El panorama se agrava cuando se observa que la proyección del 2014 se compara con los Q550.78 millones captados de donaciones en el 2012. En este caso el decrecimiento alcanza el 48.5 por ciento.
Reducción
La explicación escrita que da Segeplán por la reducción de la cooperación internacional es que “la dinámica de ejecución puede estar influida en ocasiones por los proyectos específicos que son ejecutados durante los diferentes períodos”.
En el documento enviado por esa institución se pone como ejemplo la ejecución de dos proyectos relevantes en el 2012 y el 2013. Uno de ellos es la donación del Gobierno de Taiwán para la construcción de la fase II de la carretera al Atlántico. Aquí los aportes fueron de Q231 millones, y de Q81 millones para el 2012 y el 2013, respectivamente. “Lo cual hace que —los aportes captados— en el 2012 sean significativamente mayores”. El segundo proyecto aludido es la donación de maquinaria valorada en Q23.33 millones que hizo Japón en el 2013.
Aún si se dejara aparte el aporte taiwanés para la construcción de la fase II de la ruta al Atlántico, la asistencia del exterior experimenta una tendencia a la baja, pues al separar este aporte la cooperación fue de Q319.78 millones, 11 por ciento más que lo proyectado para el 2014.
Al excluir los aportes japoneses y taiwaneses en el 2013, las donaciones alcanzaron Q320.2 millones, por lo que para el año anterior el decrecimiento de ayuda fue de 10.8 por ciento.
Fenómeno variable
A criterio de Rodrigo Montúfar, abogado e internacionalista, la cooperación internacional es un “fenómeno variable que puede tener alzas y bajas, incrementos y decrementos. Esta situación estaría en función del comportamiento de las fuentes cooperantes, ya sean bilaterales o multilaterales. Guatemala se beneficia de ambas”.
El experto aseguró que esa variabilidad se encuentra en los parámetros de lo normal. “Hay proyectos que se agotan desde el punto de vista estadístico. Entonces los montos de cooperación decrecen, pero cuando el fruto de la cooperación ha sido físico, los activos del país crecen y son permanentes. Entonces el flujo de asistencia termina, pero el producto queda”, afirmó.
Montúfar aseguró que la cooperación tiende a ser inteligente y efectiva. Hace referencia a aquellos proyectos donde se capacita al recurso humano guatemalteco.
“En el caso de la cooperación técnica, cuando el proyecto termina se va el flujo, pero el elemento capacitado se queda; la mayoría de flujos descienden o se detienen cuando finalizan los proyectos o llegan a la fase de conclusión”, refirió el profesional.
Según Montúfar, la cooperación puede incrementarse con la presencia de desastres naturales o calamidades, “lo cual no es bueno”. Advierte de que tampoco es positivo que un país dependa de ayuda extranjera. “Es importante aclarar que la cooperación no es un recurso ni un remedio presupuestario”, aseguró el experto.
El internacionalista Roberto Wagner coincide con esta explicación, pero señala que “los gobiernos todavía utilizan los recursos de la cooperación para tapar hoyos en áreas como salud y educación”.
Otras prioridades
Wagner considera que la ayuda que se recibe del extranjero podría haber mermado porque “las prioridades de los países cooperantes cambiaron, debido a que estas se mueven de región en región, y ahora la asistencia se ha canalizado más en África. Eso lo había advertido ya la extitular de Segeplán Karin Slowing”, explicó.
El analista indicó que depender de la cooperación también puede ser negativo y el país ha dependido en buena medida, desde los acuerdos de paz, en la ayuda internacional.
Cifras
33 PORCIENTO bajó la cooperación en el 2014 respecto del 2013.
Q283.5 MILLONES recibirá el país en el 2014, por ayuda internacional.