Sin embargo, los 22 bloqueos registrados en todo el país, más las muestras de solidaridad en varias partes del mundo, no dejan lugar a dudas al mandatario de que su dimisión unifica sus exigencias.
Universitarios, médicos, campesinos, estudiantes, maestros, religiosos, indígenas, comerciantes, niños, ancianos, familias y hasta policías fueron de los grupos que ayer se hicieron escuchar al llenar la Plaza de la Constitución con la presencia estimada en más de 100 mil personas, sin contar las movilizaciones en provincia.
Cuando se pensaba que las manifestaciones pacíficas comenzaban a disminuir en intensidad, repuntan tras darse a conocer las evidencias del antejuicio contra del presidente, presentadas por el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).
Temprano
A las 6 horas, organizaciones civiles comenzaron a instalar un escenario frente al Palacio Nacional de la Cultura, mientras agentes de la Policía Nacional Civil, con uniforme gris y negro y sin armas de fuego, pero sí con batones, formaron un cordón en la entrada principal del edificio.
Mientras transcurrieron los minutos, varios restaurantes de la 6a. avenida, zona 1, que acostumbran expender desayunos, permanecían cerrados y podían leerse en hojas de papel o pedazos de cartulina avisos de que se unían al paro.
Pequeños grupos avanzaban por la avenida Bolívar en horas de la mañana, con pancartas, banderas nacionales y ruido de cornetas plásticas, con dirección al Centro Histórico.
Otros grupos, en algunos casos de personas a las que les dieron el día libre, se desplazaban también en la Avenida de La Reforma, zona 10 y otras zonas, hacia la zona 1.
Universidades unidas
Si bien la caminata pacífica que comenzó desde la Universidad de San Carlos de Guatemala fue la más nutrida, las marchas de universidades privadas mostraron hermandad cuando se juntaron en la Plaza de la Constitución.
Estudiantes y trabajadores de la Universidad Rafael Landívar iniciaron su marcha desde Vista Hermosa, zona 16. El grupo, formado por unos 500 estudiantes, se vio reforzado cuando, un par de kilómetros adelante, se unió el colectivo Acción UVG, integrado por estudiantes de la Universidad del Valle de Guatemala.
A la columna de estudiantes universitarios se adhirieron también miembros de la Universidad Mariano Gálvez y exalumnos de la del Istmo, además de cientos de trabajadores y ciudadanos que esperaban el paso de la columna para sumarse.
Pérez habla en radio
El presidente Otto Pérez Molina reapareció en el centro de monitoreo de video del Ministerio de Gobernación, junto a la jefa de esa cartera, Eunice Mendizábal, para “verificar que las autoridades actúen de acuerdo a instrucciones recibidas”.
En la noche, en declaraciones a una emisora afín, Pérez Molina declaró que no renunciará y que rechaza las acusaciones hechas por el MP y la Cicig, pues asegura que no cometió ningún delito. No se refirió a las escuchas en las que él ordena hacer cambios en la SAT.
Añadió que reconocía haber cometido “errores” y lo justificó diciendo que “no somos perfectos”.
También informó que se reunió con el alto mando militar para garantizar el respeto a las elecciones.
Reacción a negativa
Los manifestantes que ya entrada la noche seguían en la Plaza de la Constitución dijeron que su actitud era decepcionante y la consideraban una ofensa al pueblo. “Estuvo en Inteligencia y no entiende que ya no lo queremos”, dijo una madre. Otro ciudadano dijo que su actitud “no honraba el honor de los militares” y que si él no se iba, la gente tampoco iba a dejar de manifestar.
Durante la jornada surgieron versiones sobre su renuncia, sobre todo al saberse que los exministros de Gobernación, Mauricio López Bonilla, y de la Defensa, Manuel López Ambrocio, habían partido hacia República Dominicana, vía Panamá. Pérez se negó a opinar sobre el caso de Roxana Baldetti y la salida de sus exministros.
Protestan en provincia
Miles de guatemaltecos de la provincia salieron ayer a las calles para manifestar y exigir al presidente Otto Pérez Molina que renuncie, luego de señalamientos de que es la cabeza de la estructura de defraudación fiscal conocida como La Línea.
Personas de todas las edades se ausentaron de sus labores para unirse al paro nacional y mostrar su repudio contra la corrupción, así como para brindar apoyo al trabajo de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala y el Ministerio Público.
Representantes de varios sectores, como estudiantes, empresarios, maestros, salubristas, campesinos e indígenas, se unieron para exigir un cambio en el Gobierno.
El canto del himno nacional fue un factor común en varios puntos de concentración.
En parques y plazas centrales de cabeceras departamentales, así como lugares específicos en carreteras, se congregaron los manifestantes con pancartas, banderas y letreros, entre otros objetos.
En los carteles que portaban los manifestantes se podía leer: “Quiero un gobierno transparente”, “Otto Pérez Molina, fuera; corrupto”, “No votación bajo esta condición”, “Yo no tengo presidente” y “No más muertes por falta de insumos”.
A lo largo de la jornada de protestas pacíficas, las autoridades policiales no reportaron mayores incidentes en ningún departamento.