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Mides evalúa redistribuir comedores sociales y cambio en metodología
En citación con la bancada VOS, los diputados señalaron sobreprecios en los tiempos de comida, irregularidades en el contrato y mal funcionamiento.
La cartera trabaja en el rediseño de los programas sociales priorizando las áreas identificadas como vulnerables en el plan de gobierno. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)
El programa de comedores sociales del Ministerio de Desarrollo (Mides) han sido tema de críticas para los gobiernos de turno. El proyecto comenzó a funcionar desde el 2008 bajo el Consejo de Cohesión Social durante la administración de Álvaro Colom.
A este proyecto se le ha señalado de ser clientelar y no dar una solución de fondo al problema de la desnutrición. Actualmente funcionan 67 comedores a nivel nacional.
Abelardo Pinto ministro de desarrollo, explicó que se reevalúa todos los programas sociales de la cartera. Esto incluye también al programa de los comedores que tiene un presupuesto de Q140 millones.
El titular de la cartera reconoció que hay una debilidad en dicho proyecto y es la ubicación de algunos de los comedores, ya que no coinciden con los lugares más afectados por la desnutrición.
“Estamos ahorita tratando de rediseñar esos criterios para que nos permitan en algún momento tener una certeza de donde vamos a abrir un comedor y sea el lugar que realmente lo necesite”, detalló.
Continuarán
Con base el rediseño que se trabaja se podrá establecer si se realizará algún cambio en el programa. “Creo que sí van a haber reubicaciones -de comedores- sí va a aumentar o va a reducir el número, va a depender de ese rediseño de los criterios que estamos estableciendo, pero sí va sobre la lógica de llegar hacia los lugares priorizados en nuestro plan de gobierno”, afirmó.
El año pasado la Contraloría General de Cuentas (CGC) reveló en un hallazgo que se sancionó al exministro de desarrollo, Héctor Melvyn Caná Rivera, pues en la auditoría se constató que la ubicación de 46 de los 79 comedores sociales que funcionaban el año pasado, no era la adecuada.
El entonces funcionario pagó una multa de Q3 mil 193.25 por deficiente gestión en la ejecución del programa. Además, otras cinco personas fueron sancionadas por el mismo caso.
De acuerdo con la explicación del titular de la cartera, los comedores continuarán en función y descartó el cierre del programa. El programa está bajo la dirección de Luisa Calderón y de la viceministra de protección social, Bertha Zapeta.
De la misma manera señaló que por el momento todos los programas sociales están bajo evaluación y tampoco se planea el cierre de alguno de los programas que maneja.
Pinto añadió que para no frenar las funciones de los comedores se prorrogó el contrato con el proveedor Presto: Banquetes de Guatemala por seis meses más, pero también se busca redireccionar esas licitaciones.
“Estamos haciendo todos los esfuerzos por levantar procesos de licitación, si no estoy mal, en donde vamos a hacerlo, pero de manera regionalizada, con base a la nueva redistribución que vamos a hacer de los comedores”, describió.
Durante una citación con la bancada VOS, los diputados cuestionaron el funcionamiento del programa pues aseguraron que los precios de cada tiempo de comida son elevados. Ante eso las autoridades respondieron que los precios varían por región y que fueron establecidos por el Instituto Nacional de Estadística en 2017.
Otro cuestionamiento se dio cuando las autoridades detallaron que desde 2017 el proveedor es Presto, Banquetes de Guatemala. De acuerdo con la viceministra Zapeta y la directora Calderón, funciona a través de un contrato abierto desde que inició el programa, pues se han otorgado prórrogas y hay amparos que obligan a la entidad a garantizar los alimentos hasta que haya alguna licitación u otro contrato.
Objetivo
El exsecretario de seguridad alimentaria, Luis Monterroso, comentó que la finalidad del programa debiera ser mejorar la calidad de vida del grupo etario al que está dirigido más no responder a una lógica de desnutrición.
“No tienen una intención técnicamente sustentable reducción a la desnutrición crónica. No debemos caer en esa tentación de pensar que con los comedores sociales vamos a tener una reducción o una prevención de la desnutrición”, aconsejó.
Monterroso añadió que se deben de fijar correctamente las metas que se quieren alcanzar con dicho programa para lograr obtener resultados tangibles y satisfactorios.
“Debería tenerse esa precisión, esa claridad de a quiénes se les quiere llegar para que el efecto deseado se pueda medir en el resultado con los meses y años se vaya alcanzando”, sostuvo.
Siguiendo la misma línea se pronunció Luis Linares, Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES) quien considera que se debe de evaluar si puede ser de más provecho readecuar los fondos en otros proyectos.
“Son una medida más demagógica y de poco impacto. El gobierno lo que debe hacer es evaluar y seguir con el modelo o si utilizan esos recursos en acciones que tengan un impacto mayor o que sean más más eficaces para la reducción de la desnutrición crónica”, acotó.
Linares agregó que el programa también ha sido señalado en las administraciones anteriores por tener fines clientelares y mal manejo de los recursos.
“A partir de las necesidades identificadas en la línea base de la Gran Cruzada por la Nutrición, cómo esos recursos pueden ser mejor orientados y con un destino mejor que esos comedores”, insistió.
Sin datos certeros
Monterroso también abordó el riesgo que se corre de no tener estadísticas actualizadas, los estudios más recientes son del 2014-2015 con la última Encuesta de Salud Materno Infantil.
El exsecretario sugirió que derivado a que no se tienen datos, una alternativa pudiera ser utilizar la información de las semanas epidemiológicas pues en la casa donde hay un niño con desnutrición crónica probablemente la familia esté en una situación de inseguridad alimentaria.
“Existe un alto riesgo que no se tenga un dato preciso y se cometa una doble vulnerabilidad una doble discriminación, eso quiere decir que a los niños que están más alejados más metidos en las comunidades no se les ayude”, advirtió.
Además, agregó que la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan) debiera ya trabajar en una propuesta de levantamiento de datos y estudios rápidos con las demás instituciones encargadas para tener cifras más actualizadas y la proyecciones en materia de desnutrición sean enfocadas correctamente.