Evitar la censura política y definir qué es campaña anticipada: Analistas y políticos abogan por reformas prontas
El próximo 9 de junio autoridades electorales y partidos políticos van a analizar propuestas de reformas a los reglamentos de la ley electoral.
En el proceso del 2023 el TSE reformó los reglamentos, pero ante críticas por cambios aparentemente negativos, dio marcha atrás. Fotografía: Prensa Libre (Juan Diego Gonzalez).
Al igual que en el proceso electoral del 2023, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) tendrá que volver a reformar sus reglamentos ante la ausencia de cambios a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (Lepp) y, a criterio de analistas, deberá definir qué es campaña anticipada y evitar la censura política.
Para el próximo 9 de junio la presidenta en funciones del TSE, Blanca Alfaro, informó que habrá una nueva reunión con representantes de partidos políticos para afinar detalles del evento electoral del 2027. En esa nueva reunión esperan abordar las propuestas de reformas a los reglamentos de la norma electoral.
El Congreso reunió iniciativas de ley que buscaban cambiar la Lepp, incluida la propuesta enviada por la Comisión de Actualización y Modernización Electoral (CAME), que se creó después de las elecciones del 2023, pero aprobar cambios para que sean implementados en las siguientes votaciones es un escenario poco probable, apuntan las fuentes.
“No pueden limitar la participación, pero toda la logística electoral va a variar con tanto candidato, con tanto partido y el sistema tradicional no va a soportar ese embate”, anticipó Francisco Quezada, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien).
Incluso, aunque diputados opten por reformar la Ley Electoral, apuntó Quezada, el dictamen actual, lejos de beneficiar, podría complicar más el proceso electoral, ya que debilita la fiscalización y favorece a los grupos políticos, refirió.
Asimismo, Alejandro Quinteros, analista político independiente, opina de la misma manera y ve poca preocupación en los diputados para cambiar la ley vigente. “Hay varios temas a tratar porque la ley con las reformas del 2016 dejó muchas líneas grises”, recordó.
Ambos consideran que, si las opciones se reducen a cambiar nuevamente los reglamentos, deberán ser cambios que definan mejor las reglas electorales, poniendo especial énfasis en cómo, pese a tener una ley desde el 2016, no está definido qué es campaña anticipada y qué no.
Reforma prioritaria
Para Quezada, la Lepp que se reformó hace nueve años ha dejado en ventaja a políticos con mayor experiencia por sobre aquellos que están saltando al escenario electoral, ya que no pueden darse a conocer o transmitir ideas por temor a sanciones electorales que podrían repercutir, en el peor de los casos, en evitar su participación para las votaciones.
“Está reglamentado, pero está mal desde la ley el tema de la campaña anticipada porque todos los nuevos partidos necesitan posicionarse y tienen la desventaja contra candidatos posicionados”, expuso.
Pero este vacío, a su consideración, dejó una serie de vacíos y criterios que podrían ser considerados discrecionales al evaluar posibles escenarios de campaña anticipada.
“El Tribunal Supremo Electoral tiene como desafíos todos los fracasos del último proceso electoral. Lamentablemente están desintegrados. Tendrán que trabajar con reglamentos, pero lo ideal era con reformas a la ley, que es probable que no pasen desde el Congreso”, resaltó.
Para Quinteros, es primordial que los magistrados logren definir este asunto antes del cambio de autoridades, para que la futura magistratura ya tenga los insumos necesarios para evitar los errores del proceso anterior.
“Con el reglamento se podría generar un manual de criterios interpretativos para que cada caso que llegue, si ya hay jurisprudencia, se trate de la misma forma. Esto le daría certeza a los procesos”, consideró.
Cambios necesarios
Dos políticos que han participado como candidatos presidenciales afirmaron estar de acuerdo en que se necesita definir de una manera clara, qué es campaña anticipada y qué no lo es.
Sandra Torres, excandidata presidencial y secretaria general de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), opinó que es necesario evaluar las conductas de algunos políticos y las sanciones que impone la autoridad electoral.
“También existe el tema de la imposición de multa en cuanto al criterio que utiliza el TSE para imponerlas, así como algunos candidatos que no tienen ni partido y promocionan su imagen en pódcast y redes”, afirmó.
Para la política, los reglamentos actuales tienen falencias que merecen ser evaluadas. “El reglamento tiene muchos vacíos y hay muchos temas que arreglar, como la diferencia entre proselitismo y propaganda”, agregó.
También Roberto Arzú, quien participó para la presidencia en el 2019, y que no fue inscrito por aparente campaña anticipada en el 2023, apoya que los posibles cambios a los reglamentos electorales definan claramente qué es la campaña anticipada.
“Es una atrocidad y es inconstitucional el prohibirle a cualquier ciudadano guatemalteco su libre expresión del pensamiento. Si algo enriquece un proceso electoral es el debate, las propuestas, las críticas. Existe ahora un reglamento tan ridículo que prohíbe la promoción de imagen y solo en tres meses de campaña, ¿cómo se van a presentar los nuevos?", reclamó.
Para Arzú, es necesario que las autoridades del TSE prioricen las mejores reformas a sus reglamentos para evitar violaciones al derecho de elegir y ser electo.
“El mensaje al Tribunal Supremo Electoral es que si se quieren limpiar un poco por lo que hicieron en las elecciones pasadas descalificando candidatos y prohibiéndole a millones el derecho de elegir y ser electos, ahora tienen una oportunidad de limpiarse la cara haciendo lo correcto”, agregó.
Los analistas también consideran vital que, así como se debe evaluar la campaña anticipada, se consideren mecanismos para reformas a las distintas Juntas Electorales y mejorar en la implementación de sistemas informáticos que ayuden a la proyección de resultados preliminares.



