Cada día, durante las manifestaciones, un trabajador sindicalizado tendrá un viático de entre Q350 y Q1 mil (dependiendo su jerarquía sindical) amparado en el pacto colectivo negociado y firmado para 2013-2015.
Según registros del Ministerio de Salud en el 2014, el pago de viáticos ascendió a Q56 millones, todo amparado en lo que establece el pacto laboral.
Con este monto se habrían atendido 38 mil 728 partos, 19 mil 391 cesáreas y 138 mil 272 emergencias y se habrían equipado 56 centros de salud, según cálculos de técnicos del ministerio.
El presupuesto total asignado para atender al sistema nacional de salud este año es de Q5 mil 647 millones, de los cuales Q5 mil 390.7 millones son para funcionamiento —pago de la planilla y compra de insumos médicos— y Q256.4 millones para inversión.
Gasto imparable
Además de viáticos, el pacto ampara el traslado de miles de trabajadores por contrato al rubro 011 o permanente y otros bonos por antigüedad y prestaciones adicionales.
En total, el convenio laboral ampara erogaciones por Q1 mil 832.6 millones equivalente al 33 por ciento del presupuesto vigente de la cartera de Salud.
Este monto equivale a sumar todo el presupuesto de gastos de funcionamiento e inversión del Ministerio de Agricultura por Q1 mil 414 millones y Cultura y Deportes de Q423 millones.
El sistema nacional de salud enfrenta carencia de insumos médicos para atender a los pacientes que se ha acentuado en los últimas semanas.
Al 30 de junio último, según los datos del Ministerio de Finanzas Públicas, Salud tenía una ejecución del 42% que equivale a Q2 mil 807.4 millones, por lo que el saldo por devengar es de Q3 mil 754.8 millones.
Distribución
El costo del pacto colectivo se dividen en cuatro rubros según el documento negociado:
- El traslado presupuestario —personal que está por contrato temporal y que buscan trasladarlo a plazas permanentes— tiene un monto por Q1 mil 308.6 millones.
- La implementación de bonos al salario base por Q342.2 millones; Q100 millones para viáticos y Q81.7 millones para bonos y otros beneficios.
- El 40% de los trabajadores de ese ministerio están bajo el renglón 011 —personal permanente— que significa 19 mil 477 trabajadores.
- El 31% labora en esa institución en el renglón 182 —servicios técnicos profesionales médico sanitarios— que equivalen a 15 mil 184.
Costo alto
Luis Enrique Monterroso, ministro de Salud, expuso que llevan a cabo un análisis sobre el destino de los recursos financieros en atender las necesidades médicas de la población o beneficio que se puede dar a la cúpula sindical.
“Los análisis que tenemos es que el destino para el pacto colectivo se puede destinar a otras áreas vitales como medicamentos, compra de servicios como oxígeno, hemodiálisis, vacunas para los niños y la prevención hospitalaria”, comentó el funcionario.
Dorval Carías, ministro de Finanzas, expuso que los ajustes salariales en Salud y Educación, como producto de los pactos colectivos, están presionando la caja fiscal del Gobierno, considerando que la recaudación tributaria no ha alcanzado las metas de programación.
En el caso de Salud, dijo se está honrando el pago retroactivo de un bono que equivale a Q300 millones mensuales que presionan a la carga presupuestaria de ese ministerio.
El ministro recordó que en varias ocasiones se discuten los pactos colectivos, pero no son consultados para conocer la situación de la caja fiscal.
“No se puede prohibir la negociación de los pactos colectivos, pero cuando se discutan se deben de tomar en cuenta la situación presupuestaria ahora y la que seguirá habiendo”, afirmó.
Prensa Libre intentó conocer la posición de Luis Lara, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud de Guatemala (SNTS), pero no atendió las llamadas.
La SNTS llevó a cabo la semana anterior una serie de medidas como protestas y bloqueos para atender sus demandas y para los siguientes días han anunciado más acciones.
Mala negociación
Miguel Ángel Lucas, abogado laboralista y secretario de la Central General de Trabajadores del Campo, opinó que en el caso de Salud hubo una mala negociación, la cual fue más política que técnica, con el exministro Jorge Villavicencio, que firmó el pacto.
“Los trabajadores están en su derecho de exigir, pero de la parte patronal nunca existió un estudio técnico que midiera la capacidad financiera de Salud”, aseguró.