Política

|

Suscriptores

¿La crisis política podría afectar las relaciones entre Estados Unidos y Guatemala y la cooperación entre ambos países?

Analistas creen que en buena parte la pauta la marcará lo que ocurra el próximo 20 de agosto cuando debe celebrarse la segunda vuelta electoral.

La persecución del MP al partido Movimiento Semilla ha general múltiples manifestaciones. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

La persecución del MP al partido Movimiento Semilla ha general múltiples manifestaciones. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

Las relaciones bilaterales entre Guatemala y EE. UU. pasan por un momento de tensión a raíz de los hechos ocurridos alrededor del proceso electoral, después de celebrada la primera vuelta.

Washington ha publicado una serie de críticas hacia lo que considera “ataques a la democracia” por el intento del Ministerio Público (MP) de dejar sin personería jurídica al partido político Movimiento Semilla. Los señalamientos han surgido desde el propio secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken.

EE. UU., así como la Organización de Estados Americanos (OEA) y una serie de países, consideran que una acción de este tipo podría poner en riesgo la participación del segundo partido más votado en la jornada electoral del pasado 25 de junio, que obtuvo más de 600 mil votos.

El Gobierno de Guatemala, por medio de la embajadora Rita Claverie, garantizó este 26 de julio en la sede de la OEA, que  se celebrará la segunda vuelta entre Sandra Torres y Bernardo Arévalo y que se respetará el voto ciudadano.

La declaración se da una semana después de que el Gobierno   calificara de “lamentable” un amparo que presentó el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en la Corte de Constitucionalidad el pasado 21 de julio en contra de varias instituciones, incluidas algunas del organismo Ejecutivo, para garantizar el balotaje.

También tres días después de que Brian Nichols, subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, hablara por teléfono con el canciller guatemalteco Mario Búcaro y le expresara que es vital que la segunda vuelta se celebre “sin interferencias ni acoso a los candidatos y partidos políticos”, al mismo tiempo que la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo que las autoridades guatemaltecas tienen en sus manos poner fin al “asalto a las libertades guatemaltecas”.

Futuro

Analistas consideran que estos pronunciamientos ocurren debido a que EE. UU. está consiente del nivel de riesgo que corre la democracia en estos momentos y aunque admiten que las posturas de Washington incomodan a la administración de Alejandro Giammattei no creen que el Gobierno guatemalteco quiera atizar el enfrentamiento diplomático.

El canciller guatemalteco pidió la semana pasada en la sede de la OEA que los pronunciamientos sobre la coyuntura guatemalteca se realicen sin fines políticos y que eviten la “injerencia” en los asuntos internos de cada país. Pero de eso a rivalizar directamente con EE. UU. hay mucha diferencia.

Actualmente Guatemala mantiene un acuerdo con EE. UU. sobre migración para que en el país se procesen solicitudes de refugio. Asimismo, la cooperación en materia de lucha contra el narcotráfico se mantiene y hace una semana fueron extraditados hacia aquel país cinco personas acusadas de traficar drogas.

Los analistas descartan que la tensión diplomática escale a tal punto que Guatemala decida dejar de cooperar con EE. UU. en estos ámbitos.

“Nosotros los necesitamos más a ellos que ellos a nosotros”, opinó el internacionalista y profesor universitario Williams Álvarez.

El analista político Renzo Rosal, por su parte, cree que si el Gobierno de Guatemala llegara al extremo de dejar de cooperar con EE. UU. en materia de migración, por ejemplo, las repercusiones “podrían ser peores”.

Guatemala no puede condicionar a EE. UU. cuando su relación geoestratégica, geopolítica e histórica ha estado marcada por ese país, explica el analista. “Cualquier medida que Guatemala lleve a cabo contraria a los intereses de EE. UU. sería como tocar una tecla roja”, advierte.

Aldo Bonilla, internacionalista y profesor universitario, recordó la actual e histórica “posición hegemónica de EE. UU. versus la casi completa ausencia de Guatemala en el plano internacional, provocado porque las puertas y espacios se han ido reduciendo ante la descarada escalada de la corrupción”.

Añadió que Washington “sigue de cerca cada acción del Gobierno y las instituciones del Estado de Guatemala y eso no puede menospreciarse”. “Cada acción, cada paso que dan tendrá consecuencias”, especificó.

Úrsula Roldán, directora del Instituto de Ciencias Socio Humanistas de la Universidad Rafael Landívar, no descarta que Guatemala, como consecuencia de los cada vez más contundentes pronunciamientos de EE. UU. pretenda no cooperar con programas como el de Movilidad Segura, cuyo plan piloto inició el pasado 12 de junio.

No obstante, cree que EE. UU. sabe que este es un programa coyuntural y que lo que más le interesa a la Casa Blanca es atender las causas que generan la migración. “Queda un corto periodo a este Gobierno y no creo que EE. UU. se ponga en el juego de avalarlo”, subrayó.

Sandra Torres y Bernardo Arévalo disputarán el balotaje el próximo 20 de agosto. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Información

Los analistas también coinciden en que los recientes mensajes de EE. UU. están dirigidos al Gobierno de Guatemala y que seguramente aquel país sabe quiénes están detrás de los ataques a la democracia.

“EE. UU. tiene clara la película de que el mismo Ejecutivo tiene una responsabilidad directa de lo que está sucediendo”, opina Rosal, de ahí que los últimos mensajes se hayan delimitado al Gobierno y que en la reciente lista Engel se haya incluido a personas de confianza del presidente Giammattei.

Bonilla afirma que Guatemala “no puede permitirse una relación negativa con su principal socio comercial”. Y, aunque desde el principio ha habido un distanciamiento entre ambos gobiernos, dijo que la relación entre ambos cambiará poco si la segunda vuelta se desarrolla de forma “transparente, sin incidentes y se respeta la voluntad popular”. De lo contrario, anticipa, “el deterioro de las relaciones continuará”.

Migración

Roldán y Bonilla afirman que la migración es uno de los ejes que más preocupa a EE. UU. y en ese sentido sabe que esta aumentará si se desestabiliza la democracia guatemalteca puesto que repercutirá en inseguridad y la ausencia de políticas públicas en favor de la población.

El TSE oficializó los resultados el 13 de julio, el mismo día que una acción legal del MP y el Juzgado Séptimo pretendía que no se adjudicaran cargos. (Foto Prensa Libre: Elmer Vargas)

EE. UU. manda estos mensajes porque sabe que “nos jugamos el futuro de los próximos años”, subrayó Roldán.

Por su lado, Bonilla explica: “La fórmula es casi matemática, a menor corrupción, mayor inversión del estado y mejoramiento de condiciones de vida, por lo tanto, reducción de la migración indocumentada”.

ESCRITO POR: