El Estado no había suscrito ningún pacto colectivo con los docentes desde el 2012, cuando el presidente Otto Pérez Molina llegó al poder. Durante la gestión del Partido Patriota se incrementó en 30% el sueldo del magisterio de manera escalonada, en un periodo de tres años.
El viceministro afirmó: “Hay maestros que ganan muy poco. Trabajan en áreas rurales lejanas y les estamos pidiendo que vayan a la universidad, y ¿cómo lo van a hacer en sus condiciones actuales?”.
El funcionario aseguró que si se llega a un nuevo pacto será con la condición y compromiso de que se cubran los 180 días de clases y la implementación de un reglamento disciplinario para que haya sanciones para los maestros que incurran en faltas.
Preocupa opacidad
Las negociaciones para firmar un nuevo pacto colectivo entre el Mineduc y los maestros se han hecho con poca trasparencia, lo que ha sido motivo de preocupación entre analistas.
“El acuerdo al que llegue el Ministerio con los profesores lo vamos a pagar todos nosotros. La forma en la que lo están llevando a cabo es como si le fueran a dejar a su casa una factura para que la pague, sin haberle consultado a usted”, opina Enrique Maldonado, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
Al citar un informe de la Procuraduría de Derechos Humanos, Maldonado aseguró que de todas las dependencias del Ejecutivo, el Mineduc es la quinta que más incumple la Ley de Acceso a la Información Pública.
“No sabemos cómo va a afectar las finanzas públicas”, criticó el economista, y agregó: “Nadie se opone a que se le incremente el salario a un funcionario público, pero las negociaciones se tienen que hacer con legitimidad y transparencia, porque estamos hablando de entregar un bien público”.
Desconocen acuerdo
El dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG), Joviel Acevedo, dijo desconocer que el Mineduc haya enviado a Finanzas la propuesta del incremento salarial. “Ni siquiera nos lo han dicho”, comentó.
“A nosotros no nos han dicho nada. El día que nosotros sepamos lo vamos a confirmar, pero por el momento no”, aseguró el líder sindical.
No obstante, considera positivo que las autoridades consideraran el aumento.
La propuesta que el Mineduc envió al Congreso para el presupuesto del 2018 se elevó a Q14 mil 834 millones. Según cálculos del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), había una brecha de Q421.6 millones para cumplir con la refacción escolar, la cual, según la Ley de Alimentación Escolar, incrementó unos Q3 por niño para el próximo año.
Aún se debe esperar el dictamen de Finanzas para conocer de dónde saldrían los fondos para financiar un nuevo pacto colectivo.
Profundas brechas
El Icefi, el proyecto de Desarrollo Santiago (Prodessa) y el Proyecto Estado de La Región presentaron el estudio El dilema estratégico de la educación en Centroamérica. En este se recopilan datos de toda la región y evidencian importantes rezagos.
La investigación reveló que en la región existen cerca de 98 mil establecimientos educativos y 10 millones de estudiantes inscritos, y que casi la mitad de esas instituciones y un porcentaje cercano al 43% de los estudiantes se encuentran en Guatemala.
No obstante, el país es de los que menos invierten en educación. En promedio se destinan US$599.8 por estudiante, ocho veces menos que el monto de US$4 mil que erogan por alumno en Costa Rica.
Según estimaciones, en Guatemala están aproximadamente 3.6 millones de niños y adolescentes fuera del sistema educativo. De estos, el 25% no estudian ni trabajan y el 39% solo se dedica a trabajar.
“En relación con el grupo que no estudia ni trabaja, la mayoría son mujeres que realizan labores domésticas y viven en zonas rurales —sobre todo en Honduras y Guatemala—. Es decir, sí trabajan, pero no tienen un reconocimiento social ni monetario por ello”, cita la investigación.
Las tres organizaciones que hicieron el estudio urgieron en la necesidad de incrementar la inversión en educación.
Bono demográfico
De acuerdo con el estudio, en el 2015 la población de 4 a 17 años fue de aproximadamente 14.1 millones en Centroamérica; uno de cada tres fue guatemalteco.
“Para el 2040 este grupo de población ascenderá a 15.4 millones, lo cual implica una mayor demanda de servicios educativos”, refiere la investigación, que hace énfasis acerca de aprovechar el bono demográfico cuando haya el mayor número de personas en edad de trabajar, pero se hace imperativo mejorar la calidad y cobertura educativa.
En Guatemala, en el 2013, la productividad por trabajador se ubicó en US$10 mil; es decir, US$20 mil por debajo del promedio de América Latina. “Para incrementar la productividad se deben incrementar los años de escolaridad”, resalta el documento.