Al pedirle una cifra, el funcionario afirmó: “Yo le podría decir que quizá sobrepasaron los 50 desvíos. Fueron decenas, decenas de decenas”.
Samuels anunció que, primero, se “georeferenciarán” los desvíos, para luego dar aviso a las empresas de que eviten ese “desorden”, para, posteriormente, presentar las denuncias en el Ministerio Público.
El problema, señaló, es que comunidades que viven río abajo pasan hambre, por la mala calidad del agua que les llega, después de que el río recobra su cauce, pero con contaminantes.
Urge normativa
Ante problemas como el desvío del cauce de los ríos, el ministro urgió apoyo para la ley de aguas que ahora socializa el Ejecutivo y que está por enviar al Congreso de la República.
“No existe una ley de aguas. Es el único país de Centroamérica que no tiene una normativa donde se ordene el uso del agua. Todo mundo puede usar los ríos, desviarlos a su sabor y antojo, y no pasa nada. Es necesaria una ley que ordene el uso del agua en forma razonable”, enfatizó el funcionario.
Ley pendiente
- Guatemala es el único país que no tiene una normativa específica.
- Seis iniciativas al respecto se han presentado en el Congreso.
- La última fue presentada en 2007, y es la que se ha tomado como base.
- Otra se encuentra en revisión y socialización en el Ejecutivo.
- Esta habla del uso del agua y cuidado de las cuencas.