Thevenin comenzó exaltando el trabajo del papa Francisco y agradeciendo la presencia del presidente Jimmy Morales y el vicepresidente Jafeth Cabrera.
“Es necesario tener principios morales básicos sin olvidar que sin ellos la reconstrucción de nuestra sociedad, afectada por la violencia en sus diversas formas, la migración, la corrupción generalizada, el deterioro de los servicios básicos de salud y educación no puede realizarse”, dijo Thevenin.
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Agregó: “Preocupa el hecho de que no se deja trabajar a nadie con la multiplicación de acusaciones, fundadas o no. Las iniciativas se paralizan, todos tienen miedo a ser acusados por algunos medios de comunicación que critican a las personas que no son de su agrado o simplemente tratan de actuar sin ser coaccionadas”.
Cuestiona al estado
Thevenin aseguró que hay necesidad de luchar contra la corrupción en todos sus niveles, pero que no ve un cambio radical en los últimos cinco años para la población guatemalteca.
Afirmó que la corrupción “más inmoral” se manifiesta en el precio “demasiado alto” de la salud y de las medicinas, y que nada concreto o muy poco se ha hecho para denunciar a las mafias de las grandes empresas multinacionales de los farmacéuticos.
“No se ha tocado el tema por miedo o por la corrupción que está en medio de los que deberían denunciarla (…). No se ve casi ningún título de periódico que denuncie las mafias de los precios de los medicamentos, y me estoy preguntando por qué”, cuestionó el nuncio.
El también decano del cuerpo diplomático en el país manifestó preocupación por la violencia verbal y física que recuerda “tiempos de persecución que se están desarrollando últimamente por parte de grupos microscópicos pero dotados de fondos financieros poderosos y no demasiado controlados, y provenientes de lobbys internacinales que quieren imponer a Guatemala una agenda totalmente ajena a su cultura y a su religiosidad en temas de vida y familia y que no respeten a las demás personas en su dignidad y religiosidad. Se visten de puros y anticorruptos para esconder su verdadero objetivo que es acabar con la cultura de paz y respeto a la vida”, sentenció.
Thevenin invitó a generar puentes de entendimiento: “Urge que todas las fuerzas vivas de Guatemala se pongan a dialogar, y no basta con tender y lanzar inventivas de todo tipo. Urge salir del inmovilismo y del miedo paralizante que hace que muchos no se atrevan a tomar decisiones, escondiéndose detrás de procesos burocráticos, siempre más complicados e ineficientes”.
Contradicción
El presidente Jimmy Morales, en su discurso, agradeció las palabras de Thevenin y lo elogió por la solidaridad que la Iglesia ha mostrado con el Ejecutivo “en todo momento”.
“Ustedes, la Iglesia y la autoridad política que representan, ha sido un gran soporte para nuestro gobierno”, dijo el gobernante en su intervención. Al concluir, recalcó: “Sepan que cuentan con nuestro apoyo total y nuestro total respeto. El nuncio apostólico siempre tendrá un lugar muy especial dentro de esta administración y dentro del Gobierno”.
Sin embargo, seis días antes, Morales, ante las críticas expresadas por obispos a la situación del país, afirmó: “La Iglesia es una institución que tiene una función, y la función de la Iglesia no es hacer política. La función de la Iglesia, en todo caso, será evangelizar, dar las buenas nuevas, trabajar el espíritu de las personas”.
De hecho, el presidente de la CEG, Gonzalo de Villa, reaccionó a la declaración presidencial al señalar: “Cuando se hacen críticas, entonces dicen que se meten a política, y cuando no se hacen dicen que por qué no se meten”, respecto del papel de las iglesias.
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Asimismo, el presidente de la Alianza Evangélica, César Vásquez, comentó: “La Iglesia es una entidad orientadora y no puede cerrar los ojos ante una situación que afecta a la sociedad”.
En cuanto a las palabras de Morales, el vocero presidencial, Heinz Heimann, explicó: “Para principiar, un discurso que se sube no está sujeto a interpretaciones desde la Presidencia, sino que es precisamente para que sean los actores entre quienes escucharon el discurso, que pueden tener su interpretación”.
Añadió: “El nuncio apostólico tiene un cargo político diplomático relevante, siendo el decano del cuerpo diplomático”.
No ven paralización
Hacer públicos los actos de corrupción no paralizan al Estado, opina el exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) Luis Fernández Molina, quien agrega que muchos sectores de la población apoyan esa acción.
“Que se haga público, en la medida en que se trata de corrupción, porque es un patrimonio de todos los guatemaltecos”, opina el exmagistrado.
Fernández Molina asegura que no se viola ningún derecho ni ley cuando se informa sobre esos casos, “en la medida en que esté sustentado por una investigación y que sea el ente acusador quien lo diga”.
Mario Fuentes Destarac, presidente de la Cámara Guatemalteca de Periodismo, considera que “la prensa debe informar con absoluta objetividad, veracidad e imparcialidad sobre lo que ocurre en los tribunales”.
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Yolanda Pérez Ruiz, también exmagistrada de la CSJ, señala que el temor que se produce en los funcionarios “no es tanto que se publiciten los casos de corrupción, sino la forma en que se publicitan”.
Pérez Ruiz afirma que la Constitución y la Ley Procesal Penal dictan que “la publicidad de la imagen de las personas que resultan sindicadas está prohibida hasta después de ser oídas por un juez”.
La exmagistrada agrega que el tema se debe analizar y no “hacer afirmaciones tan rotundas sobre que la población no conozca los casos”.
“Si la gente no está bien informada por los medios va a tener opiniones equivocadas. La buena información de periodistas serios es fundamental”, puntualizó.