Torres intentó en 2019 llegar a la presidencia y logró colarse al balotaje, pero fue derrotada por Alejandro Giammattei. Veintidós días después, el 2 de septiembre de 2019, fue señalada por aparentes delitos de financiamiento electoral y enviada a prisión.
A partir de ahí el poder de Torres parecía menguar y los diputados que la acompañaban se alejaban y tomaban el control y el rumbo político de la UNE que se constituyó en una fuerza opositora, aunque siempre fragmentada a lo interno.
En enero de 2020 la excandidata presidencial obtuvo una medida sustitutiva, logró salir de prisión y emprendió la recuperación del partido con el que ha competido por la presidencia.
Con Torres en libertad comenzó un pulso con los diputados que controlaban el partido y entre procesos jurídicos y políticos finalmente Torres volvió a recuperar la UNE y el pasado miércoles anunció, triunfante, que controlaba el partido y la bancada.
A un lado quedan 22 diputados que se han denominado Grupo Parlamentario de Oposición (GPO).
Guía política
Con todas las resoluciones judiciales que le permitieron a Sandra Torres salir de prisión y volver a la política, la UNE, que parecía enfrentar una muerte inminente, resurgió de las cenizas, según el analista político independiente Alejandro Quinteros.
“Sandra Torres es una operadora política por naturaleza, a eso se dedica y al tenerla fuera del ruedo el partido pierde su propio norte, pero al momento de recuperar su libertad y recuperar posibilidades, aquellos aliados que han obtenido gracias a ella o a su arrastre de votos un puesto, sencillamente regresan a buscarla con fines políticos para el 2023”, explicó Quinteros.
Para Jahir Dabroy, analista de la Asociación en Investigación y Estudios Sociales (Asíes), Torres es uno de los personajes más fuertes de la actual contienda política y “tiene la característica de polarizar votantes, tiene un peso político muy fuerte a nivel de la institucionalidad estatal, su figura transmite poder ante diversos actores de los organismos de Estado y hay que considerarla desde ya como un protagónico del proceso de 2023”.
Alianza consolidada
“¡Yo no tengo absolutamente ninguna negociación con nadie!”, responde Sandra Torres al cuestionar si el partido o la bancada son aliados políticos del partido de gobierno. En la práctica, diputados ligados a Sandra Torres han tenido lugar en las últimas juntas directivas del Congreso y han votado por las iniciativas oficiales, como la ampliación de Q3 mil millones para el Ministerio de Comunicaciones, el pasado martes.
Actualmente el nuevo y recién validado Comité Ejecutivo Nacional de la UNE resolvió que serán ellos quienes dirijan las acciones de sus diputados, una facción integrada por 30 de 52 diputados que lograron una curul por ese partido en 2019.
El jefe de la bancada es Estuardo Vargas, quien integra la lista Engel, sancionado por el Departamento de Estado de Estados Unidos por ser un actor que favorece a la corrupción. Él asegura que la bancada que lidera es opositora del gobierno, pero sin caer en los ataques políticos de sus antecesores.
“Lo que hemos visto es el tema de nación, el Congreso es netamente político, de acuerdos y desacuerdos, va a llegar un punto donde las discrepancias van a salir a luz, pero eso no significa que haremos una oposición de tipo extorsión, como lo hacía el otro grupo”, dice Vargas, en alusión al grupo de compañeros de bancada que se alejan de Torres.
Politólogos ven la posición de la UNE oficialista como un periodo de conveniencia y advierten que se trata de un acuerdo estratégico y temporal que se desgastará mientras avanza el proceso preelectoral.
¿Fuera de las elecciones?
Este cambio de fuerzas en la UNE deja ligados a la bancada, pero contrarios al partido, a 22 diputados que conforman el GPO y que, por prohibiciones de transfuguismo, reconocen, no pueden renunciar al grupo
Orlando Blanco, uno de los líderes del GPO, ve el regreso de Torres al partido como un pago por su alianza con el gobierno y advierte que el partido debió ser cancelado, porque se permitió a Torres realizar asambleas cuando no estaba integrado el Comité Ejecutivo.
“La UNE debe de desaparecer, independientemente lo que sucede que esta inscripción anómala le genera desde ya un desgaste al próximo proceso electoral, usted no puede admitir que una organización que no llenó lo establecido en la ley tenga hoy le legalidad para poder participar”, advierte Blanco.
Pero este grupo contrario a Torres todavía podría desgastarse y sumarse al plan electoral de Torres, según la percepción del analista independiente Jorge Wong, que considera que quizás algunos diputados van a intentar hacer las paces con Sandra Torres con tal de no perder la posibilidad de competir en las elecciones y renovar su curul.
“Tal vez algunos lleguen a negociar y pidan disculpas dentro de la institución, sino van a tener que quedar fuera y será el precio por intentar quitar la dirección política de la UNE”, agregó Wong.
Quinteros también ve probable que el grupo disidente a Torres se reduzca, principalmente porque ninguno de los integrantes de la oposición tiene una fuerza de voto como sí Sandra Torres; incluso destaca que sus propios líderes llegaron al Congreso gracias al arrastre que ella representa.
“Probablemente queden fuera, a no ser que hagan alguna negociación para que los vuelva a postular, pero ellos son ahora los más interesados en que la UNE se cancele (…) ellos son políticos que no tienen base sólida y han entrado por el arrastre de votos y el voto fuerte que tiene Sandra”, dijo Quinteros.
Pero Sandra Torres ve lejana la posibilidad de admitir a más diputados porque, a su criterio, ya no cuentan con el perfil adecuado para el partido.
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“En una ocasión, hace un par de meses, dije que las puertas del partido estaban abiertas para la gente buena, honrada y transparente que quisiera regresar, pero ellos no llenan esos requisitos, más bien extorsionan ministros para sacar provecho de sus puestos”, dijo Torres.
Vargas, por su parte, estima que esta facción opositora recurrirá a amparos y demás recursos para poder competir, antes que solicitar una reconciliación.
Blanco ve la posibilidad de competir en las próximas elecciones lejos de la sombra de la UNE, aunque, por ahora, no es su prioridad.
“Nosotros estamos ahorita concentrados en el tema de fiscalización y legislación, para eso fuimos electos y hay que aprovechar los cuatros años para eso. Hoy por hoy el GPO somos de los pocos que estamos planteando una fiscalización permanente al gobierno”, señaló.
Piden auditoria
El Comité Ejecutivo de la UNE resolvió como una de sus primeras acciones solicitar una auditoria a la Contraloría General de Cuentas (CGC), ya que tienen dudas por la forma en que el grupo contrario a Torres manejó sus recursos económicos.
“El Comité Ejecutivo Nacional autorizó para que la Contraloría General de Cuentas entre a fiscalizar las cuentas del partido que ellos dejaron desordenadas y que despilfarraron”, señaló Torres.
Las autoridades del partido se reunirán, probablemente la próxima semana, y tendrán que definir cuáles serán los otros pasos para seguir tanto en la línea política como en la administrativa.
Hasta ahora, porque no estaba validado el Comité Ejecutivo Nacional, no se ha comenzado con el proceso de expulsión de los diputados contrarios a Torres y Vargas, pero es un tema que podrían abordar próximamente.