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McFarland durante fue embajador en Guatemala en el período 2008-2011 y ocupó otros cargos entre el 2000 y 2003 en la misma embajada. Conversó con Prensa Libre, sobre la crisis que vive Estados Unidos a raíz de la muerte de George Floyd, el afrodescendiente que murió tras pasar varios minutos con la rodilla de un policía contra su cuello durante un arresto en Minneapolis.
¿Cuál es su análisis de la crisis que vive EE. UU. y cómo repercute en los latinos?
Es una verdadera crisis de los Estados Unidos, pero el caso del señor Floyd no es algo aislado, es uno tras otro. Unas semanas atrás hubo otro escándalo por el asesinato del señor Ahmaud Arbery en Georgia, a quien dos personas blancas lo persiguieron y le dieron muerte.
La comunidad afroamericana piensa que este suceso rebalsó el vaso y es un caso sintomático. Este es solo un pequeño ejemplo de todo lo que enfrenta esa comunidad, por ello se han registrado protestas y estas serían un reto para cualquier presidente de Estados Unidos, porque son muchos los mandatarios que han tenido que confrontar este tipo de retos y generalmente han hecho lo que se tiene hacer como lo es denunciarlos, tratar de reducir el racismo y trabajar con el partido opositor que, en estos casos, normalmente, no es muy difícil porque hay un consenso de que hay que luchar contra el racismo y mantener el orden, aislar a los extremistas.
Sin embargo, el actual presidente, Donald Trump, ha generado una crisis dentro de una crisis, que es su respuesta política a estas protestas.
¿Cómo afecta a la comunidad latinoamericana estos acontecimientos?
No tengo los datos, pero estoy convencido y me duele decirlo, que los latinoamericanos sufren discriminación y racismo, me parece que la situación en general es mucho más grave con respecto a la comunidad afroamericana, que es un problema que tiene sus raíces en las esclavitud, pero no quiero minimizar el impacto del racismo en contra de los latinos.
¿Cuáles serán las consecuencias para los latinoamericanos de esta crisis?
Dependerá del desenlace de la confrontación actual y del resultado de las elecciones del 3 de noviembre. El presidente Trump ha dicho cosas muy fuertes con respecto a los países afroamericanos y latinoamericanos, y las políticas de migración, más allá de la aplicación de la ley, reflejan un sentimiento muy hostil hacia las comunidades que no sean de gente blanca.
¿Estas olas de violencia tendrán repercusión en las elecciones presidenciales de noviembre?
Van a tener impacto, pero hay varias cosas que va a incidir y, además, de aquí al día de las elecciones aún faltan cinco meses que es mucho tiempo y los presidentes, sobre todo el actual, sabe hacer campaña y usar a los medios. Creo que esta crisis tendrá incidencia, pero hay varias factores que se deben analizar, por ejemplo, podrían motivar más a la comunidad afroamericana a salir a votar donde Trump tiene una minoría de quizás 13 o 15 por ciento. La pregunta es si la gente que antes no votaba se va a sentir motivada para votar por un candidato u otro. Yo creo que ese es el esquema que hay que analizar. Por un lado creo que las comunidades afroamericanas van a salir a votar más y probablemente lo harán masivamente por Joe Biden.
Trump en cambio está tratando de motivar a su gente con base a hacer lo mismo, así que no se sabe. También está tratando de decir que quienes protestan son extremistas y es llamativo que grupos extremistas de derecha, que creo que el FBI detuvo a algunos de ellos, trataron de meterse en estaciones para cometer actos de violencia y que fueran atribuidos a los que protestaban.
Los gobiernos de Latinoamérica, ¿Cómo deben analizar estos hechos y sacar experiencia, dado que el racismo también existe hacia los pueblos originarios?
Siempre corremos el riesgo de acomodarnos a los problemas, entendemos que existe uno como el racismo y pensamos que ahorita no nos está dando ningún problema por lo que no vamos a hacer nada y nos dedicamos a hacer otras cosas. Si el país estaba tranquilo lo seguirá siendo mañana y en general la política funciona así, pero hay excepciones y creo que la lección para los gobiernos es que a veces la gota colma el vaso como sucedió con lo de Floyd, que quizás pudo ser uno más de los asesinatos de afroamericanos por parte de la policía, pero sucedió ahora.
Creo que hay que estar atentos a lo que es el contrato social implícito de cada nación como lo es la Constitución de la Repúbica y lo segundo es que las medidas de mano dura, generalmente, no son buenas ni efectivas ni siquiera en el corto plazo y menos aún para el largo plazo, son contraproducentes. Esa es una lección que saco luego de haber visto eso y haber servido como diplomático en el exterior, varias décadas.
Una tercera lección es que la nueva tecnología informática realmente ayuda a la gente a entender lo que pasa y observa los hechos. En el pasado si ocurría algo como lo del señor Floyd algunos iban a decir que la policía lo mato y esta respondía que se la persona se estaba resistiendo y que le encontraron un arma, o sea, dimes y diretes, pero ahora con los teléfonos inteligentes uno sabe qué pasa y no se pueden encubrir los hechos.
Sin embargo, esto también existe el peligro de que sean videos falsos o montajes, pero en situaciones como el de Floyd en el que un mismo hecho lo filmaron varias personas, nadie puede dudar que son auténticos.
Una cuarta lección, que no sería para los gobiernos, sino para los pueblos, es que Estados Unidos con toda su tradición, historia, instituciones y procesos democráticos fuertes, depende de que realmente funcionan ciertos valores democráticos mínimos compartidos.
Usted conoce Latinoamérica, ¿considera que también aquí se practica el racismo?
Si, existe, por ejemplo, en Perú donde viví un tiempo de niño y en Guatemala donde fui embajador. Creo que los gobiernos en general deben reconocer, no me refiero a ningún país en específico, y tratar de mantener un diálogo con las comunidades afectadas, deben de ver cuáles son las practicas que más le afligen a las comunidades discriminadas y proceder. Si bien el gobierno tiene cierto liderazgo necesitan crear un buen diálogo con todas las comunidades étnicas, sector privado y la sociedad civil. La discriminación no solo se delimita al racismo, también existen en género y religión, entre otras, pero creo que el racismo es preocupante.
En la lucha contra el racismo es muy importante que exista una prensa independiente, libre y efectiva.