El Ministerio de Finanzas ha trasladado para los ejercicios fiscales 2020 y 2021 Q2 mil 627 millones 699 millones, de los cuales cerca del 90% se destina a funcionamiento (pago de salarios, y mantenimiento de las fuerzas de aire mar y tierra).
“Del Ministerio de la Defensa hay muy poco que decir, el presupuesto se destina principalmente a salarios y en gastos de administración queda muy poco, alrededor del 8% para inversión”, asegura Ronaldo Leiva ex ministro de esa cartera y analista en temas de seguridad y defensa.
Las fuerzas armadas, que contarán con una ampliación presupuestaria para 2022 y que funcionarán con poco más de Q3 mil 158 mil tendrán el mismo desafío que arrastran desde hace varios años: pocos recursos para invertir en su modernización. De hecho, del total de fondos destinados para el próximo año alrededor del 86% deberán de utilizarse para funcionar.
“El problema del Ejército es que después de la firma de los Acuerdos de Paz (suscritos entre 1991 y 1996) la institución se ha visto obligada planificar con un diseño de presupuesto de sobrevivencia”, enfatiza Mario Mérida, ex oficial castrense y profesor universitario con una maestría en seguridad pública.
Rubén Tellez portavoz castrense, indica que este no es un problema nuevo. “Durante los últimos años hemos funcionado con el presupuesto del 2019”, indica. A su criterio a pesar de ello han logrado invertir algunos fondos para la modernización de las fuerzas, principalmente las de aire.
De acuerdo a información proporcionada por esa cartera las fuerzas castrenses de tierra, mar y aire cuentan con más de 27 mil elementos activos entre personal permanente y temporal.
Las fuerzas terrestres cuentan con 9 brigadas desplegadas en todo el territorio, con las que se atienden operaciones militares, pero también emergencias como: desastres naturales, lucha contra el narcotráfico, protección de fronteras y más recientemente la campaña nacional de vacunación.
En tierra el Ejército cuenta con una flota de vehículos blindados, adaptados y otros de tipo comercial. El número de estas unidades no se proporcionó aduciendo un tema de seguridad nacional.
Además, de las brigadas esa institución cuenta con un Centro de Operaciones Interinstitucionales en Petén, con el que realizan patrullajes coordinados con el Consejo Nacional de Áreas Protegidas -Conap- para la protección de vida silvestre.
Respecto a las fuerzas de mar, el Ejército opera dos comandos navales, uno en el caribe y otro en el pacífico y una brigada de infantería marina. Los primeros dan cobertura a los literales. En el comando del pacífico se concentran la mayor parte de acciones coordinadas para combatir el narcotráfico. La brigada marina vigila ríos, lagunas, entre otros.
En lo que respecta a las fuerzas aéreas el Ejército cuenta con tres comandos aéreos en la capital, Petén y Retalhuleu. Dicha institución opera tres radares ubicados en puntos estratégicos y cuenta con 4 aviones de tipo caravan, utilizados para emergencias, traslado de personas, vacunas entre otros, así como varios aviones de entrenamiento.
Mérida atribuye la falta de recursos el hecho de que el Ejército no tenga una modernización ni desarrollo tecnológico.
No obstante, Tellez, asegura que a pesar de que los recursos son limitados durante la presente administración se han hecho importantes inversiones para modernizar las fuerzas. “El señor ministro de la Defensa dio prioridad a la recuperación de helicópteros este Gobierno recibió dos y a la fecha ya se cuentan con ocho. Las aeronaves han sido rehabilitadas y modernizados, se les ha invertido en aviónica (tecnología utilizada en la aviación) y se sigue en el esfuerzo para mejorar y fortalecer las capacidades de vuelo aéreo y vuelo nocturno”, dijo el oficial castrense.
Explica que, la modernización de una de estas aeronaves puede representar la inversión de más de Q1 millón. Así mismo el portavoz del Ejército informó de la reciente adquisición de un vehículo aéreo no tripulado, con el que se realizarán operaciones de vigilancia en fronteras, para prevención de incendios y en desastres naturales. Este equipo representó una inversión de Q3.9 millones.
“Hemos tenido una buena administración de los recursos para fortalecer la fuerza aérea durante estos dos años, lo que no quiere decir que en las otras fuerzas no se hayan invertido recursos pues también han recibido buenas cantidades del presupuesto que se han usado para su fortalecimiento”, puntualiza.
Emebd:
Transparencia y calidad del gasto
Prensa Libre solicitó una evaluación al Centro de Investigación para el Desarrollo Regional -Cindere- respecto a varios a temas de transparencia, gestión y calidad del gasto. Respecto al primero de los temas, el referido tanque de pensamiento considera que “El ministerio ha presentado información y planes para diferentes temas relacionados a sus distintas responsabilidades. Sin embargo, también presenta algunos contratos no del todo claros como por ejemplo de alimentación, apoyo a la vacunación y armamento”,
“Respecto al apoyo a la vacunación no sé de que tipo de contratos hablan. Nosotros no tenemos ningún contrato por apoyo a la vacunación, los servicios los hemos prestado en cumplimiento con el artículo 249 de la Constitución -que hace referencia a atención de emergencias-. Además, hay un Acuerdo Gubernativo que llama a que todos los ministerios vuelquen su apoyo a la cartera de Salud por a pandemia. Cada ministerio lo ha hecho con sus propios recursos”, explica Tellez.
El portavoz castrense explica que hubo una confusión por una publicación de prensa respecto a la solicitud de una ampliación presupuestaria por Q10 millones, pero se aclaró que ese monto se solicitaba para incremento de la fuerza. Respecto a los contratos de alimentación el funcionario dijo no saber a qué se refiere. “Funcionamos de manera descentralizada respecto a la ejecución del presupuesto, tenemos 17 unidades ejecutoras regionalizadas. De manera que las unidades militares que están en cada región tramitan a través de solicitudes para resolver sus necesidades. Incluso los eventos de alimentación se hacen mediante unidades ejecutoras en apego a la Ley de Contrataciones”.
Respecto a la calidad del gasto, la Fundación para el Desarrollo de Guatemala -Fundesa- considera que, en calidad del gasto, “el Ministerio de la Defensa puede hacer un esfuerzo adicional para mejorar la calidad del gasto público, especialmente cuando se trata de proyectos relacionados con temas de narcotráfico, contrabando y defensa del territorio.
Téllez, al respecto, recuerda que “los proyectos presidenciales todos son visibles y de todos hay informes de rendición de cuentas. Si quieren consultar están en la página web del Ejército”, afirma el vocero.
De acuerdo con el análisis realizado por del Instituto de Análisis e Investigación de los Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos -Ipnusac- “existen diversos rubros con incertidumbre de gasto futuro, tal es el gasto del Instituto de Previsión Militar -IPM- y las pensiones. Además, el destino de diversos rubros hacia inversión y equipamiento son poco claros”.
“El IPM actúa de manera autónoma, no depende del Ministerio de la Defensa”, asegura Tellez.
Participación en la pandemia
De acuerdo a información proporcionada por esa cartera alrededor de 6 mil soldados apoyaron con la logística de vacunación hasta agosto pasado y se capacitó a 2 mil 800 efectivos para digitar y vacunar. “El Ministerio ha jugado un rol relevante en el Plan de Vacunación con brigadas en el interior del país y puestos de funcionamiento permanente en la capital”, destaca Fundesa, criterio que compartió Ipnusac.
No obstante, Cindere cuestiona que al Ministerio se le dotaron recursos para el manejo de la pandemia “la mayor parte han sido asignados al Centro Médico Militar, así como apoyo logístico al Ministerio de Salud y dotación de alimentos”
“El Centro Médico Militar -CMM- funciona con fondos que le asignan al Ministerio de la Defensa y con recursos propios que se obtienen del cobro de servicios, que han disminuido durante la pandemia. No hay una asignación exagerada. El CMM es como el seguro socia para el soldado, nosotros no somos asegurables, nosotros aportamos al IPM y al CMM que nos da derecho a una atención médica”, explica Tellez.
Ipnusac también cuestionó la poca transparencia con la que se dan los ascensos dentro del Ejército, a lo que Tellez respondió que se cuenta con un reglamento y andamiaje legal que considera el tiempo de servicio, una evaluación profesional, la edad máxima para ascender, así como el estado de salud.
Leiva asegura que este tema se ha normalizado durante la actual administración pues hace algunos años se hacia de forma discrecional. Mérida indica que el reglamento se aplica con buen criterio para propiciar ascensos entre los grados de subteniente a coronel. A su juicio cuando se trata de designaciones más altas como ministro, jefe del Estado Mayor, entre otras, el criterio es político.
Ipnusac reprocha que “aduciendo temas de seguridad nacional, no se informe de temas como “la solicitud de los veteranos de guerra de tener acceso a un resarcimiento adicional”. Tellez explica que en lo referente a ese resarcimiento se trata de un ofrecimiento político y que su trabajo se ha limitado a apoyar con corroborar e informar a las autoridades respecto a sí las personas que reclaman los recursos en verdad estuvieron de servicio en los lugares y los años que dicen. Según informó han ya cotejado expedientes de 120 mil casos, los cuales suponen un trabajo adicional porque son registros aún físicos.
Tanto Leiva como Mérida aseguran que la actual administración ha sido en definitiva mejor que la anterior.