.

¿Qué le falta al país para obtener la certificación del Departamento de Estado en cuanto al Plan de la Alianza y la Estrategia de Acción para Centroamérica?

Hay que ver la ley de aprobación de nuestros fondos, donde está el listado de las actividades que son los compromisos del Gobierno de Guatemala, para poder trabajar juntos. Estamos en un proceso de análisis, viendo cuál es el proceso que se ha hecho, y cubre muchas áreas.

Por ejemplo, el tema de la participación del Ejército en actividades que son netamente de Policía —Nacional— Civil. El Gobierno se ha comprometido a sacar al Ejército de esas actividades y ya se han establecido —terminar— el 30 de marzo.

Eso es bueno, es sano que las actividades de policía civil se queden en autoridades civiles. El Ejército tiene muchas actividades que hacer en términos de proteger las fronteras. Entonces, mejor que se dediquen a eso.

Nosotros estamos apoyando y tenemos muchos programas  para ayudar al Ejército. Respetamos mucho al Ejército porque ellos, por ejemplo, durante los problemas que hubo en el 2015, jugaron su papel de no entrar en la política, y eso hay que reconocerlo, y eso nos da aliciente para seguir apoyándolos.

¿Impactaría la cooperación de EE. UU. si Guatemala mantiene al Ejército en tareas de seguridad ciudadana después de marzo, siendo esta una de las condiciones para la certificación?

Uno de los principios bajo los que trabajo es no contestar preguntas hipotéticas, y esta es una pregunta hipotética, pero nosotros estamos trabajando muy de cerca con las autoridades para entender, porque suceden muchos casos que sí hay necesidad de extender programas. Eso sucedió en otros países.

Hasta el momento, de lo que nosotros sabemos es que el 30 de marzo sigue la fecha, y nosotros seguiremos trabajando bajo ese supuesto, que es ahí  cuando se cumple con ese compromiso.

¿Ve a una Policía fortalecida?

Yo pienso que una de las historias que ha recibido poco reconocimiento en el país es el trabajo excelente que ha hecho la Policía en reducir las tasas de crimen de una forma sostenida, y muchas veces en los debates políticos se olvida un poco. Siento que el gobierno del presidente —Jimmy— Morales debe recibir reconocimiento porque fue bajo ese liderazgo que la Policía ha logrado tanto.

Trabajamos muy de cerca con la Policía. Tenemos programas de capacitación y el tema de la policía comunitaria. Es fundamental que exista confianza del pueblo hacia la Policía y viceversa, porque el crimen no es solo responsabilidad de la Policía, sino que es responsabilidad del trabajo conjunto entre el ciudadano y la Policía, y esto solo se puede llevar a cabo si hay confianza.


Lo que nosotros hacemos es traer los modelos de policía comunitaria para que la Policía pueda llevar esto adelante.

La respuesta es sí, le tenemos mucha confianza. Hay trabajo que hacer;  acaba de haber unos arrestos. Desgraciadamente la corrupción todavía existe, y por eso es importantísimo seguir luchando contra ella.

¿Qué hace falta hacer en Guatemala para combatir el narcotráfico, tomando en cuenta las declaraciones del presidente Trump hace unos días?

Yo jamás voy a criticar o a contradecir a mi presidente. Él fue quien me nombró para venir a este país. Hemos tenido cooperación excelente del Gobierno de Guatemala. Las incautaciones que están haciendo las autoridades guatemaltecas son verdaderamente históricas.

Queda mucho que hacer porque, desgraciadamente, los narcotraficantes y las redes internacionales son muy hábiles. Luis Arreaga


Queda mucho que hacer porque, desgraciadamente, los narcotraficantes y las redes internacionales son muy hábiles,  y buscan la forma de  ir cambiando su modus operandi  porque se están dando acciones como las que se están llevando a cabo acá.

Verdaderamente tenemos que intensificar nuestra cooperación. Lo estamos haciendo con todas las agencias, pero también tenemos que estar atentos de lo que están haciendo las redes criminales, porque ellas están buscando la forma, pues  si les estamos incautando en esta zona, se van a ir por la otra. Esa es una batalla constante.

La cooperación que tenemos es buena, y como cualquier otra actividad siempre se puede mejorar.

En los cuatro meses de permanencia en Guatemala, ¿identifica una fortaleza y un reto u oportunidad del país en los próximos dos años?

El país tiene muchos desafíos importantes, no solamente para nosotros, sino más que todo para los guatemaltecos. El tema de la desnutrición,  la falta de empleos y oportunidades en las zonas de occidente,  la falta de infraestructura. Hay muchas cosas que debemos hacer, y tengo mucha esperanza en que vamos a ir caminando.

La agenda que nosotros tenemos aquí con el Gobierno de Guatemala es una agenda positiva, de mejorar el país, porque si Guatemala mejora y triunfa, es bueno para Estados Unidos; eso es clarísimo.

Por ejemplo, la agenda de la reactivación económica, esto requiere legislación. La agenda de la lucha contra la corrupción es algo que debe continuar. Tenemos las expectativas de que va a continuar.

Entonces, seguir trabajando en estos  retos y pensar que  es un desafío de largo plazo no es cuestión que se va a arreglar de la noche a la mañana.

Se han hecho avances, por ejemplo, en el tema de seguridad ciudadana. Se ha hecho avances en la lucha contra el narcotráfico, las incautaciones históricas.

Se han hecho avances muy importantes en la lucha contra la corrupción, se han identificado redes depredadoras del erario del Estado y del sector privado. Todo esto sigue, pero no podemos parar; hay que seguir.

En ese sentido, ¿por qué EE. UU. respalda a la Cicig y al comisionado Iván Velásquez?

Porque ha habido resultados importantes que no los tengo que decir yo, que el mismo pueblo de Guatemala reconoce en términos de la identificación de redes que han estado depredando al país y a los bienes de todos los guatemaltecos.

Es muy simple; es por eso. La justicia no es perfecta en ninguna parte del mundo, pero siempre y cuando se sigan abordando esos temas y componerlos, es importante. Por eso es que seguimos en la línea de mejorar la prosperidad, gobernanza, sistema judicial, para seguir trabajando todos los temas de una forma integral.

¿Cómo ve las reiteradas peticiones de la salida del comisionado?

Es un tema entre Naciones Unidas y el Gobierno de Guatemala. Para eso está el artículo 12 que nosotros esperamos que eso se siga. Guatemala tiene inquietudes, me imagino, de que las Naciones Unidas dé sus respuestas. Confiamos en que este proceso siga.

Del lado nuestro seguimos con el apoyo al trabajo que está haciendo la Cicig y el comisionado Velásquez.

¿Hay algún mensaje o forma de encontrar consenso para los sectores que se han dividido por el trabajo de la Cicig?

La única división que existe, por un lado, es en la que están los grupos criminales y los grupos cuyos intereses están siendo afectados por la lucha contra la corrupción. Pienso que es un grupo reducido.

De lo que entiendo, —luego—  de hablar con mucha gente, sector privado, sociedad civil, gobierno, es que hay un consenso en que es una lucha que se debe continuar.

Obviamente los que están afectados se dan por entendidos y luchan para que eso no siga, pero la justicia es algo que es necesario y que las reglas del juego sean claras  para el futuro de Guatemala.

¿Se podría pensar en justicia transicional  y en que podría haber un ajuste en las leyes que tenemos?

Sí, es un tema que los guatemaltecos mismos deben abordar. Es un esquema que se ha utilizado en situaciones donde ha habido conflicto y donde el país necesita una especie de reconciliación, pero sin impunidad.

Nosotros apoyamos el concepto de que los guatemaltecos conversen y busquen salidas de justicia de transición. Será a cuenta de ellos ver cómo  sale eso.

La idea de justicia de transición es que haya reconocimiento de que ha habido fallas, hasta cierto punto que ha habido condenas, penitencias o penas que han pagado no necesariamente en términos de dinero.

Pero también ese proceso se utiliza como una oportunidad para que el país salga adelante. No se trata de hacer linchamientos, se trata de usar ese momento donde hay una aceptación colectiva de que hubo un mal  que hay que reconocerse, que los que lo cometieron tienen que pagar la penitencia o la pena, pero no quedarse ahí.

Eso debe utilizarse como un momento importante para salir adelante, porque muchas de las personas que potencialmente… o sea, son personas que son parte de la solución de la salida del país.

Es un tema que los guatemaltecos  deberían abordar y creo que se está abordando, y lo vemos como algo muy positivo porque no se trata de hacer justicia por hacer justicia, se trata de que el proceso de justicia sea un momento importante para que el país tome otro rumbo. Ahí es donde está el momento de transición, tiene que haber un esquema que los guatemaltecos acepten.

¿Es encajable con el tema de la corrupción, porque por lo general se  ha hablado de justicia transicional en aspectos de derechos humanos?

Sí, porque se habla mucho, y no voy a calificar a Guatemala como sociedad, pero sí habla de que si ha habido corrupción, ha sido un esquema donde muchos han participado, unos voluntariamente, otros involuntariamente, porque es la única forma de funcionar.

Entonces, si hay un reconocimiento entre la sociedad, un reconocimiento colectivo de que esto no debe seguir, hay que ver la forma de cómo hacerlo, pero la idea es que salga la corrupción, pero también que haya una especie de estas comisiones de la verdad, de esclarecimiento, de aceptación y de compromiso de ir en otra dirección.


Eso ya entra en temas que los mismos guatemaltecos podrán decidir en términos legales  cómo hacer eso. Eso vendría a ser un momento importante del país, que no debe perderse.

¿Quién lo debería liderar?

Hay muchos grupos de sociedad civil que están pensando en eso, no que ellos lo lideren, pero ellos deberían participar, el sector privado también y el sector justicia, porque es un esquema. Yo tengo la impresión de que es algo que está caminando y que debería caminar porque sería una salida muy buena para el país.

¿Habrá más sanciones este año de EE. UU. contra quienes violen los derechos humanos, estén ligados al narcotráfico o la corrupción?

Ese es un proceso que se lleva a cabo constantemente. Es una ley que tenemos. Nosotros, como organismo Ejecutivo, tenemos la obligación de hacer esos análisis.  Es un proceso que siempre está vigente, a través de la Ley Magnitsky, y como país soberano tenemos el derecho de saber quién puede o no puede entrar al país.

Uno de los elementos es la conexión a la corrupción y actividades ilegales. Es un proceso vigente que no va a parar y es algo que seguiremos utilizando.

¿Cuál cree que es el papel de los medios de comunicación, el derecho de la libre expresión y el derecho de los ciudadanos a informarse?

Para nosotros la libertad de expresión es uno de los derechos sagrados en cualquier democracia. La libertad de prensa es un derecho que tienen todos los ciudadanos de saber, de conocer  y de estar bien informados.

Usted ve en países que hay acusaciones de que son noticias falsas, y está bien que la gente exprese su opinión, pero también está bien que la prensa haga su función de fiscalizar y de informar. Eso, desde nuestro punto de vista, no es negociable. En el momento en que se negocia eso la democracia se viene abajo.

Preocupan niveles de desnutrición, desempleo y migración

El embajador estadounidense considera urgente  trabajar para crear empleos y que la población se sienta segura, con el fin de que las personas quieran quedarse en el país  y eviten migrar hacia EE. UU. Además  elogió el interés del sector privado en este aspecto.

¿Cuál es la situación  de la cooperación de EE. UU. con Guatemala y cuáles son las áreas más importantes?

Consideramos a Guatemala un socio importantísimo en muchos temas. Son tres pilares:  gobernanza, seguridad y  prosperidad, y bajo todo esto está la lucha contra la corrupción. Estados Unidos cree que para abordar los temas de narcotráfico y migración tenemos que trabajar con los países de donde vienen los migrantes.

Tenemos que crear las condiciones para que la gente no  sienta la necesidad de salir. Por eso es que nos concentramos en el tema. Primero, que tengan seguridad, para que puedan prosperar en sus países,  sin miedos. Para la prosperidad es necesario crear oportunidades económicas, crear empleo digno.

En el tema de la gobernanza  tienen que haber instituciones que sean transparentes y confiables para la ciudadanía. Si se logra llegar a estos alcances, yo pienso que Guatemala tiene un potencial inmenso.

Después de estar aquí,  unos cuatro meses, me siento sumamente optimista cuando uno ve fríamente las condiciones del país. Hay capital humano muy bueno, hay recursos económicos. Se necesita educación para la gente que no la tiene, pero hay un capital humano muy importante que puede sacar al país adelante.

Sí consideramos que es un momento importantísimo, porque Estados Unidos quiere trabajar con el pueblo y Gobierno de Guatemala para abordar estos temas, y pensamos que sí hay un deseo del lado del Gobierno de trabajar intensamente.

En cuanto al Plan de la Alianza para la Prosperidad, ¿cuáles  son los avances y aspectos pendientes?

Es buena oportunidad para recalcar que el Plan de la Alianza para la Prosperidad es el plan de los guatemaltecos, es el plan que el Gobierno de Guatemala ha desarrollado y el  que  se ha comprometido a ejecutar.

Nosotros, en estos días, estamos esperando un relanzamiento de este plan para que tome en cuenta algunos de los momentos de coyuntura que se deben abordar. Por ejemplo, el tema de la migración, por qué los migrantes se van de Guatemala.

Entonces, conversando con los representantes del gobierno que están trabajando este tema, nosotros dijimos “¿Cómo podemos trabajar juntos?”, “¿qué es lo que piensan hacer para poder abordar esos temas’, y ¿qué es lo que nosotros podemos hacer a través de nuestros fondos?”.


Hemos empezado a identificar las zonas de donde vienen los inmigrantes, esto es en la zona del altiplano occidental, y juntos entrar a trabajar. Nosotros traemos recursos, programas, actividades, y esperamos que el gobierno haga lo mismo de su parte. Hasta el momento no tenemos ninguna indicación de que no lo vayan a hacer, tenemos una buena relación y lo estamos trabajando.

En las regiones de donde salen los migrantes ¿En qué otras áreas coopera EE. UU. o que les inquiete de esas regiones para que los guatemaltecos no tengan que huir de su país?

Estamos tratando de trabajar en problemas de salud, abordar el tema de la desnutrición, que es uno de los problemas más serios, que es un poco difícil de entender  en un país con la riqueza que tiene Guatemala, se tengan niveles de desnutrición crónica y aguda, es algo de tristeza. Tenemos que trabajar eso, tenemos programas específicos.

Está el tema de la creación de empleos. Se necesitan crear empleos. Nosotros acabamos de firmar un convenio de un programa donde vamos a trabajar con el sector privado.

Consideramos que la participación del sector privado es fundamental porque ellos son los que generan empleos.

Hay un programa donde vamos a entrar en sociedad con instituciones del sector privado de Guatemala, como Fundesa, el grupo de gestores y otros grupos, porque ellos, conocedores de la realidad guatemalteca de cómo funcionar como empresa, van a llevar el apoyo a cooperativas y pequeños agricultores para mejorar su capacidad de gestión, de producción y de exportación.

Es un programa que se firmó hace poco y estamos muy entusiasmados por las dos cosas, porque el sector privado ha dicho “sí, nosotros participamos”, y esto es algo muy positivo.

Agenda de objetivos comunes

“Consideramos al Organismo Legislativo un socio fundamental para nosotros. Entonces creemos que debe haber un compromiso de la lucha contra la corrupción para trabajar con nosotros”, indicó el embajador Luis Arreaga al preguntarle cuál debería ser la agenda mínima del Congreso, en vista de la nueva junta directiva.


El diplomático enfatizó  que no vienen al país a decir cuáles son las agendas, pero enfatizó en la necesidad de priorizar la prosperidad, lo cual requiere   legislar en las leyes de Competencia, de Bancos, entre otras.

Agregó que serán los diputados quienes decidan lo que debe aprobarse y cuáles elementos tiene la legislatura en relación con el “objetivo común” de alcanzar dicha prosperidad.

“Ellos —diputados— deciden cuál es la agenda, y si es una agenda consistente con los objetivos comunes que tenemos, nosotros con muchísimo gusto trabajamos con ellos”, subrayó Arreaga.

Desde los últimos meses del año pasado, la Embajada de EE. UU. mostró  atención a la integración de la directiva, al tuitear que se requería una comprometida con la lucha contra la corrupción.

Independencia y capacidad

En cuanto al proceso de elección de fiscal general, que ya está en marcha, Arreaga comentó que el papel de un jefe del Ministerio Público en la lucha contra la corrupción es “importantísimo” y que cuando hay un fiscal independiente, capaz y elegido en forma transparente el impacto es “clarísimo”.

“Desde nuestro punto de vista, los ingredientes son independencia, la capacidad de hacerlo, y que sea por un proceso transparente. Es un tema que los guatemaltecos tienen que sacar adelante, pero sí nos interesa muchísimo porque muchos de nuestros intereses comunes  con Guatemala atraviesan por esa lucha contra la corrupción y es necesario que esa lucha siga”, expuso.

Arreaga elogió a la fiscal general, Thelma Aldana, quien, aseguró, ha tenido una función “impactante” en el país en términos de justicia, cuando se le pidió precisar de quién hablaba cuando mencionó el ejemplo de cuando hay un fiscal independiente.

“En su momento, la fiscal Claudia Paz y Paz también tenía mucho respeto por su compromiso con la justicia. Esos son dos ejemplos que yo conozco. Imagino que habrá más”, afirmó.

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