Coincidentemente, las Juntas Electorales, los digitadores y el Trep, que destaca la Misión, se encuentran bajo investigación por el Ministerio Público.
“La MOE-OEA resalta la eficiencia con la que funcionó el TREP y el buen desempeño de las y los digitadores contratados para la transmisión de resultados, lo que dio certeza a la población la noche de la elección”, destacó Loizaga.
Agregó: “Los datos preliminares arrojados por el TREP no dejan dudas de la voluntad expresada por la ciudadanía”.
La Misión también destacó las pocas impugnaciones que hubo a los resultados, tan solo 828 en más de 4.2 millones de votos válidos, “lo que refleja la transparencia y normalidad con la que se llevó a cabo el proceso”.
No obstante, la MOE-OEA destacó como algo negativo “los ataques al proceso electoral por parte de las autoridades de persecución penal” desde días antes de que se realizara el balotaje. Además de las denuncias públicas por amenazas de muerte que denunciaron los magistrados Blanca Alfaro y Gabriel Aguilera, la noche antes del evento electoral.
“Todas estas acciones judiciales generaron un entorno de profunda confusión e incertidumbre jurídica a las puertas de la elección”, acotó el jefe de la Misión.
El informe de la Misión también consigna como un hecho negativo que el partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) no haya todavía reconocido los resultados electorales. “Por el contrario, este partido ha continuado una narrativa de fraude e incluso ha llamado a la nulidad de las elecciones, sin sustento legal o probatorio. Este tipo de actuar resulta contrario a la lealtad democrática en la que todo proceso debe descansar”, añade.
Judicialización
“La investigación contra el Movimiento Semilla por la supuesta falsificación de firmas antecede al actual proceso electoral y corresponde a una denuncia de hace más de un año, que no fue planteada por el Ministerio Público ni por otra autoridad en el momento procesal oportuno para objetar la inscripción de las candidaturas del Movimiento Semilla, como sí se objetaron otras candidaturas en la etapa preelectoral”, señaló el jefe de la Misión.
Loizaga señaló que la Misión “ve con inquietud” que el Congreso haya desconocido a la bancada Movimiento Semilla el pasado miércoles: “la negativa de permitir expresarse a Semilla en el pleno violenta las mínimas normas de convivencia democrática y del derecho parlamentario”.
Sobre el extremo de que el partido Movimiento Semilla habría falsificado algunas firmas para constituirse como partido político, la MOE-OEA consideró, a la luz de “distintas legislaciones”, que “el objetivo de estas disposiciones es establecer que el partido efectivamente cuenta con un mínimo respaldo ciudadano”; no obstante, “el voto constituye un elemento mucho mayor a la firma en la determinación del respaldo popular”.
Agregan: “el bien jurídico que busca la norma se encuentra plenamente protegido en el caso del Movimiento Semilla”.
Loizaga finalizó su intervención advirtiendo “la extrema judicialización que hemos observado y denunciado en numerosas ocasiones continúa en Guatemala”, por lo que “Misión es fundamental que el Consejo Permanente conozca y tenga claro que el caso que hoy investiga el Ministerio Público contra el Movimiento Semilla vulnera la voluntad popular que claramente fue plasmada en las urnas por el pueblo guatemalteco”.
Gobierno de Guatemala se defiende
Ante al preocupación expresada por el jefe de la Misión, el canciller de Guatemala, Mario Búcaro, aseguró que el actual mandatario, Alejandro Giammattei, está comprometido con garantizar un “ordenado” proceso de traspaso de poder a Arévalo de León, que empezará el 4 de septiembre y culminará con la toma de posesión del nuevo presidente el 14 de enero de 2024.
En sus intervenciones ante el Consejo Permanente, Búcaro restó importancia a los recientes acontecimientos en Guatemala y criticó que la OEA convoque una reunión “cada vez” que ocurre algo en el país.
A su juicio, Guatemala acaba de vivir “las elecciones más pacíficas” de su historia.
Mientras la sesión de la OEA se desarrollaba dentro de su sede en Washington, fuera un pequeño grupo de guatemaltecos se manifestaba para pedir acciones contundentes a favor de la democracia.
Portando pancartas y haciendo sonar pitos, cada vez que uno de los embajadores ingresaba al edificio de la OEA, alguno de los manifestantes tomaba un megáfono para expresar sus demandas, como por ejemplo: “¡Esperamos una resolución firme para Guatemala!” o “¡La OEA tiene la responsabilidad de defender la democracia en nuestra nación!”.
Búcaro, en desacuerdo
Washington Abdala, embajador Uruguay, en su intervención, luego de conocer la declaración conjunta, dijo que el documento tiene focos de atención en las preocupaciones sobre las acciones postelectorales básicamente del MP y aplica la expresión “intimidación”, “intimidación”, no lo aplica alegremente.
Y luego dice también “los persistentes informes sobre actos de intimidación contra miembros del Movimiento Semilla y sus familiares.
Mientras Abdala exponía sus ideas, el canciller guatemalteco lo interrumpía en desacuerdo con lo expresado. “Hemos escuchado atentamente las opiniones de los países las cuales, de la forma más propia y diplomática han señalado el irrestricto respeto a nuestra soberanía. No puedo permitir que usted hable de la palabra intimidación”, dijo Búcaro al embajador uruguayo.
*Con información de Agencia EFE