Durante su encuentro con Giammattei, el viernes por la noche, Tsai le agradeció al mandatario guatemalteco su apoyo cuando China realizaba maniobras militares en torno a la isla, el año pasado en el océano Pacífico noroccidental.
También destacó la cooperación con Guatemala, uno de los pocos aliados diplomáticos que tiene la isla en el mundo. Junto con Belice, figuran entre los siete países de América Latina y el Caribe que se mantienen en la lista de 13 naciones del mundo que siguen reconociendo oficialmente a Taipéi frente a Pekín.
“Guatemala es un sólido aliado diplomático de Taiwán”, destacó Tsai al brindar ante la prensa un mensaje conjunto con Giammattei.
La agenda de Tsai, que también la llevará a Belice, tiene lugar días después de que Honduras rompiera relaciones diplomáticas con Taipéi para optar por vincularse únicamente con Pekín.
Conflicto diplomático
Giammattei expresó respecto a la visita de Tsai: “es muy significativa para renovar y reafirmar el total respaldo al gobierno de Taiwán”. Reiteró asimismo “el reconocimiento de Taiwán como una nación independiente y como la única y verdadera China”.
América Latina ha sido un campo de batalla diplomático desde que Taiwán y China se separaron en 1949, al final de la guerra civil china.
Los comunistas tomaron el poder en China continental, mientras los nacionalistas se replegaron a Taiwán.
Visita agitada
Tsai visitó este sábado el parque arqueológico Tikal, situado en el norte del país, en la región de Petén, fronteriza con México y Belice.
El domingo, Tsai visitará el nuevo hospital de la ciudad de Chimaltenango, construido con una donación de Taipéi de US$22 millones.
Ese hospital comenzó a funcionar el 10 de febrero, pero su apertura quedó opacada poco después con la detención del exviceministro de Salud, Gerardo Hernández, señalado de un desfalco de Q67.9 millones en compra de equipo del nosocomio.
Belice, siguiente escala
Tsai partirá el domingo hacia Belice, donde se entrevistará al día siguiente con el primer ministro, John Briceño, y se marchará al día siguiente.
La gobernante taiwanesa llegó a América Central tras una escala en Nueva York. En su viaje de regreso planea reunirse en el estado de California con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy, lo que indujo a China a advertirle a Estados Unidos que está “jugando con fuego”.
Washington afirmó que no hay razones para que China “reaccione de forma exagerada”.