Los comunicadores debatieron al gobernante el hecho de que el pasado lunes dijo que la Procuraduría General de la Nación (PGN), tenía que establecer el camino, pero esta ya había dicho antes que el camino era declararlo nulo.
“No es que le quiera corregir la plana a la PGN, pero la nulidad no la hace el presidente, sino el abogado del Estado y ese abogado es la PGN”, afirmó Morales.
Sobre el mismo tema el presidente aseguró que desde las 6 horas de este martes se reunió con ministros y especialistas, para analizar lo legal, político y económico del contrato.
El mandatario recordó el caso de Ferrocarriles de Guatemala cuando se anuló un contrato y dejó pérdidas para el Estado, por lo que pidió tiempo hasta el jueves cuando se dará a conocer todo el tema procesal por TCQ.
El gobernante dijo que se evidenciará que el contrato de usufructo oneroso “es el negocio de algunas personas que ya están señaladas de actos de corrupción”.
Testigos revelan trama
Mientras el presidente Jimmy Morales ofrecía las declaraciones, en el Juzgado de Mayor Riesgo B, el Ministerio Público presentaba el testimonio de Juan Carlos Monzón, como colaborador eficaz en el caso TCQ.
Monzón sostiene que fue por orden del entonces presidente Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, que negoció el usufructo de Puerto Quetzal a cambio de unos US$30 millones en sobornos, dinero repartido entre varias personas, en mayor proporción para los exmandatarios.
También se presentó el testimonio de Guillermo Enrique Molh Salazar, uno de los testigos en el caso, quien dijo que él vendió lanchas a Pérez Molina y Baldetti, a través de la empresa Representaciones Marinas, Sociedad Anónima.
El testigo afirma que en octubre de 2012 Pérez Molina comtró una lancha valorada en Q1.5 millones, pagados con cheques de la empresa Montaña, además en 2014 por solicitud de Juan Carlos Monzón se negoció otra lancha que sustituyera la primera, comprada dos años antes, por la cual todavía pago un saldo pendiente en efectivo.