El mandatario aseguró que este proyecto va a “sentar las bases para la transformación del país” y abogó por darle rango de ley para que sus ejes no dependan de los gobiernos de turno.
El objetivo, explicó el presidente, es que el país crezca “ordenadamente” para evitar más casos como el de El Cambray 2, donde el 1 de octubre de 2015, 280 personas murieron y 70 desaparecieron por un deslizamiento que debido a las constantes lluvias enterró bajo toneladas de tierra a toda una comunidad próxima a la capital.
“Más que construir viviendas”, continuó Morales, se trata de levantar “barrios y ciudades sostenibles” para evitar la acumulación de “cordones de asentamientos”.
Solo en el área metropolitana de Guatemala hay 232 asentamientos considerados “de riesgo” al estar ubicados en laderas o barrancos, y se calcula que en ellos viven unas 300 mil personas.
La planificación del crecimiento de las ciudades debe ir acompañado de un desarrollo de las áreas rurales: “No debemos descuidar ninguna de las dos áreas”.
Sólo así, repitió Morales, se puede lograr el “desarrollo humano” como gran prioridad del país.
Trabajo, educación y sanidad son las claves para que los jóvenes guatemaltecos no tengan que emigrar, explicó el presidente.
Para lograr ese objetivo, Morales apeló a la colaboración internacional.
“A partir de 2020”, señaló, se verán los resultados “de los cambios que estamos haciendo”.
Las políticas concretas de esa agenda urbana, que pasan por la descentralización de los recursos y la capacitación del personal de las municipalidades, se irán definiendo en los próximos meses.