El dictamen al gasto es Q2 mil 166 millones 136 mil 600 menos de lo presentado por el Ejecutivo, que ascendía a Q91 mil 900 millones. El de 2019 es de Q88 mil 243.5 millones.
Carlos Chavarría, de Creo, dijo que la tributación en Guatemala es “regresiva” cuando debería ser “progresiva”. Anticipó que no apoyará el presupuesto, porque el cual está desfinanciado y observó que el sistema económico es “obsoleto” porque cobra más a quien tiene más y el que tiene más evade impuestos.
De acuerdo con proyecciones del Banco de Guatemala, el país podría recaudar Q66 mil millones en 2020.
Nineth Montenegro, de Encuentro por Guatemala, dijo que el presupuesto destina mucho al gasto de funcionamiento cuando debería invertir más en el ser humano para erradicar, al menos, la pobreza extrema y la desnutrición crónica.
Fernando Linares-Beltranena, diputado del PAN, expuso que la brecha entre ingresos y el gasto es de Q23 mil millones, por lo que consideró que el techo debería ser de Q80 mil millones.
Álvaro Montenegro, independiente, dijo que el techo presupuestario es una “fantasía”. Dijo que la economía tiene un crecimiento “vegetativo” de 3 por ciento, cuando otras sociedades han tenido crecimientos de 6 por ciento durante 10 años para superar la pobreza.
También observó que el 80 por ciento de la economía es informal, por lo que debe haber esfuerzos para incorporar más personas a la base tributaria.
Enrique Álvarez, de Winaq, señaló que un programa del Grupo Guatemalteco de Mujeres tendría una rebaja de Q9.5 millones en 2019 a Q300 mil en 2020. “Doce mil mujeres víctimas de la violencia no recibirán apoyo”, lamentó.
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