En el encuentro, tanto la SIP como el CPJ destacaron la criminalización a la que han sido sometidos varios periodistas en Guatemala, destacando el caso de Jose Rubén Zamora, presidente de elPeriódico, quien lleva 18 meses en prisión por un caso que, de acuerdo con su percepción, fue encausado por la Fiscalía.
El mexicano Roberto Rock, presidente de la SIP, dijo que la reunión con Arévalo fue “muy estimulante” en tres sentidos, pues aparte de la apertura que demostró el mandatario también se comprometió a analizar la declaración de Chapultepec para evaluar si la firma o no.
Uno de los sentidos que destacan como positivo es que Arévalo haya recibido a la misión conjunta a pocos días de su toma de posesión, pues, de acuerdo con Rock, eso “habla del compromiso del nuevo gobierno de Guatemala con la libertad de expresión y la libertad de prensa”.
“En estos tiempos se necesita este tipo de voluntad política en favor de las libertades en general, y en particular de la libertad de prensa y la libertad de expresión”, agregó el presidente de la SIP.
“Tuvimos una larga conversación con el presidente Arévalo, donde se habló de todos los temas, él fue muy sincero, fue muy abierto, mostró distintas preocupaciones, y lo vimos cómo alguien muy convencido de sus propósitos, muy comprometido con el tema de libertades y muy comprometido también con la necesidad de una Guatemala más libre, más unida y justa”, señaló Rock.
También destacó que la perspectiva, las definiciones y los compromisos de Arévalo generan expectativa, principalmente “El compromiso expreso de que su gobierno no tendrá ninguna acción orientada a la judicialización, se ha comprometido a no realizar ningún acto en contra del ejercicio de la libertad de prensa o la libertad de expresión”.
“Le expresamos la preocupación de lo qué está ocurriendo con distintos colegas como Chepe Zamora, por ejemplo, que está en prisión desde hace 18 meses, cuando no debió haber pisado la cárcel, debió haber enfrentado los cargos que se le enderezaron en libertad y le dijimos que esperemos que los jueces que llevan la causa, que el ámbito judicial y la Fiscalía que le enderezó estas acusaciones le permitan regresar con su familia y con sus colegas lo antes posible”, señaló Rock.
También señaló que le mostraron su preocupación por los periodistas que han salido del país “por temor a procesos de judicialización amañada, tanto por parte de la Fiscalía como de jueces y él mostró preocupación en este tema”.
Además, Rock dijo que saben que no está en manos del mandatario tomar acciones para liberar a Zamora, pero “él mostró, sin duda, simpatía con este tema”.
“Le hicimos llegar la declaración de Chapultepec, que es un decálogo en temas de libertad de prensa y expresión, y la declaración de Salta, que está orientada a cómo se expresan estas libertades en el ámbito digital, en el nuevo mundo digital y él ofreció estudiarlos, ofreció que con su equipo consultor jurídico iba a analizar que se conciliara con el marco jurídico del país, y mostró el interés de que eventualmente firmaría ambas declaraciones”, detalló el presidente de la SIP.
Por su parte,Carlos Martín de La Serna, director de Programas en el Comité para la Protección de los Periodistas, dijo que “Guatemala viene de un periodo muy oscuro, de ataques a la prensa, de ataques a periodistas y de criminalización del periodismo, pero con el cambio de Gobierno considera que se abre una oportunidad.
“Es una administración que se compromete con la libertad de prensa, con los derechos humanos, con la libertad de expresión. Nuestro trabajo tiene que consistir en monitorear que las medidas que se toman en el país, que el estado de la prensa en el país mejora y no se repitan las situaciones que se han vivido, al menos con las dos últimas administraciones”, refirió De La Serna.
Además, dijo que hay muchas cosas que se pueden hacer para proteger a la prensa en distintos ámbitos, por ejemplo, protegerla de la “acción excesiva y punitiva del Ejecutivo”, pero también frente a otros riesgos, como la violencia del crimen organizado a la que están expuestos los periodistas por la naturaleza de su de su trabajo.
“Para que los periodistas en el exilio y cualquier periodista que hace una labor muy crítica, especialmente los periodistas que hacen periodismo de investigación puedan primero volver y continuar ejerciendo su trabajo tiene que haber certeza de que no existe ninguna reacción punitiva ante eso.
