Los contratos entre la Fedefut y Media World a los cuales tuvo acceso Prensa Libre detallan que el 15 de septiembre del 2009, la federación —presidida entonces por Óscar Arroyo Arzú— firmó el acuerdo por US$2.8 millones por los derechos de los partidos eliminatorios para Brasil 2014, los cuales fueron pagados en seis años —US$100 mil en el 2009, en los últimos meses de la gestión de Arroyo Arzú, y el resto, US$2.7 millones, ya durante la presidencia de Jiménez—.
El 28 de febrero del 2014, la misma empresa acordó con la Federación, ya a cargo de Jiménez, un segundo contrato por US$3.2 millones para Rusia 2018. De esa cantidad aún está pendiente el pago de US$130 mil —en 2016, 2017 y 2018—.
Ese mismo día, de acuerdo con el reporte de la Fiscalía de EE. UU., los federativos Jiménez y Trujillo se reunieron en Miami, Florida, con el representante de esa empresa, Fabio Tordin, quien les habría entregado US$200 mil de soborno.
Jiménez, según la justicia estadounidense, recibió un pago adicional de US$200 mil.
Las negociaciones
El soborno habría sido porque Media World, una franquicia del grupo español Imagina, con sede en Miami, compra los derechos de transmisión para luego renegociar los partidos que serán transmitidos a escala nacional e internacional.
De acuerdo con los contratos, la firma tenía exclusividad de los juegos de clasificación y amistosos disputados en Guatemala y el resto del mundo, además de los derechos para colocar vallas de publicidad y alfombras publicitarias alrededor del campo de futbol —Guatemala juega en el estadio Mateo Flores—, así como poder producir y redistribuir los encuentros.
De tener una segunda transmisión, la empresa pagaría un extra de US$30 mil a la Fedefut si los encuentros eran contra las selecciones de Estados Unidos y México —este año se disputaron dos frente a los mexicanos—.
Entre los beneficios, además de los económicos, Media World pagaría todos los gastos para los juegos de preparación, incluidos boletos aéreos, transporte local, hospedaje, comida y gastos para una delegación de 28 personas, y US$5 mil, en cada partido, para los gastos de los seleccionados.
Ambos contratos fueron firmados por Brayan Jiménez —presidente suspendido y prófugo— y Roger Huguet, presidente de Media World, en los que la Fedefut se comprometía a no negociar los derechos para Rusia 2018 antes del 2013 y que la compañía siempre sería la primera opción para las negociaciones; por ello se incrementó el segundo contrato en US$400 mil.
Secretividad
Una de las principales cláusulas es la de confidencialidad en la que se detalla que no se podrá revelar la información, “a ningún tercero o entidad excepto como sea requerido por ley o para ejecutar los derechos de las partes bajo el contrato, y a la liberación, acceso a conducir su propio negocio, incluyendo pero no limitándose a revelar dicha información a los banqueros, banqueros inversionistas, contadores, abogados y otras personas o entidades quienes puedan tener un interés en adquirir o financiar el negocio o los activos”, se lee.
Media World tenía 10 días hábiles después de cada pago programado para ejecutarlo.
De acuerdo con la federación la negociación fue “legal”, ya que el Banco de Guatemala conoció de las transacciones y era a través de esa entidad que se transferían los fondos a las cuentas de la Fedefut, los cuales ingresaban como transferencias.
Sergio Recinos, presidente en funciones del Banguat y de la Junta Monetaria, confirmó que las transacciones de Media World se realizaron según establece la Ley de Bancos, Supervisión Bancaria y Libre Negociación de Divisas. “Todas las operaciones se basaron como agente intermediario, luego de comprobar la existencia del contrato”, agregó.
Contrato no aparece
El informe de la Fiscalía de Estados Unidos detalla que hubo un último encuentro entre Tordin, de Media World, y los dirigentes nacionales Jiménez y Trujillo, el 9 de julio de 2015, en el que se negociaron los pagos y el contrato por los derechos de transmisión para los partidos clasificatorios al Mundial de Qatar 2022, la designación más cuestionada por la compra de votos y sobornos. Renato Durán, asesor legal de la Fedefut, aseguró que desconoce dónde está el contrato, ya que esas negociaciones las hacía directamente Jiménez y las manejaba con el contador de la Federación, Egger Vinicio González Juárez.
Para este día se espera que la Federación entregue la documentación a la Contraloría General de Cuentas de los otros patrocinadores, entre ellos el Bantrab, Televisión Nacional, Umbro, Shell, Tigo y Pepsi, nombres que fueron retirados del sitio oficial de la Fedefut.