El también comisionado presidencial de Guatemala para Cambio Climático dijo que, en los últimos diez años, la media anual de pérdidas a causas de desastres derivados del cambio climático ha sido del 1.3 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB).
Ferraté precisó que ese porcentaje equivaldría “a unos US$1 mil 200 millones, que serían destinados sólo a mitigación”, sin contar con los fondos necesarios, por ejemplo, para prevención.
La delegación guatemalteca expresó su descontento con esta situación ya que, según el secretario de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales del país americano, Luis Zurita, “Guatemala emite el 0,003 por ciento del total de los gases contaminantes” y es “la más vulnerable al cambio climático de América”.
Ferraté apuntó que, con las inversiones en reducción de la pobreza y la seguridad necesaria para la lucha contra el narcotráfico, no cuentan con fondos suficientes para combatir los desafíos climáticos.
Sin embargo, los enviados guatemaltecos aseguran que su misión durante la cumbre se limita a “mostrar el problema. El dinero vendrá después”.
El jefe de la delegación de Guatemala, que expresó sus pocas esperanzas sobre una prórroga del Protocolo de Kioto -que expira en 2012- durante la COP17, aseveró que “solo tenemos un planeta y no somos sólo pasajeros, sino también tripulantes”.
Un informe de la ONG alemana Germanwatch presentado en Durban el pasado 29 de noviembre mostró que Guatemala (y también Colombia y Honduras) se encuentran entre los países con mayor riesgo climático durante 2010, y el primero del continente americano.
La COP17 -en la que también se debate la creación de un Fondo Verde para el Clima que financie a los países en desarrollo- se celebra desde el pasado 28 de noviembre en Durban y está previsto que concluya el próximo viernes 9.