María del Carmen Aceña, exministra de Educación y analista, indicó que el desafío que se tiene con este tema es que aún no se ha logrado una visión en conjunto.
Añadió que esta inestabilidad de cómo formar a los maestros es preocupante, porque después de todo un proceso donde se mandó a los docentes a la universidad, regresar a escuelas normales o normales superiores es inestable.
“Consideró que no es apropiado si no se habló con el Ministerio de Educación, porque al final son políticas y lo que estamos haciendo aquí es cambiar cada cierto número de años el tema de la formación del maestro”, señaló Aceña.
Indicó que si el docente tendrá su formación en la universidad o en la escuela normal superior, talvez al final genere una inestabilidad, pero lo que no hay cuál es el perfil del maestro que necesitamos en el siglo 21 y cómo lo vamos a formar y cómo estará actualizado.
Dijo que ahora se requiere un maestro facilitador, mentor, que enseñe a los niños a aprender por sí mismos y habilidades y competencias del siglo 21, por lo que se tendría que discutir cuál es el perfil y lograr que los maestros del sector público llenen los requisitos.
Señaló que de “nada sirve” mandarlos a la universidad o normal superior, si al momento de reclutar se toma en cuenta a los referidos o a los asignados por una entidad política o el sindicato decide a quién debe contratar el Ministerio de Educación.
Enfatizó que se necesita un sistema de reclutamiento que premie ese perfil y saber qué instituciones podrán formar al docente.
Verónica Spross, directora ejecutiva de Empresarios por la Educación, indicó que un maestro bien preparado puede cambiarle la vida a una persona.
Explicó que para tener un buen docente hay dos elementos clave, uno es la formación inicial y el segundo la selección de los docentes más preparados.
Dijo que la carrera docente debe incorporar el elemento de formación, pero también el proceso de selección, de actualización de servicio e incentivos alineados al buen desempeño.
“No conviene retroceder” porque la propuesta implica un año menos de formación de los maestros, pues actualmente para ser educador, para ser docente se requiere estudiar cinco años, dos en el bachillerato y tres años en la universidad.
La propuesta
Dijo que la propuesta contempla tres años a nivel de diversificado y un año en la universidad. Señaló que no conviene un retroceso de menos años de estudio, porque una personas más madura hace un mejor trabajo.
Manifestó que es importante revisar y analizar cómo se da la formación inicial docente en el nivel superior para verificar si hay fallas y si pueden mejorarse, sobre todo ahora por la pandemia y la necesidad del modelo híbrido.
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Resaltó que es importante tomar en cuenta que todas las universidades forman maestros, esto para que al momento de la contratación se pueda tomar en cuenta a los docentes.
Es importante que se ponga atención al tema, porque la propuesta de ley debe llamar la atención de los guatemaltecos a ponerle interés de cómo se está la formación de los docentes.
