El resultado fue variopinto, de opiniones que reflejan la falta de un consenso para iniciar una instancia de diálogo, pues por un lado gobierno y empresarios están a favor de esta posibilidady por el otro el sector social demanda primero una depuración.
Análisis
Eduardo Stein, excanciller y exvicepresidente del país, considera que “los choques inmediatos y las crisis de corto plazo, que tienen que ver fundamentalmente con la situación del Congreso y con la crisis que desató el presidente Jimmy Morales al declarar no grato a Iván Velásquez y querer modificar el mandato de la Cicig, son temas institucionales y no necesitan de ningún diálogo ciudadano”.
“Distinto es tener el objetivo de concertar una agenda mínima de país que pueda comenzar a resolver los problemas más agudos que la sociedad vive, algunos de los cuales son más de corrupción y de impunidad, pero no se agota solo en ellos”, dijo Stein.
Enfatizó que es en esa dirección que algunos sectores buscan un diálogo, pero separado de los poderes Legislativo y Ejecutivo.
No obstante, hay temas que no dependen de ningún diálogo, pues son imperativos. “La lucha contra la corrupción es un compromiso y no hay vuelta atrás”, y los esfuerzos se deben concentrar en buscar solución a aquellos servicios que el Estado le debe a la población, dijo Stein.